por Demofilo Lun Feb 14, 2011 8:41 am
SS-18: Realmente tus opiniones sobre estos asuntos me preocupan. El delito es un fenómeno complejo que no se puede analizar tan a la ligera. Además, tiene un componente emocional muy fuerte del cual se aprovechan los medios de comunicación en las sociedades burguesas para reforzar al Estado y su ideología. Hay que manejar estos asuntos con mucho cuidado. Más en concreto, cualquier delito, hasta el más sencillo, como un accidente de tráfico, provoca una cascada de investigaciones prolijas que comienzan con un atestado policial, siguen con una investigación judicial, una acusación, una defensa, un juicio, pruebas, testigos, etc. Sin embargo, los medios de comunicación nos transmiten informaciones lapidarias, sesgadas y unilaterales que conducen inmediata y directamente a una única conclusión, normalmente volcada sobre lo malo que es el responsable del mismo, es decir, que el delito sería consecuencia de factores subjetivos, responsabilidad del autor de unos determinados hechos. ¿Cómo podemos opinar sobre un hecho sin conocer ni lo más mínimo sobre su investigación? ¿Cómo saber lo que ha ocurrido si los medios jamás transmiten lo que el acusado tiene que decir al respecto?
Normalmente las noticias informan de los delitos más atroces y parece que eso es lo que ocurre todos los días. Ese tipo de informaciones son distorsionadoras. El delito no es delito por un acontecimiento moral sino político: delito es aquello que el Estado dice que lo es. Por el contrario, no es delito lo que el Estado dice que no es delito. Aunque un determinado hecho sea delito, si no se persigue es como si no existiera. Hay que tener en cuenta que la policía sólo persigue determinados delitos, no todos. Lo mismo sucede con los fiscales y jueces. Al Estado sólo les interesan determinados delitos. Los demás sirven de floreros para la galería. Lo mismo cabe decir del tratamiento mediático del delito. Hay delitos de los que jamás se informa y parece que no existen; otros delitos, como la corrupción política, sólo se persiguen muy esporádicamente y, sin embargo, generan gran cantidad de información. Cuando nos presentan lo excepcional como normal, pasamos a tener una imagen tenebrosa del delincuente, que el delincuente es una "mala persona" y un peligro que hay que evitar porque quien mata una vez puede repetirlo y seguir matando cada día, etc.
En cualquier sistema civilizado no puedes formar parte de un jurado si tienes prejuicios sobre un determinado delito o el delincuente que lo comete, si tienes algún tipo de interés o si eres parcial. Pero las informaciones sobre los delitos conducen a eso, a un punto de vista unilateral que nos impide "juzgar", es decir, opinar al respecto.
Uno de los tópicos mayores sobre la delincuencia es vincularla a la pobreza. Incluso parece progresista y conduce a pensar que si eliminamos la pobreza eliminamos la delincuencia. Es falso. El delito no está ligado a la pobreza sino que de todos los delitos que existen, la mayor parte la policía no los persigue sino sólo aquellos que cometen los pobres. Por eso las comisarías y cuarteles de policía están en loa barrios más pobres y no en los de lujo. El sistema penal es un instrumento de una clase en contra de otra. Lo que no va a hacer la burguesía es perseguirse a sí misma.
En cuanto a las cárceles, Marx ya explicó su funcionamiento al final del tomo I de "El Capital" cuando habló de las "work houses" y cuál era su origen.