La Fatarella: una insurrección pagesa en la retaguardia catalana durante la guerra civilPelai Pages í Blanch
Universitat de Barcelona
A finales de enero de 1937 tuvo lugar un acontecimiento que, en el marco de la guerra civil que se estaba produciendo, provocó una importante convulsión en la sociedad catalana del momento : una insurrección labradora en la villa de La Fatarella, en la Tierra Alta, que culminó con varias decenas de muertos. La oposición de los labradores del pueblo a la colectivitzación forrzada de la tierra, que pretendían llevar a cabo elementos de la CNT y de la FAI, habría sido la causa. El acontecimiento provocó, al mismo tiempo, una importante grieta en el bloque antifascista catalan que ya estaba viviendo momentos importantes de ruptura entre los partidarios de mantener y profundizar en las conquistas revolucionarias de los primeros tiempos de la guerra -CNT-FAI y POUM, basicamente y aquellos otros que querían frenar el proceso de transformaciones sociales y devolver a una cierta "normalidad republicana" para centrarse en el esfuerzo de guerra -ERC y PSUC-. Las cuestiones derivadas del orden público, que habían sido polemicas desde el inicio de la guerra, tampoco fueran ajenas al conflicto. Pero, consultando la documentación disponible, actualmente, el episodio aparece, como mínimo, polemico. Los Informes que diferentes organismos van elaborar apenas acabados los hechos y el seguido de informaciones e interpretaciones que van aparecer desde las diferentes posiciones ideológicas y políticas generan mucha confusión, tanta que incluso el número de víctimas mortales fue difícil de determinar (1).
La Fatarella entre el caciquismo y la colectivitzación En los primeros momentos todos los testigos coinciden a señalar el caracter conservador y la existencia del caciquismo en una villa que en 1936 tenía 2.293 habitantes, era eminentemente agrícola y disponía de una imrnensa mayoría de los cultivos dedicados al secano. El informe que Tomas Fabregas, que militaba en Acción Catalana Republicana y era delegado de la Junta de Seguridad Interior de Cataluña, escribió sobre los acontecimientos, describe La Fatarella con unas características que no dejan margen a ningún tipo de duda:
"Examinado el asunto de una manera objetiva, encima del terreno y con las pruebas a la vista, es facil sacar la conclusión de que se trata de un pueblo que en su inmensa mayoría ha sido siempre netamente reaccionario (ver los resultados de las elecciones, prensa que se leía, etc.) y que después del 19 de julio se ha emboscado en organizaciones obreras, casi todos en la UGT y alguien en la CNT (en dos de los muertos se los encuentra carné Confederal) pero con los mismos prejuicios y atavismos perniciosos del antiguo régimen. Un pueblo en el cual no han existido ni el 19 de julio, ni el 6 de octubre, ni tanto sólo el 14 de abril. Un pueblo enclavado en la cumbre de una cordillera, en la Terra Alta, perdido en los límites de Cataluña y Aragón, dominado por un puñado de propietarios y terratenientes primitivistas, ex-caciques disfrazados de revolucionarios de este o de aquel color, los cuales, para servir sus móviles egoístas, no han tenido ningún escrúpulo de provocar los hechos sangrientos que todos lamentamos, aprovechándose del conflicto que planteaba el decreto de colectivitzaciones"(2)
En un informe elaborado conjuntamente por un militante del Partido Socialista Unificado de Cataluña, de apellido Climent, y otro de Esquerra Republicana de Cataluña, denominado Oller, delegados también de la Junta de Seguridad Interior (comarcas), a pesar de que es muy crítico con la actuación de las patrullas de control, no deja de señalar que
"no puede negarse que aquella población se ha significado siempre por la influencia de los caciques y que el espíritu de este pueblo no puede haberse cambiado desde el 19 de julio.. . "(3). Y en un tercer Informe relativo a los sucesos ocurridos en La Fatarella los días 25 y 26 de Enero se escribe textualmente que
"este pueblo de La Fatarella se distingue por ser un pueblo rico y de espíritu económico. En el orden político, como pueblo de montaña, y quizás por sus tradiciones, es más bien de matiz reaccionario. Al advenimiento de la República, se formó el partido de Esquerra Republicana. Ocurridos los hechos del 19 de julio y ya en el mes de Septiembre, se constituyen la UGT, Partido Socialista Unificado y Rabassaires que adquieren bastante fuerza"(4).
