El FMI, y el BM: Dos Bastiones de la Depredación CapitalistaPor: Manuel Mariña Müller
Fecha de publicación: 23/03/11
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Articulo N° 4 de 33
El FMI, y el BM: Dos Bastiones de la Depredación Capitalista.
El negocio bancario, solo puede producirse bajo el ciclo préstamo a interés-consumo-nuevo préstamo a interés. Para iniciar este ciclo, quienes regulan el crédito bajo las reglas de juego del capitalismo tienen en sus manos la capacidad de generar crisis financieras y de presionar a los gobernantes para que finalmente tomen decisiones que les favorezcan a sus propósitos de poder y de mayores ganancias.
Como lo describimos en el Art. N° 1 de esta serie, en 1944 y luego de finalizada la Segunda Guerra Mundial (guerra también planificada por los sionistas) los dirigentes del Council on Foreing Relations (CFR) ante la formulación de un nuevo orden mundial de postguerra, crearon tres instituciones que se convertirían en la mayor fuerza financiera para las operaciones oficiales de las políticas del CFR. Estas tres instituciones fueron: El “Fondo Monetario Internacional” (FMI)[1], y el “Banco Mundial”[2], (BM)
El Banco Mundial opera como un grupo integrado por cinco instituciones estrechamente relacionadas:
- El Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF)
- La Asociación Internacional de Fomento (AIF)
- La Corporación Financiera Internacional (CFI)
- El Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (OMGI)
- El Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI)
De acuerdo con el Convenio Constitutivo del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), para que un país pueda ser miembro del Banco Mundial debe estar adscrito antes al Fondo Monetario Internacional (FMI) y para ser miembro de la AIF, la CFI y el OMGI, un país debe pertenecer al BIRF, esto permite, entonces, que el BM este, actualmente integrado por 184 países miembros.
Si analizamos los reglamentos que ahora rigen el funcionamiento del Fondo Monetario Internacional FMI este organismo "opera en beneficio de instituciones crediticias privadas y no a favor de los países más pobres del orbe como pretende establecer en su acta constitutiva. En este sentido, el FMI se dedica a hacer todo lo posible para extraer el servicio de la deuda a los deudores del Tercer Mundo y evitar insolvencias, que afecten los intereses con los bancos privados y a las economías de los países capitalistas industrializados.
Las contribuciones que el conjunto de los 184 países afiliados al FMI, son del orden de miles de millones. Las cuotas son determinadas en función de fórmulas que combinan diversos indicadores, como la renta nacional de cada país, sus reservas en divisas y el volumen de su comercio exterior.
Si un país solicita la asistencia del FMI, puede recibir un préstamo en dólares de hasta un 125% de la cuota que el FMI le tenga asignada y pagar su equivalente con moneda nacional, pero queda comprometido a la cancelación del préstamo bajo la recompra en dólares de su propia moneda
Pero la determinación de la cuota, de acuerdo a las exigencias del FMI, opera en desventaja hacia los países pobres, ya que como lo señala Marvin Melgar Ceballos, en el Ensayo Crítico señalado1 “…la determinación de la cuota limita el acceso a los recursos y a la condicionalidad por cuanto mientras menos ingresos tiene el país, menor será su cuota, menor por tanto el volumen de recursos a los que puede acceder y mucho más severas las condiciones para obtenerlos. A la inversa, los países más ricos, tienen la posibilidad de acceder a volúmenes muy superiores de financiación, evitando normalmente la condicionalidad”.
Actualmente y por decisión de los banqueros internacionales, el FMI trata de conseguir los medios para controlar toda la economía mundial y al respecto, Harold Lever[3], miembro del “Comité de los 300”, formuló una propuesta conocida con el nombre de “Plan Ditchley”. Según este Plan, la política financiera y monetaria de Estados Unidos pasaría, saltándose la ley, a ser controlada por el FMI. Ese plan permitiría al FMI reunir en el Banco Mundial todos los bancos centrales de las diferentes naciones.
