El argentino que combate en Libia: “Perdí a muchos de mis amigos”
25/08/11 Tiene 23 años y se sumó a los rebeldes al inicio de la revolución. Estuvo en el frente y relata su experiencia.
El chico está más maduro, habla con más solvencia y se para de otro modo. El cordobés Emmanuel Piaggesi apareció hace meses por Bengazi, cuando comenzaba la revolución en febrero pasado, con una computadora que apenas funcionaba y presentándose como estudiante de periodismo. Al poco tiempo, descubrimos que este chico de 23 años se había sumado a los rebeldes y ya andaba con algo de uniforme como iban ellos por entonces, con la casaca o el pantalón camuflados, y tenía su Kalashnikov con el que combatió cerca de Ajdabiya.
Por entonces, Clarín lo entrevistó en el Centro de Prensa que habían montado los revolucionarios en los edificios públicos de la capital rebelde. Ahí aclaró un poco su relato. No era estudiante de periodismo sino un docente de una escuela técnica mendocina de nivel primario que venía de unos meses en los territorios palestinos trabajando con una agencia de asistencia cristiana y quería acompañar la rebelión libia.
Lo encontré sorpresivamente ayer en lo que queda del búnker de Kadafi en Trípoli. Se acercó él para saludar y terminó en un abrazo. Hacía meses que no lo veía y no sabía si seguía vivo o cómo. Está igual de delgado, esta vez con uniforme más completo y con su Kalashnikov al hombro.
“La verdad es me han pasado cosas. Estuve en combates, perdí a muchos amigos, es duro esto, pero llegamos a Trípoli”, comenta por lo que era entonces, cuando nos conocimos, el sueño de casi todos aquí, también de los periodistas: poder cerrar la historia en su final.
¿Qué pasó en esos combates? De todo, siempre es bravo.
¿Pero vos estás bien? Sí, claro, me hirieron en un costado, me pegaron las esquirlas de un cohete. Fue leve, las heridas se fueron.
Muestra la pierna derecha donde pegó el impacto, la cintura y también la sien. No tiene marcas, aunque dice que algo dejó el incidente en el tobillo. Cuenta que durante estos meses en el frente tuvo otro tipo de crisis.
Me sentí incómodo, entonces paré para pensar un poco en lo que estaba haciendo -¿Incómodo en qué sentido? Ideológicamente. La llegada de la OTAN hizo que mucha gente con buenas intenciones defendiera a la dictadura. Y vos sabés lo que es esta dictadura.
¿Y qué hiciste? Me fui un mes. A la Argentina no. Estuve un mes en Egipto, por ahí, quería pensar. Y decidí volver porque yo creo en la gente que estuvo todo el tiempo conmigo. Volví por ellos y no me arrepiento.
¿Estuviste mucho en el frente? Sí, pero nunca vi un ataque de la OTAN. Me salvé de eso. El único que vi fue cuando destruyeron 30 camionetas de los rebeldes.
¿Dijeron que se equivocaron? Bueno, que se equivocaron habrá que verlo.
¿Cuál es tu plan desde ahora? Vine a Trípoli con mi gente hace unos cuatro días, pero nos vamos esta noche o mañana temprano.
¿Adónde? A Sirte, ahora hay que combatir allá.
Sirte, a unos 500 kilómetros de aquí, es la ciudad natal del dictador que aún sigue en manos de tropas leales al régimen. Emmanuel se marcha rápido pero antes cuenta que está con ganas de volver a Argentina. Pero se las tiene que arreglar para el pasaje. Me pide que no relate nada sobre eso porque la última vez que pidió algo por medio de la prensa –un chaleco antibalas– finalmente se lo compró su padre y se lo envió. Sí pide mandar saludos a sus alumnos de la escuela técnica y a Convergencia Socialista, un grupo al que dice no pertenecer pero que le cae bien que haya enviado su adhesión a la causa de estos revolucionarios.
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Que vuelva a la Argentina, y que se cuide la espalda... va a ser fusilado al estilo ruso, con un tiro en la nuca.
Como se le puede a algún militante de izquierda apoyar una alianza pro imperialista.
Ojo, no estoy en desacuerdo con la rebelión en sus comienzos, pero no puede nunca servir bajo el lema de "reformas democráticas" para desbaratar una economía principalmente estatizada y ponerla al servicio directo del capitalismo internacional. Si mal no recuerdo, la crítica de izquierda era que Gadaffi había defeccionado al estrechar lazos con las potencias imperialistas (contratos con el gran capital y demás), y se lo termina derrocando para implementar un CNT conformado por los principales agentes de estas políticas descentralizadoras y privatizadoras. Eso es imperdonable.