Todos los testimonios coinciden, pues, en afirmar el carácter "conservador" del campesinado de La Fatarella. Es en este contexto que en el pueblo una docena de farmilias, bajo el control de la CNT, se plantearon constituir una colectivitzación agrícola. A partir de este momento, las interpretaciones sobre que querían hacer los colectivitzadores discrepan abiertamente. La versión de los militantes de la CNT era que se quería proceder a la colectivitzación de aquellas tierras que habían sido propiedad de los facciosos que habían huido durante los prirneros tiempos de la guerra y que se encontraban en poder de labradores que ya las trabajaban anteriormente, mientras que la versión de las víctimas de los acontecimientos y de sus familias era que la colectividad quería intervenir en todas las tierras (5). Fuera como fuera lo cierto era que el tema de la colectivitzación de la tierra había sido ya conflictivo a las comarcas del Ebro y que los impulsos colectivitzadores de deterrninados militantes de la CNT habían provocado conflictos que habían hecho intervenir en otras ocasiones la Consejería de Agricultura de la Generalitat. Ya el mes de octubre de 1936 había dado a conocer una disposición contundente al respeto:
"Ante el hecho que en Cataluña determinados grupos pretenden obligar a los campesinos a colectivitzar sus tierras, tanto las de propiedad como las de arrendamiento, la Consejería de Agricultura más que declarar que nadie esta autorizado para llevar a cabo estas colectivitzaciones pone de manifiesto, el que ya ha estado en otras ocasiones repetido, que el programa de acción aprobado por el Consejo de Economia y las consignas dadas por todas las organizaciones sindicales responsables es de amparar la iniciativa privada y la pequeña explotación familiar. Por su parte, el Consejo de Economia tiene declarado que la colectivitzación de la tierra se tiene que limitar a las grandes fincas incautadas y posteriormente, el nuevo Consejo de la Generalitat declaró que junto a la colectivitzación de las grandes fincas venía a mantener y a estimular la pequeña explotación agrícola. Después de exponer algunas consideraciones sobre la improcedencia del hecho y del deber de que tienen todos los revolucionarios de poner de vuelta a la masa campesina todos los recursos y garantías al objeto de obtener del trabajo agrícola el aumento de productividad que exigen las necesidades de retaguardia, la mencionada Consejería advierte que todos los intentos de colectivitzación que se presenten tienen que ser denunciados sus iniciadores como saboteadores de la normalidad revolucionria (6)
Si hemos que creer el informe de Climent y de Oller, el malestar era fuertemente generalitzado en las comarcas tarraconenses, puesto que
"hace unos días que las Patrullas de Control de Barcelona se personaron en Garcia y detuvieron quince veïns de aquella población, elementos de la UGT, URC y ERC, trasladándolos a Barcelona; esto mismo ocurrió en Vinebre, tres días antes de que ocurrieran los hechos deplorables de la Fatarella, y cuando la comisión de la Junta de Seguridad Interior llega a Móra d'Ebre nos encontramos que la población estaba en plan de protesta, cerrandose las tiendas y abandonando los trabajos del campo, los trabajadores que no pertenecían a la colectivitad" (7). En el caso de la Fatarella, parece que el Comité Regional de Tarragona de la CNT había enviado a la población dos militantes, Josep Mola y Nicolás Santamaria, para organizar la colectivitzación. De vez en cuando también frecuentaba la población un personaje que nadie ha podido identificar y que era conocido como
"Pèl de Ascó"[8]. Que la iniciativa de constituir la colectivización fue la causa del conflicto parece que está fuera de todo tipo de duda. Las discrepancias se plantean a la hora de calificar las actitudes de unos y otras : la visceralidad en la oposición a la colectivitzación procedía del caracter reaccionario de sectores de la población o, como explicaban Climent y Oller,
"por la amenaza de elementos de la colectividad de que si no ingresan en ella se los haría hacer un hoyo y serian enterrados en él los trabajadores que no ingresaran al trabajo colectivo de las tierras" (9).