También nos expresa Ceballos en su Ensayo que en 1982, los más eminentes bancos de Wall Street y el gobierno de Estados Unidos decidieron de común acuerdo imponer a cada país deudor las pesadas condiciones de reembolso establecidas por la Kissinger Associates Inc[4]. Esta Organización, fundada por el sionista Henry Kissinger, cuenta con un consejo de dirección compuesto por Robert O. Anderson, magnate del petróleo y presidente del Instituto Aspen, por Lord Carrington, ex secretario de estado de relaciones exteriores de Margaret Thatcher, y por Lord Roll of Ipsden, director del Banco de Inglaterra y del Banco S. G. Warburg.
El FMI, el Banco de la Reserva Federal y el Banco de Inglaterra, deben asegurar el papel de “policía mundial” para recuperar las deudas. Para lograr este propósito, los astutos banqueros tuvieron la idea de colocar al FMI, conocido por su intransigencia, en el centro de todas las negociaciones de deudas.
Esta decisión permitió que el FMI se convirtiera en la policía económica internacional de los grandes bancos privados. Uno tras otro, los países deben negociar las condiciones de reembolso de sus deudas con los bancos privados bajo las exigencias del el FMI..
Al respecto Ceballos1 también apunta: “El FMI y el Banco Mundial, se han convertido en los garantes de la globalidad del sistema crediticio, coordinando un auténtico monopolio de la financiación externa. Un acuerdo con el FMI se ha convertido en condición imprescindible para acceder a cualquier otra de las fuentes de crédito”.
Según informaciones del Banco Mundial, entre 1980 y 1986 los bancos acreedores privados percibieron el equivalente a 326 mil millones de dólares como pago de los intereses de 109 países deudores. Durante el mismo período, se reembolsaron 332 mil millones de dólares. Estos países entonces, llegaron a pagar 658 mil millones de dólares por deudas, cuyo importe original era de 430 mil millones de dólares.
Pero la voracidad del sistema a que fueron sometidos estos 109 países hizo que, a pesar de haber cancelado el doble del monto de lo recibido en préstamos, aún continuaron debiéndole 882 mil millones de dólares a los bancos acreedores.
La acción conjunta de intereses demasiado altos y de valores de cambio oscilantes hunde a los países en un perfecto entramado de deudas muy lucrativo para la banca y difíciles de honrar para los países acreedores. El ensayo crítico de Ceballos1 nos señala: “…en su gestión de la deuda, el FMI ha tenido una incidencia decisiva en la configuración de una transferencia neta desde los países del sur hacia los países industrializados de 418.000 millones de dólares, entre 1982 y 1990, lo que equivale a seis veces el Plan Marshall, en cifras de 1991”.
Pero además de este saqueo financiero al cual son sometidos los países deudores, los estrategas del FMI y del BM han logrado, mediante el perverso sistema crediticio que han puesto en funcionamiento, la dominación política de los países en desarrollo.
Cuando los gobernantes se les dificulta cancelar sus deudas estos financista, obedeciendo a los intereses de dominación del capitalismo, les cobraban en especies que se traducen en influencias políticas. Con esta estrategia, el FMI y el BM han posicionado una red mundial de servidores e incondicionales que les responden a sus propósitos de dominación. Como se señala en “Ring of Power”[5], estos prestamistas conforman una “mafia hermanada de banqueros internacionales que ha convertido al mundo y a sus gobernantes en esclavos de una deuda impagable.” En nuestros días vemos como Presidentes, Ministros de Finanzas, de Planificación y otros jerarcas gubernamentales han sido objeto de sumisión y control por esa mafia bancaria. Es a través del control de la deuda externa de los países del Tercer Mundo como el Imperio opera para alcanzar sus objetivos de dominación y dejar el empleo de la fuerza militar como último recurso.
El mecanismo es muy sencillo, un equipo de profesionales de alto rango, generalmente ex miembros de la comunidad bancaria internacional, trabajando como asesores de organizaciones financieras con base en Estados Unidos, se encargan de establecer contacto con altos representantes de las finanzas públicas (generalmente con el Ministro de Finanzas o Hacienda) de los países en desarrollo.