Leí por aquí que Gadaffi, era anti marxista. No estoy seguro de ello (no se si adhirió en algún momento de su vida o no), creo que creía poder hacer una versión socialista árabe. Seguro que no estaba de acuerdo con los lineamientos generales del marxismo respecto a la concepción filosófica de la cual proviene, sin embargo, mientras no se muestre enemigo de los sectores comunistas (cosa que dudo mucho que haya hecho en sus principios, pero calculo que no debe ser lo mismo hacia el final de su gobierno), y realice reformas económicas que tiendan a romper con el imperialismo y a avasallar la propiedad privada de los medios de producción (estatizar), considero que puede ser considerado un aliado de los sectores que buscan la Liberación Nacional y Social. Esto claro que no representa los últimos años de su gobierno, pero muchas de las medidas realizadas durante sus "años revolucionarios" se mantenían, y ahora se desmoronaran bajo la rapiña imperial.
En este contexto considero que la lucha de clases será mucho mas desfavorable para los libios, ya que cuentan con un gobierno conformado (y reconocido internacionalmente) por el sector más reaccionario y pro imperialista, que además de contar con el apoyo militar de la OTAN, tendrá el apoyo financiero para iniciar el montaje de una supuesta democracia, anulando a los sectores revolucionarios que puedan existir tanto por las armas, como por las reformas políticas. Lo trascendental es qué ocurrirá con la economía libia, con sus recursos naturales, y con los medios de producción en general.
Con respecto a las organizaciones de izquierda que apoyaron la invasión a Libia, y no digo la rebelión, digo la invasión adrede, ya que IS, si no me equivoco en un comunicado dijo "que las bajas producidas por los bombardeos de la OTAN, no eran tantas", y que ponen a Chavez y a Fidel como agentes de campaña a favor de las últimas dictaduras Nacionalistas Burguesas, y a Fidel como uno de los últimos dictadores; cabe decir que es completamente errado su análisis.
Estamos hablando de países semicoloniales que lograron su independencia con revoluciones nacionalistas, que pueden ser consideradas burguesas, pero que habría que realizar un análisis más profundo de las clases existentes en estos países. Sobre todo porque considero que las revoluciones árabes de post guerra tuvieron un carácter nacionalista revolucionario, que implicó la inclusión de sectores postergados de la población a la vida política, pero por sobretodo un control estatal directo de los medios masivos de producción, o mejor dicho los estratégicos.
Tuvieron políticas de mejora de las condiciones de vida de sus Pueblos, así como reivindicaciones culturales, e históricas. Estos gobiernos fueron degenerando a lo largo de la historia, primero fueron apoyados por la URSS, luego de la disolución de esta tranzaron con el Imperialismo yanqui y europeo. Pero indudablemente tratarlos como si hubiera sido un desarrollo unívoco e inevitable, y como si estos gobiernos actuales fueran lo mismo que hace 50 años, es un error conceptual.
Este error se utiliza para vaticinar lo que puede ocurrir con Cuba (al que repito, que los mas extremos consideran Nacionalista Burgués, y los mas "blandos" burocracia stalinista) o con Venezuela, y parece que estos sectores de izquierda que menciono, para confirmar su teoría, "desean" que ocurra. Prefieren la victoria imperialista que la existencia de gobiernos con cierta indepencia económica y política.
El caso de Gadaffi no es el mismo que el de Mubarak, o el de tantos otros de los que se mantienen en el Magreb a sangre y fuego. Primero porque Gadaffi era un loco peligroso para Occidente, no sabían cuando podía serles funcional o cuando salirles con un martes 13, no era fiable a la hora de controlar Libia como país productor de petróleo de Europa. Luego porque mal que mal, en Libia se mantenía un buen nivel de vida, y la economía no sufrió el nivel de privatizaciones que la egipcia, claro está que son países poblacionalmente muy diferentes. A lo que voy que mientras que el egipcio defeccionó completamente con los ideales de Nasser, Gadaffi mantuvo una política de acercamiento más moderado al imperialismo, y fue forzado a caer militarmente para dar paso a un proceso acelerado de dominación capitalista.
Particularmente creo, que los sectores revolucionarios no acumulan fuerzas en las situaciones más adversas, con una dominación imperialista total y la destruccion total de los sectores antiimperialistas, o revolucionarios clasistas. Posiblemente estemos ante un triunfo aplastante, donde los sectores más reaccionarios que vuelvan atrás muchas de las conquistas sociales del pueblo libio, y aprovechen la situación de poder militar para llevar a cabo las más atroces masacres, para eliminar todo vestigio de resistencia verdaderamente popular. En estas condiciones es imposible vencer al imperialismo.