La reconstrucción de los enfrentamientosEn cualquier caso, es evidente que en enero de 1937 La Fatarella vivía en un estado de agitación social y política considerable, que se agravó a partir del día 22, cuando los representantes de la UGT, PSUC, ERC y la Unión de Rabassaires de la localidad celebraron una asamblea para oponerse en la colectivitzación. Según el informe del juez instructor
"el dia 22 de Enero hubo una reunión de los elementos de la UGT, U de R y Esquerra, para oponerse a la pretendida colectivización en la que parece se redactó un acta de términos violentos, acordándose que el siguiente día sábado no fuera a trabajar ninguno de los afiliados de esos partidos : que una comisión nombrada se trasladara a Barcelona para asistir a un congreso de Rabassaires y se establecieran guardias con gente armada en evitación de posibles acontecimientos" (10). Disponemos del acta de una reunión celebrada efectivamente el viernes día 22 de enero por las organizaciones mencionadas, y respecto de los acuerdos adoptados se señala basicamente la formación de una
"Junta de Unión de las Entidades Antifascistas", en los términos siguientes :
"1º.- Designar una Junta de Unión de las Entidades Antifascbtas que están presentes y asociados a la misma, los que deberán ciega obediencia a las resoluciones y acuerdos de esta Junta la que tendrá como misión la de guardar la más estricta legalidad en todos los actos que se cometan o traten de cometer a la localidad haciéndoles entrar, aunque tenga que llegarse a la coacción física, a cualquier sector, aunque no esté en este acto, que se quiera salir. Es por lo tanto la misión de la Junta, obligar por todos los medios, a que todo el mundo atenga su actuación a aquello que esté legislado, por el cumplimiento de las entidades comprometidas las que facilitarán todo lo quepidan.
2.- Para integrar la referida Junta y por unanimidad quedan designados : Por la UGT, José Cugat Descarrega; por la Izquierda Republicana de Cataluña, Carmelo Rius y Roselló; por el PSUC, José N. Miró; por la Juventud Socialista, Antonio Ardevol y Blanch y por la Unión de Rabasaires, José Vilanova y Canals"(11).
A partir de este momento la situación se complica el domingo 24 por la mañana con motivo de la reunión de un consejo municipal en el cual, según parece, Nicolás Santamaria, uno de los dos militantes de la CNT enviados a la población, tenía que pasar a formar parte del consistorio,
"empezaron a oirse gritos de 'fuera los forasteros" y "a matarlos", subiendo al Ayuntamiento en actitud agresiva José N. Miró (hoy muerto), José Gironés Pascua1 (libre) y Camelo Rius Roselló (detenido gubernativo) para apoderarse de Mola y Santamaria y quizás agredirles, pero esto se evitó, siendo desarmados y trasladados en el automovil de Antonio Guiu, del Partido Socialista de Flix, a Ascó, donde por cierto fueron recibidos por un tal Formigó que les pidió garantías de lo que pudiera pasar en la Fatarella con corregionarios de la CNT"(12). Si hemos que creer la crónica judicial de los hechos, entretanto en el pueblo se localizaron unas bombas que, según parece, eran propiedad de militantes de la CNT, lo cual provocó una gran excitación y aquella misma tarde se registró el local de la colectividad agraria. Según los militantes de la CNT se llevaron dinero, efectos y algunas armas, pero según algunos elementos del pueblo únicamente se recogieron armas y alguna bomba. En este punto la rebelión estaba servida:
"A todo esto, desde algún pueblo de los alrededores se trata de pedir fuerzas de Asalto y Orden Público para mantener el orden, pero en Batea y Gandesa se encuentran al parecer cortadas las comunicaciones, teniendo conocimientos particulares el informante, de que desde luego en Gandesa elementos de la CNT tenían tomado el teléfonoo"(13)La madrugada del lunes 25 de enero llegaban a La Fatarella patrullas de control en número considerable y elementos armados de las poblaciones de las cercanías, que se encontraron la carretera cortada por troncos de árboles. Al entrar, finalmente, al pueblo se inicia un tiroteo que duró todo el día y que provocó la muerte de un miembro de las patrullas de control llamado Cano. También llega a la población Tomás Fábregas, el delegado de la Junta de Seguridad Interior, que antes había pasado por Tarragona, donde se había entrevistado con el Comisario de Orden Público. Este le había comunicado que una hora antes habían pasado ya, en dirección a La Fatarella, Patrullas de Control. Según la versión dada por el propio Fábregas, desde Tarragona marchó hacia Móra la Nova, donde se añadió a la expedición Aracil, en representación de Dionisio Eroles, hacia los Servicios de la Comisaría General de Orden Público. Fábregas da la siguiente versión de su llegada al pueblo :
"*Vareig bajar del coche a continuación acompañado de mi escolta personal, haciendo sacar del mismo la bandera catalana que traía, la cual, enarbolandola, quería mostrarla mientras me encaminaba al pueblo. Cuando estabamos a unos 50 metros del mismo fuimos hostilizados desde diferentes casas; haciendo, *pero, caso omiso continuo mi marcha al interior del mismo. Al llegar a una de las calles, siempre acompañado también del compañero Aracil, de la jefatura de Policía, fuimos nuevamente hostilizados mediante descargas y, entonces, exhibiendo la bandera catalana y haciendo altavoz con las manos, llamando a requerirlos que depusieran su actitud, puesto queiba en representación de la Junta Interior, a hablar con el Consejo Municipal, diciéndolos al mismo tiempo que yo era elemento de Esquerra, a lo cual contestaron con fuego incesante que nos priva de dar un paso más, puesto que tiraban de todas partes" (14).