Con el propósito de Intermediar o asesorar en el otorgamiento de préstamos del FMI o del BM, éstos intermediarios, conocidos como los “Economic Hit Man” (Combaientes Económicos) proceden a negociar la concesión de préstamos por montos superiores a los que la economía del país receptor está en condiciones de pagar.
El objetivo también es sencillo: crear las condiciones que permitan doblegar la voluntad de los gobiernos de los países deudores.
John Perkins, en su libro “Confessions of an Economic Hit Man: How the U.S. Uses Globalization to Cheat Poor Countries Out of Trillions”[6] , hace un erizante recuento de cómo el Imperio no solo presta, intencionalmente, a las naciones del Tercer Mundo más de lo que pueden pagar, creando deudores perennes y con ello doblegar a sus gobernantes, sino que además, cuando los “Economic Hit Man” fallan en sus objetivos de negociación o, incluso al proponer prebendas (comisiones) a algunos gobernantes renuentes a apartarse de caminos revolucionarios, pone en funcionamiento, en combinación con la CIA, lo que ellos llaman una “jackals action” (acción de chacales) que consiste en la eliminación física del gobernante.
Una perversidad de esta naturaleza, según lo descrito por Perkins en su libro, fue lo que le ocurrió al gobernante de Panamá Omar Torrijos. “Torrijos, señala, intentaba negociar con los japoneses (Japón es la nación con la mayor flota mercante del mundo) la construcción de un nuevo canal interoceánico y ello disgustó a la Bechtel Corporation cuyo presidente era George Schultz y su consejero mayor era Gaspar Weinberger”.
“Cuando Carter fue derrotado en las elecciones, continúa señalando Perkins, y Ronald Reagan asume el poder, Schultz fue nombrado Secretario (Ministro) de Estado y Weinberger Secretario (Ministro) de Defensa. Ambos estaban muy digustados con Torrijos y me enviaron a renegociar el tratado sobre el canal para que se olvidara de su intención de negociar un nuevo canal con los japoneses. Torrijos era un hombre de arraigados principios por lo cual mi oferta fracasó... luego, ante este intento fallido, entró en escena la CIA con su plan “Jackals actions” y Torrijos fue asesinado mediante la colocación de una carga explosiva en la grabadora que portaba en el avión. Por supuesto que nunca oímos nada acerca de esto en nuestro país”.
Otro de los gobernates con los cuales trató Perkins y al cual, conjuntamente con Torrijos, le dedica su libro, fue el Presidente de Ecuador Jaime Roldós, quien también murió, como Torrijos, en un accidente aéreo. Ante ambas muertes, Perkins señala: “Sus muertes no fueron accidentales. Ellos fueron asesinados porque se oponían a esa fraternidad de gobiernos corporativos y jefes de bancos cuyos objetivos eran los del Imperio global. Nosotros los “combatientes económicos” fallamos en traer a Roldán y a Torrijos a nuestra causa y entonces otro tipo de “combatientes” entró a la escena, la CIA sancionó una “acción de Chacales”. Estas acciones siempre estuvieron detrás de nosotros esperando para actuar”
Perkins trabajaba con otras dos mil personas en una compañía llamada “Chas T. Main” en Boston Massachussets. Trabajaba como Jefe de economistas con cincuenta personas bajo su mando pero, como él mismo lo señala, su verdadera actividad era la de negociar con gobernantes. Perkins afirma que les ofrecía Intermediar con el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional para la obtención de grandes préstamos con la condición de que el 90% del monto de lo prestado fuese utilizado para la compra de bienes o servicios provenientes de los Los Estados Unidos.
Asi fue como muchos países del Tercer Mundo se endeudaron con préstamos para la construcción de proyectos, muchas veces sobredimencionados en sus costos y que solo sirvieron para beneficiar los intereses de las élites económicas de esas naciones.
Ecuador es un claro ejemplo de cómo la vorágine neoconservadora literalmente se tragó a ese país. Hoy Ecuador tiene comprometido su presupuesto anual para el pago de su deuda externa.
