kosolapov escribió:Ya el 11 de Noviembre se dejaba sentir la falta de abastecimientos en todos los sectores, pero Hitler se negaba a dejar la ciudad por su valor simbólico.Los días 19 y 20 de Noviembre se produjo lo que ya temían Von Paulus y el Estado Mayor alemán: los generales Joukov, Vassilievski y Rokossovski efectuaron una amplia maniobra envolvente sobre el VI ejército alemán y aliados.Los soviéticos franquearon el Don por el nordeste y sudeste y tomaron mediante una maniobra en tenaza el corredor entre el Don y el Volga. Tres días después Kalatch fue tomada y quedó establecida una cabeza de puente en la orilla oriental del Don. A partir de entonces en cerco era completo, pero Von Paulus contaba todavía con fuerzas suficientes para salir sel atolladero y salvar al grueso de las tropas. Pero Hitler, de nuevo, rechaza cualquier maniobra de repliegue y ordena al XI Ejército de Von Manstein(reforzado con un cuerpo retirado de Bretaña) que acuda en ayuda de Von Paulus. Esta ofensiva de socorro del 12 de Diciembre penetró unas decenas de kilómetros e hizo tambalear el dispositivo soviético, pero no consiguió reunirse con las tropas asediadas. Este fracaso supuso el fin de cualquier esperanza para los alemanes. Los soviéticos ya habían establecido fuertes defensas y las tropas alemanas estaban cada vez más hambrientas y debilitadas. Esto se podría haber evitado con un repliegue a tiempo, pero es una buena muestra de la demencia ideológica de Hitler enfrentada a las relaidades estratégicas más evidentes.
Vamos a ver, camarada Kosolapov, ¿esto es de cosecha propia o has hecho un copiar y pegar? Te lo pregunto porque "huele" por todas partes a excusa de general alemán derrotado, cargando las tintas sobre Hitler exclusivamente y "olvidando" ciertos detalles importantes.
Pero analicemos en concreto todo esto:
Dices que Stalingrado tenía un valor "simbólico" y que ya el 11 de noviembre, es decir, 9 días antes de iniciarse la contraofensiva soviética se había solicitado abandonar la ciudad. Te repito lo que has escrito: "Hitler se negaba a dejar la ciudad por su valor simbólico", referente a la situación el 11 de noviembre. Espero que tengas un documento que pueda acreditar que el 11 de noviembre se había hecho esa solicitud. Además, ¿quién la había hecho? Sin embargo, yo no creo que se hiciese esa solicitud, máxime si nos atenemos a la primera reacción de Paulus el día 19, en cuanto se entera de los inicios de la contraofensiva soviética de Kletskaya y Serafimovich, 150 kms. al noroeste de Stalingrado contra el IIIº Ejército rumano:
"En Golubinka, a setenta y cinco kilómetros al sudeste [de Kletskaya], el capitán Winrich Behr oía los detalles del ataque soviético que le daba el teniente Gerhard Stöck, oficial de enlace situado en el III Ejército rumano en Klátskaia. Stöck contó que el III Ejército se había fragmentado y que corría hacia Golubinka. Behr se apresuró a contar a Paulus y a Schmidt todo aquello. Éstos recibieron con calma la desagradable información. Asombrado y complacido por su compostura, Behr aguardó mientras los generales analizaban la situación. De repente, Schmitd exclamó:
- ¡Ya los tenemos!
Paulus estuvo de acuerdo y ordenó que el 48 Cuerpo Panzer se encaminara hacia el norte, en dirección a la brecha a lo largo del Don."
(William Craig, La Batalla por Stalingrado, p. 178, Noguer, Barcelona 2000).
Es evidente que Paulus todavía no ha "olido" la que se le viene encima el día 19 de noviembre y que ese "temor" sólo se lo han inventado los alemanes supervivientes derrotados "a toro pasado" para justificar su derrota. No sólo Paulus no teme nada, sino que cree que los soviéticos han caído en una trampa. Su 48º PanzerKorp, en vez de correr hacia Kalach, es decir, hacia el este y reforzar la vía de comunicación del VIº Ejército, se lanza hacia el norte en busca del enemigo. Es decir: Paulus no es consciente del peligro y sólo ve en la ofensiva soviética un clásico ataque frontal, uno de tantos.