Fábregas explica que hizo diferentes intentos para parlamentar y que, en ninguno de los casos, no se salió. En una de las ocasiones
"corría un hombre hacia nosotros que salía de las afueras y, cuando estuvo cerca de nosotros lo paramos, preguntándole porqué huía. Enseñándonos el carné de Esquerra Republicana de Cataluña, y dicendo que huía porque lo habían ido a buscar a su casa con intenciones de matarlo y de donde pudo escaparse; añadiendo que todo el pueblo era reaccionario y que también conservan al cura y a dos frailes más con ellos"(15). A raíz de la muerte de otro miembro de las patrullas de control, Fábregas hizo abandonar el pueblo a todas las patrullas, que se quedaron rodeándolo de lejos, para evitar que los responsables de la revuelta huyeran. Al mismo tiempo hizo un llamamiento para que los que quisieran abandonar el pueblo -sobre todo niños y mujeres- lo pudieran hacer: finalmente serían unas cuatrocientas personas, entre mujeres, niños y hombres, los que lo abandonaron. Las mujeres y las criaturas fueron alojadas en Ascó.
En La Fatarella van acabar fent-hi cap, en el transcurso del día 5 de enero, el presidente de la UGT de Tarragona, Josep Pascual, que, si hemos de creer a Fábregas, le aseguró que lo que estaba pasando en el pueblo
"no eran cuestiones sindicales de ningún tipo, puesto que él creía, por las referencias que de dicha población tenía, que era un asunto completamente faccioso", llegaron también el Comisario de Orden Público de Tarragona, Joan Rodríguez, acompañado de dos camionetas de Guardias de Asalto, el jefe de servicios y el secretario general de las Patrullas de Control, Josep Asens y González Batlle, respectivamente, y Martí Rouret, que era el subsecretario de la Presidencia. También acabaría llegando Aurelio Fernández, el secretario general de la Junta de Seguridad Interior.
La tarde del mismo día 25 se produciría la primera matanza en el pueblo : fue con motivo de la ocupación del cementerio y de la errnita de la Virgen de la Misericordia, por parte de las patrullas de control. Y en este punto las discrepancias se acentúan. Según Fábregas, los ocho cadaveres con que se encontró
"habían muerto al tomar la ermita", que estaba junto al cementerio(16). Pero el informe judicial, recogiendo el testigo de Martí Rouret, habla de fusilamientos cometidos en el cementerio después de su ocupación :
"El lunes fueron indudablemente fusilados en el Cementerio José Pellisa, Pedro Suñé, José Cugat, José Pascual Suñé (de 18 *años) y José María Barbeny Mas"(17). Los dos primeros, afirma el informe, eran militantes de organizaciones de izquierda, "destacados de antiguo". Se señala, además, que no fueron las Patrullas de Control quienes llevaron a cabo los fusilamientos, sino elementos forasteros
"instigados por un tal Andrés Suñé (a) Buli, el Pel de Ascó, Santamaria y Mola". Además también habría instigado que se llevaran a cabo matanzas un tal Josep Blanch Anguera. De lo contrario, dentro del interior de la ermita permanecían todavía
"unos cuarenta y ocho campesinos del pueblo, detenidos y custodiados por los de las Patrullas de Mora y Ascó"(18), que, según explicaban Climent y Oller, fueron sacados de la ermita por Fabregas y conducidos hacia la carretera para evitar que se produjesen más fusilamientos. Según el testimonio de Fábregas, una vez vencida la resistencia de la ermita, seguían siendo hostilizados desde el campanario de la Iglesia y las casas del pueblo. Entonces intentó comunicar por el telefono que se encontraba en la ermita con el Ayuntamiento, ofreciendo la negociación para evitar más víctimas, y por toda respuesta recibió dos bombas de mano.