“Como se sabía que Ecuador no podría pagar, señala Perkins, entonces los del “Economics Hit Men” entrábamos en acción y luego de reuniones con los altos personeros del gobierno, negociábamos salidas como: “ Mira ustedes no podrán pagar sus deudas, así que podemos llegar a un acuerdo de pago si Uds. permiten que nuestras compañías petroleras puedan lograr concesiones en los ricos campos petroleros de su amazonía”.
Pero los escalofriantes señalamientos que Perkins hace en su libro “Confessions of an Economic Hit Man”, no terminan aquí, también negociaron la existencia de la OPEP, y el incremento de los precios del petróleo.
“En ese entonces (1973), relata Perkins, fuimos a negociar con el gobierno de Arabia Saudita que dirige la familia de la Casa Real Saudí. Sabíamos que ese país, por su gran capacidad de producción petrolera, podía inclinar el incremento de los precios a nuestro favor. Logramos un acuerdo con la familia Real Saudí donde éllos se comprometían a enviar los petrodólares, (obtenidos por sus grandiosas ventas petroleras), de vuelta a Estados Unidos a cambio de que nosotros les permitiéramos, no solo participar en la cartelización petrolera de la OPEP, sino además, la seguridad de que la espléndida vida que se daban los dos mil principes de la Familia Real en el poder, sería garantizada por la fuerza y el apoyo del Gobierno de Los Estados Unidos” (oferta que se ha cumplido hasta la fecha)
A partir de ese acuerdo, no solo un río de petrodólares comenzó a inundar el mercado financiero de Estados Unidos mediante la compra de Bonos del Tesoro, o en inversiones en bienes raíces, sino que además, los intereses que esos bonos devengaban sirvieron para que corporaciones norteamericanas como la Halliburton y la Bechtel Corporation se enriquecieran construyendo (lo cual también figuraba en el acuerdo) la infraestructura de las nuevas ciudades de Arabia Saudita.
En su libro, john Perkins finalmente, haciendo un “mea culpa” por sus perversas actuaciones como agente de “combate económico”, expresa esta dramática confesión:“Yo me sentí culpable todo el tiempo, pero considero que fui seducido. La fuerza de las drogas, del sexo, del disfrute del poder, y del dinero fueron demasiado seductoras para mí. Y, por supuesto, yo estuve haciendo cosas por las cuales mis superiores me daban palmadas de felicitación. Yo era jefe de economistas, pero yo hacía las cosas que a Robert Mcnamara le gustaban”
Robert Macnamara era, para ese entonces (¿casualidad?) Presidente del Banco Mundial, y de acuerdo a lo señalado por Perkins, los “Economic Hit Men” trabajaban muy cerca de esa institución y del Fondo Monetario Internacional ya que son, precisamente, sus fondos los que se utilizan para las actividades de los “combatientes económicos”.
Los que quieran acceder a una información mas completa del libro de Perkins, pueden hacerlo a través de
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] o también pueden revisar la reciente entrevista que le hizo Anthony Wile[7] el 27/02/2011. Esta entrevista, bajo el nombre “The Unsustainability of Modern Capitalism” aparece publicada en el sitio
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] Lista de las víctimas de los “combatientes económicos”
del FMI y del BM:[8]
La siguiente lista corresponde a las naciones donde gobiernos corruptos o con serios problemas en su balanza de pagos recurrieron a las atractivas ofertas de préstamos intermediados por los “Combatientes Económicos” del FMI o del BM. Hoy, estas naciones se encuentran en serias dificultades (lo cual las mantiene de rodillas frente al Imperio) para la cancelación de una deuda que ahora, (como lo esperaba el prestamista) no solo resulta impagable, sino que además, ha sometido a esos países a un conjunto de medidas de reestructuración económica (Structural Adjustment Program –SAP-) en beneficio del capital transnacional y en contra de los requerimientos sociales de ésos países.
A comienzos de la década de los ochenta (1980), muchas naciones se vieron envueltas en una profunda crisis monetaria y fiscal debido, entre otras razones, al incremento de los precios del petróleo (incremento que, en nuestra opinión, benefició a los intereses del Imperio mas que a los productores) [9] y al incremento de la tasa de interés referencial del Banco de la Reserva Federal de Los Estados Unidos (claro, era de esperarse dentro de la política de sub- yugación económica de lo países deudores al Imperio).