Esta actitud de Paulus está confirmada por las memorias de Zhukov, que dice lo siguiente acerca de los "temores" alemanes de verse cercados en Stalingrado:
"Después de la guerra, Alfred Jodl, ex jefe de E. M. de la Dirección de Operaciones de las Fuerzas Armadas fascistas alemanas, reconoció que no pudieron descubrir la concentración de tropas soviéticas contra el flanco izquierdo del Ejército de Paulus.
"No teníamos ni la menor noción de la fuerza de las tropas rusas en este sector. Antes allí no había nada y de repente se asestó un golpe de gran fuerza que tuvo importancia decisiva." (G. K. Zhukov, Memorias y Reflexiones, vol. II, pdf p. 48).
Al día siguiente, 20 de noviembre, se lanzan a la ofensiva las tropas de Yeriómenko (51º, 57º y 64º Ejércitos), desde el sureste de Stalingado contra el IVº Rumano, que tampoco resiste la embestida. En cuanto Paulus conoce la noticia, despacha hacia allí a su 29º División Motorizada, que al día siguiente fue obligada a girar 180º grados para ver si podía alcanzar Kalash antes que los soviéticos. Eso por no apuntar que me parece muy difícil, por no decir imposible, que una sola división motorizada pueda detener a 3 ejercitos soviéticos.
Resumiendo: por mucho que se diga ahora que los alemanes conocían las intenciones soviéticas, los movimientos militares de estas cruciales 24 horas demuestran que no era así. Una cosa es detectar algo de "runrún" y otra muy diferente tener pruebas. Los informes alarmistas rumanos, por ejemplo, datan del 19 de noviembre, cuando efectivamente miles de motores se pusieron en marcha. Pero detectar el movimiento apenas unas horas antes del inicio de la ofensiva no cambia en nada la situación.
Efectivamente, el 21 de noviembre, cuando Kalash todavía estaba en poder alemán, Paulus considera que hay que evacuar Stalingrado para no quedar cercado. Ahora bien, ¿a qué precio se podía evacuar Stalingrado? Había que recorrer una distancia de unos 150 kms. hacia posiciones seguras en el curso bajo del Don y el río Chir.
El 21, las tropas de Yeriómenko, tras aplastar el IVº Ejército Rumano, partieron en dos al IVº PanzerArmee, y ya no había nada entre estas unidades soviéticas y el Don.
El 21 por la tarde llega la orden de Hitler de no abandonar Stalingrado, la famosa orden de un "demente". Pero veamos las cosas más en detalle, para ver si el "demente" estaba tan loco como parecía.
El día 22, mientras los soviéticos procedentes de Kletskaya alcanzan Kalash y las tropas de Yeriomenko están a punto de alcanzar Sovietsky, es decir, que ya casi se ven, se produce una interesante conversación entre los generales Schmith, Hott y Pickert, reunidos en Chir, 50 kms. al sur de Kalash.
Según el citado William Craig, esto es lo que hablaron:
"- Pickert, hay que tomar una decisión declarando brevemente las razones...
La respuesta de Pickert fue tajante.
- ¡Sal de aquí como el diablo!
Schmidt estuvo de acuerdo, pero continuó:
- No podemos hacer eso. Sobre todo por una cosa: no tenemos suficiente gasolina.
Pickert ofreció ayudar con sus tropas antiaéreas, que podrían transportar los cañones a través de la llanura y llevar las municiones a mano.
Schmidt continuó:
- Desde luego que hemos considerado la posibilidad de abrir brecha, pero alcanzar el Don significa atravesar cincuenta kilómetros completamente al descubierto... No, Pickert, eso sólo significaría acabar como Napoleón... Se ha ordenado al Ejército que se mantenga sobre el terreno en Stalingrado. Consecuentemente, fortificaremos nuestras posiciones y esperaremos a que nos lleguen los suministros por aire."
Bueno, parece que si la idea de Hitler de resistir era un despropósito, resulta que salir a la intemperie y recorrer entre 50 y 150 kms en una estepa llana y helada, que miles y miles de soldados deberían recorrer a pie era una insensatez mucho mayor.
Sólo cabía una esperanza: ser aprovisionados por aire mientras se organizaba un cuerpo que fuese capaz de abrir brecha y enlazar con las tropas cercadas en Stalingrado. Todo lo demás es pura fantasía. La inmensa mayoría de las tropas del VIº Ejército no podían moverse.