El dia 25 de enero, hacia la tarde, Fábregas, junto con Asens, el Comisario General de Orden Público de Tarragona y el oficial que comandaba las fuerzas de asalto decidieron parar las hostilidades, reforzando el acordonamiento del pueblo, mezclando las patrullas con los guardias de asalto y esperar al dia siguiente para entrar en el pueblo. Pero hacia las 4 de la madrugada del día 26, dos miembros de su escolta lo despertaron para comunicarle que los guardias y las patrullas habían entrado ya al pueblo y habían ocupado el Ayuntamiento.
"En aquel lugar se me entregaron bastantes prisioneros que *vareig hacerlos traer a la carretera. Al volver al Ayuntamiento me enseñaron una bandera monárquica, de tres metros, que la habían encontrado en un cajón de la mesa del Consistorio. Entra en aquel momento el Secretario General de la Junta de Seguridad Interior de Cataluña, compañero Aurelio Fernández, acompañado del vicesecretario de la Presidencia, Martí Rouret y, conjuntamente con ellos, se organizaron los cacheos domiciliarios, qué hicieron hacer por grupos compuestos por tres hombres de Patrullas de Control y tres Guardias de Asalto"(19).
Fabregas sigue explicando que ya muy entrado el día se hizo un llamamiento en todo el pueblo para que se reunieran en la plaza, donde Aurelio Fernández se dirigió a la población
"en términos conciliadores y agradables", si bien, acabado el parlamento, todavía fueron hostilizados desde los tejados. La réplica de los guardas y las patrullas causó dos bajas. Acabada la revuelta, Fábregas, el oficial de los Guardias de Asalto y Asens acordaron dejar en el pueblo veinticinco hombres de las patrullas y veinticinco guardias de asalto como vigilancia del pueblo y para efectuar los cacheos con objeto de encontrar armas. El resultado final de la revuelta, por un lado, fue de 47 detenidos, que fueron dirigidos hacia Barcelona, con carácter gubernativo. El informe judicial, escrito practicamente un mes después de los hechos, el 24 de febrero, decía taxativamente que estos detenidos
"deben ser puestos en libertad pues, aunque en realidad fueron detenidos según informan Fábregas y Aracil todos los que habían tenido alguna participación en los sucesos, es de tener en cuenta las caracterkticas de este movimiento popular, que más que obedecer a influencias reaccionarias, obedecían a la oposición del pueblo para la colectivización de tierras que pretendían los de la CNT y únicamente Benjamín Pascual Suñé, como Presidente o elemento influyente de la UGT, Emilio Pascual Sola, Camelo Rius Roselló que subió al Ayuntamiento para detener a Santamaría y Mola y Rafael Urge1 aparecen con alguna participación en la iniciación del movimiento armado de La Fatarella; en cuanto al resto de los 47 detenidos parece ser que debe ser norma equitativa el que por el Consejero correspondiente se decrete su libertad, y se reintegren a La Fatarella, a cuya población sería conveniente regresaran para que se fueran normalizando los espíritus y tranquilizadas las conciencias"(20)
Respecto a los muertos que hubieron, las discrepancies son importantes. Fábregas habla que las bajas sufridas en el pueblo serían de
"27 a 30", sin distinguir entre las que tuvieron las patrullas y guardias de asalto y los campesinos. El informe judicial, en cambio, habla de veintitrés muertos exhumados en el cementerio de La Fatarella y convenientemente identificados y de otros trece que no fueron encontrados
"y de los cuales el Juzgado tiene la creencia de que están muertos, habiendo recogido también el rumor de que en la carretera, entre Ascó y Flix, habían siete y ocho individuos enterrados y en algún pueblo próximo, algún otro"(21). En cualquier caso
"la casi totalidad de estos treinta y seis individuos, tiene el Juzgado la creencia de que han sido muertos después de detenidos"(22).