Ante ésta crisis, como era lo planeado por el Imperio, tanto el Fondo Monetario Internacional, como el Banco Mundial, surgieron como “prestamistas de inevitable opción” para saldar las impagables deudas contraídas por estos países con la banca internacional.
El problema para los países receptores de estos préstamos de “rescate” del FMI y del BM, fue que los préstamos venían atados al desmantelamiento, por parte de la nación deudora, de todas las políticas no adherentes a las establecidas en el contexto de los mantras neoliberales.
Las “horcas caudinas del FMI y del BM fueron muy claras para los gobernantes de los países deudores: si te quieres salvar del desastre que para tu país significaría el no poder cancelar sus deudas, deberás, realizar los siguientes ajustes: 1.- Eliminar el proteccionismo a los productores nacionales. 2.- Eliminar las regulaciones al capital. 3.- Privatizar las empresas del Estado. 4.- Eliminar las regulaciones salariales (nada de salaries mínimos, homologaciones, prestaciones sociales dobles en caso de despido injustificado y otras estupideces populistas) 5.- Eliminar los controles monetarios (será el mercado quien regule a tu moneda) 6.- eliminar las restricciones ambientalistas (nada de limitaciones al destino que deba dársele a los residuos contaminantes de las empresas productoras) 7.- eliminar las protecciones arancelarias (ahora el Mercado es global así que nada de protecciones a los productores nacionales) 8.- Eliminar el control, de precios sobre bienes y servicios (será el Mercado el que regule en forma equilibrada los precios), 9.- Privatizar la educación (la educación es muy costosa como para estar financiando a cualquiera) 10.- Privatizar los servicios de la salud y la jubilación mediante un sistema nacional de bienestar social basado en la creación de fondos de salud y de pensiones (por supuesto manejados por los bancos controlados por el Imperio).
Este “recetario” de exigencias de reestructuración económica propuestas por el FMI y el BM como condición para otorgar los préstamos que “salvarían” a los países en crisis, fue inteligentemente planeado por los neocones del Imperio (Henry Kissinger y su “Kissinger associates Inc[10]”) como alternativa para consolidar su poder dentro del caos económico que significó el violento incremento de los precios del petróleo de 1973.
Dentro de la estrategia de estas propuestas presentadas por el Imperio como tablas de salvación para los moribundos países deudores, también se encontraba la medicina que, como dosis letal, se hallaba escondida en la “salvadora receta” y lista para ser administrada a los países que se rehusaran a aceptar el tratamiento. La dosis de esta medicina oculta quedaba en manos de los especialistas del Pentágono y de esa forma se cerraba el perverso ciclo curativo de la terapia de choque del Imperio.
Así fue como pacientes de economía preagónica como Bielorrusia, Chechenia, Ucrania, Sudán, Georgia, Yugoslavia y Somalia fueron tratados, unos desestabilizados, y otros llevados a fratricidas guerras civiles.