La resonancia y las valoraciones de los hechosLas reacciones políticas ante los hechos que habían acabado de ocurrir los días 25 y 26 de enero en La Fatarella fueron irnrnediatas. Y, evidentemente, a continuación se evidencia la grieta existente en el bloque antifascista catalan. Puesto que por la CNT, por la FAI y por el POUM era claro desde el primer momento que el movimiento había sido protagonizado por la quinta columna y se trataba de un movirnento claramente fascista provocado con el objetivo de desestabilizar la retaguardia catalana. El hecho que algunos de los muertos entre la población tuvieran carnés de izquierda era una evidencia más de que las derechas se habían emboscado dentro de determinadas organizaciones políticas y sindicales de la izquierda. Solidaridad Obrera, de Barcelona, el día 26 de enero publicaba ya un artículo con el expresivo título Los fascistas de Fatarella. La
"Quinta Columna" se levanta en armas, en Fatarella (Tarragona) contra la CNT y la FAI, donde, hablaba siempre de la acción de un grupo de fascistas, puesto que
"ningún elemento antifascista ha intervenido en estos sucesos lamentables que no pueden producirse más que en pueblos de índole marcadamente derechista, como era este pueblo donde han ocurrido los sucesos". La mayoría de reacciones de la prensa se *produiren, pero, al dia siguiente, día 27, una vez ya acabados los acontecimientos Solidaridad Obrera seguía hablando, naturalmente, de la autoría de la quinta columna, de acontecimientos fruto
"de un reaccionarismo tradicional y también de un envenenamiento de las conciencias",en la medida en que La Fatarella "es un pueblo de abolengo reaccionario",donde el antiguo cacique tenía carné de la UGT, y la quinta columna se escondía bajo algún carné antifascista
"al que convierte en instrumento,con el que combatir eficazmente la Revolución"(24). En la mismo línea se posicionó el POUM, cuando en "La Batalla" escribía:
"Sólo decimos, advertimos una vez más a los que se sienten dispuestos a permitir la entrada en las organizaciones obreras a toda clase de elementos, que vean a lo que lleva semejante política, la más antiobrera que pueda llevarse. (. . .) Los fascistas que puedan restar en la retaguardia son más peligrosos si logran andar por estos mundos con un carnet que avale su personalidad indeseable"(25).
Que se trataba de una insurrección fascista también lo tenía muy claro Tomás Fábregas, el militante de Acción Catalana Republicana, cuando en su Informe, como
"impresión personal" escribía :
"Hay hechos incontestables. La bandera bicolor, de grandes dimensiones, con el escudo monarquico, encontrada en el Ayuntamiento, flamante, de confección reciente y cuidadosa, qué procedencia sería interesante averiguar; aquel hombre de Esquerra Republicana de Cataluña, el único esquerra del año 1931, que huye del pueblo y se refugia en mis brazos porque los capitalistas vestidos de proletario lo quieren fusilar; aquellos elementos que muchas horas después de haber entrado las fuerzas en el pueblo y de haber hecho un llamamiento pacifista al vecindario, no solamente continúan hostilizando las Patrullas de Control y los Guardias de Asalto, sino que cuando estos se personan en los domicilios a practicar un registro o una detención los reciben a disparos; el cura continuando viviendo en el pueblo, teniendo el mismo ascendiente y actividades de antes; fotografías de los ex-reyes en las casas particulares; emblemas monarquicos; el precedente de que en la población de referencia se ha celebrado concentraciones falangistas, según he podido comprobar por investigaciones hechas y declaraciones de los detenidos, etc., etc., todo esto tapado con carnés sindicales del *prop-passat diciembre demuestra que no son precisamente *rocaments sindicales, los que han motivado el desenlace de los hechos de la Fatarella(26).
Estas posiciones contrastaron desde el primer momento con las que defendían el resto de organizaciones: la UGT, el PSUC, la Unión de Rabassaires y Esquerra Republicana se posicionaron de manera irnmediata ante los hechos planteando la existencia de un conflicto agrario motivado por los impulsos colectivistas de la CNT y negando radicalmente cualquier tipo de implicación política en la revuelta. El mismo día 27 de enero el secretariado de Cataluña de la UGT que, hay que recordarlo, estaba bajo el control de militantes del PSUC, daba a conocer su versión oficial, replicando en primer lugar la nota que el día antes había dado a conocer la CNT, negando el caracter fascista de la revuelta y destacando que se trató de la acción "
del pueblo en masa sublevado contra la colectivización que le quieren imponer"(27). De mal grado se afirmaba que "es posible que dentro de las filas de los campesinos haya algún elemento que haya pertenecido a partidos reaccionarios anteriormente" y que en los acontecimientos había aparecido la quinta columna,
"el agente provocador, el fascista que procura en la retaguardia, sembrando la división, agriando las relaciones entre los dos sectores proletarios y entre los distintos sectores del bloque antifascista, facilitar el avance de los mercenarios de Franco, Hitler y Mussolini". Pero la causa profunda que había provocado los hechos era la indignación campesina,
"el estado de desespero de un pueblo que ve como una minoria quiere imponerle una vida que está en contra de todas sus concepciones y de todos sus intereses"(28)
El PSUC dio a conocer su posición el día 28 de enero, a través de un largo comunicado, firmado por el Comite Central del partido, en el que se explicaba "la verdad sobre los hechos de La Fatarella". En primera instancia negaba que el pueblo fuera reaccionario, como apuntaban varias fuentes, y negaba también la gran influencia que algunos decían que tenía el cura. Para continuación cargar todas las tintas en el tema de la colectivitzación forzada :
"Que ha pasado, pues, en La Fatarella? Una minoría reducida ha querido obligar la gran mayoría a ir a la colectivitzación. La mayoría del pueblo opuso resistencia, por creer que no era oportuna. La minoría, formada por unos doce individuos, quería imponerse, no por la fuerza de la razón y del convencimiento, sino por la fuerza de las armas. Esta conducta creaba un fuerte descontento que se iba convirtiendo en una desesperación sorda". A la hora de hacer la crónica de los hechos y de hablar de los muertos, no tenía ningún tipo de duda de la responsabilidad de los grupos armados que habían llegado a la población y que los muertos
"pertenecían a la UGT, al Partido Socialista y a Esquerra Republicana". En ningún caso, pues, había sido una insurrección fascista, sino que era una acción desesperada de los campesinos de La Fatarella que, a parecer de los dirigentes del PSUC, podía producirse en cualquier otra población de Cataluña(3O).
El Consejo Directivo de la Unión de Rabassaires y otros Cultivadores del Campo de Cataluña, por su parte, dio a conocer su posición en una nota en la cual también dejaba muy clara la existencia del conflicto agrario :
"Los labradores de la Fatarella, que se han levantado contra aquellos que los obligaban, como todos los labradores de todas las comarcas de la Terra Alta y Tarragona, no son fascistas ni han pensado nunca serlo; lo que quieren es continuar trabajando sus tierras y disfrutar de una libertad y de una independencia que nunca habían tenido y que confiaban que la Revolución les traería, no pensando que en nombre de ella pudiera producirse la incomprensión que ha provocado los hechos de La Fatarellan(31).
Esquerra Republicana, a través de un editorial que publicaba "La Humanitat", también daba a conocer su actitud contraria a la colectivitzación de la tierra.
"Ninguna revolución -escribía- no se ha hecho contra el *pages, ni puede hacerse ni podrá hacerse. El tiene la clave de las posibilidades vitales de los paises. Y tiene, además, en nuestro caso, la razón. La razón! La razón de los sudores de toda una vida sobre la tierra que trabaja y que posee y que legítimamente reivindicara contra todos y todo el mundo". Y sin entrar en los hechos concretos de lo que había sucedido en La Fatarella sí que planteaba que
"el desconocimiento del problema del campo catalán, de los intereses legítimos del *pages catalán, convertiría todo Cataluña en La Fatarella"(32).