Los países víctimas de estos combatientes económicos son los siguientes:
1980 – Jamaica
1981 – Brasil; Mauritania; Uganda
1982 – Mexico; Ecuador; Bangladesh; República Centro Africana; Argentina; y Tanzania
1983 – Chile; Ghana; Kenya; Malawi; Nigeiar y Somalia
1984 – Congo/Zaire; Mauritania y Senegal
1985 – Bolivia; Botswana; Costa Rica; Gambia; Guinea y San Tome
1986 – Madagascar; Nigeria; Filippinas; Sierra Leona y Tunisia
1987 – Zambia; Argelia; Guinea-Bissau; Mozambique; Sudán y
Yugoslavia
1988 –Guinea Equatorial; Guayana; Hungría; Pakistán y Sri Lanka
1989 – Camerón; El Salvador; Jordania; Lesoto; Trinidad;
Venezuela; Congo (RC); y Togo
1990 – Colombia; República Checa; Nicaragua; Perú y Ruanda
1991 – Angola; Burkina Faso; Cote d’Ivoire; Ejipto; Etiopía; India;
Rumanía y Zimbawue
1992 – Latvia; Reunion; Ukrania; Bielorusia; Azerbaijan; Georgia;
Armenia; Kazakhstan; Uzbekistan y Moldavia
1993 – Benín; Gabón; Russia; Sur Africa y Surinam
1994 – Eritrea; Cambodia; Haití y Malí
1995 – Seychelles; Swazilandia y Tajikistán
1996 – Bosnia-Herzegovina; Comoros y Uruguay
1997 – Bulgaria; Djibouti e Indonesia
1998 – Mongolia; Paraguay; Sur Korea; Thailandia y Yemén
1999 – Kosovo
Como podemos apreciar, la inteligencia económica del Imperio ha sido muy exitosa en el manejo de la crisis de balanza de pagos que sufrieron muchos países de su órbita de influencia, en virtud del incremento de los precios del petróleo. En nuestra opinión, creemos que la OPEP se las puso en bandeja de plata si observamos que:
Las transnacionales petroleras de Estados Unidos y de Inglaterra incrementaron sus ganancias en forma exorbitante, la subida de precios del petróleo hicieron altamente rentable a la producción de petróleo en aguas profundas, vimos como las cuantiosas inversiones de la British Petroleum en el Mar del Norte y en Noruega, fueron recuperadas con creces.
Bajo una aparente tabla de salvación, extendida a los países escasos de divisas para pagar la factura petrolera, el FMI y el BM lograron profundizar la dependencia de esas naciones al Imperio.
En ésa crisis, los banqueros y prestamistas, que se supone que también serían afectados por la imposibilidad de pago de sus deudores, fueron, paradójicamente, los más beneficiados, ya que lograron colocar grandes sumas de dinero, a elevados intereses, en naciones que ellos sabían que no podrían honrar la deuda, pero que serían rescatados por la mano salvadora del FMI y el BM (y eso también lo sabían) los cuales en su propio beneficio (el de los banqueros privados) convertirían una acreencia privada en otra pública.
Esta perversa, pero excelente, combinación de acciones entre las transnacionales capitalistas y la cúpula dirigente del imperio, lo que nos demuestra es al servicio de cuales intereses está realmente ésa dirigencia tarifada que utiliza dinero público para acrecentar las ganancias de transnacionales privadas.
Como consecuencia de los compromisos no solo económicos, sino también políticos, militares y hasta religiosos, adquiridos por los países del Tercer Mundo con el Imperio, hoy existe en el globo una cadena de países cuya autonomía esta fuertemente deteriorada en virtud de dichos vínculos. Estas naciones de alto compromiso con el Imperio, conforman lo que, con ironía, llamaríamos el espacio de la Pax Americana en el Planeta.
[1] Marvin Melgar Ceballos. “Ensayo crítico Funciones y Políticas del Banco Mundial mailto:lomax.vision@gmail.com
[2] El Grupo del Banco Mundial: está integrado por cinco instituciones estrechamente relacionadas:
- El Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF)
- La Asociación Internacional de Fomento (AIF)
- La Corporación Financiera Internacional (CFI)
- El Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (OMGI)
- El Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI)
[3] In 1984 he was Chairman of the Commonwealth Prime Ministers' commission into the Developing World Debt Crisis. En 1985 he co-wrote "Debt and Danger" which advocated excusing the Developing World a debt burden which was crippling their fragile economies.
[4] Kissinger Associates, Inc., Firma internacional de consultores fundada y dirigida desde Nueva York por Henry Kissinger,
Brent Scowcroft, y Lawrence Eagleburger.
[5] Amenstop Productions. “Ring of Power”.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo][6] John Perkins. “Confessions of an Economic Hit Man: How the U.S. Uses Globalizations to Cheat Poor Countries Out of
Trillons”. Information Clearing House. 2005
[7] Anthony Wile The Un-sustainability of Modern Capitalism”. An interview With John Perkins
[8] Ver en este trabajo “El Poder del Imperio sobre los Países Deudores” Página 33
[9] Ver en este trabajo “ ¿La Invasión a Irán Sería el Detonante?. Página 99