Todavía se produjeron más pronunciamientos, como la nota conjunta, firmada en Tarragona y Reus, el 27 de enero, por los responsables de los Comites de Tarragona y Reus de la UGT, del PSUC y de las Juventudes Socialistas Unificadas, que en nuevo puntos daban su versión de los hechos(33). La CNT, por su parte, todavía replicó a la versión de la UGT insistiendo en la participación de la quinta columna en los acontecimientos, más allá de desacuerdos sindicales(34). "La Batalla" por su parte publicó una entrevista con unos miembros de las patrullas de control que habían participado en los acontecimientos. Mientras "El Noticiero" publicaba amplios extractos de un extenso relato de los hechos de La Fatarella firmado por J. Arias, uno de las jefes de las patrullas de control(36). El Gobierno de la Generalitat, por su parte, se pronunció corporativamente sobre los acontecimientos después de la sesión extraordinaria, presidida por Lluís Companys y a la que asistieron todos los consejeros, que se celebró el día 1 de febrero. A la salida, el consejero en ninguno, Tarradellas, daba a conocer que
"se ha exarninado también la situación del orden público y muy particularmente los hechos ocurridos en Fatarella que el Consejo ha condenado energicamente y ha acordado hacer una investigación a fondo para exigir todaslas responsabilidades y reiterar al consejero de Justicia las facultades para proceder con toda energía. Cómo es sabido, ha sido designado un juez especial para la formación de esta causa"(37).
Conclusión: el malestar campesino y las colectivizaciones Al margen de cualquiera otro tipo de consideración, del caracter reaccionario o revolucionario del campesinado de La Fatarella -y bien seguro que de "revolucionarios" no debían de ser mucho los labradores de este lugar de la Terra Alta-, era evidente que la cuestión campesina derivada de la colectivización de la tierra estaba provocando problemas y conflictos en aquellas comarcas de Cataluña, muy pocas de lo contrario, donde se estaban produciendo intentos colectivitzadores. Y estos problemas se vinculaban, a la vez, con otro que había aparecido prácticamente apenas iniciada la guerra civil, que era ni menos ni menos que el problema en el entorno del orden público. Pocos días después de los hechos de La Fatarella se produjeron los "hechos de Centelles", que, todo y ser de naturaleza diferente, también tenían como protagonistas las patrullas de control y sectores del campesinado y culminaron con la muerte de varias personas : entre los días 19 y 21 de febrero de 1937 se habían producido enfrentamientos entre elementos arrnados de la CNT y patrullas de control y labradores de la localidad que habían ocasionado la muerte del presidente de las Juventudes Libertarias de Centelles, Salvador Puig Rovira, y de cinco labradores de Sant Martí de Centelles : Santiago Castellar Corts, de 24 años, Josep Mas Pledorca, de 18 años, Josep Fabré Fabré, de 32 años, Isidre Argemí Fabregas, de 24 años y Joan Dantiña Fabrer, de 45 años. Si bien el motivo parece que en esta ocasión se relaciona con unos registros y cacheos efectuados por patrullas en diferentes casas de labradores, era evidente que las preocupaciones volvían a situarse en relación al trato que se estaba dando a sectores de la *pagesia(38).
Era evidente, pues, que los dos temas que más preocupaban respecto al campesinado y al propio proceso revolucionario que se estaba viviendo eran los relacionados con las colectivitzaciones con la orden público. Sobre el primer punto, en la medida en que el decreto de colectivitzaciones y control obrero se había centrado únicamente en la industria, se tuvo que actuar sobre la marcha, generando normas y disposiciones que tenían el objetivo básico de evitar conflictos. Así, el día 17 de febrero de 1937 el gobierno de la Generalitat estudió
"la situación creada en las comarcas del Baix Ebre debido a las colectivitzaciones legales y por la emisión de vales que pretenden sustituir el papel moneda emitidos por entidades particulares o corporaciones locales". Y va a decidir nombrar una comisión que estaría formada por los consellers Calvet, Abad de Santillán, Vidiella y Sbert, a la cual se añadirían sendos delegados de la CNT, UGT, Unión de Rabassaires, ERC y de la Junta de Seguridad. Dos días después los consejeros designados visitaron las comarcas del Baix Ebre y a raíz del informe que presentaron en el gobierno de la Generalitat, este tomó el acuerdo que
"hasta y tanto no sea establecido lo regimen de colectivitzacion y explotaciones agrícolas, se tendrán que cumplir las normas siguientes:
Primero.- Todas las colectivitzacions están obligadas a dejar en libertad efectiva a todos sus miembros a retirarse voluntariamente y reintegrarles las tierras y bienes que aportaron, y que no hayan recibido por otros conceptos.
Segundo.- Todas las colectividades y entidades locales tendrán que respetar los aparceros, propietarios, *masovers, etc. Dejándoles para cultivo las propiedades que ya tenían, aunque los propietarios hayan sido declarados facciosos, con la limitación que la tierra dejada de cultivo tiene que ser trabajada en régimen familiar, y todo el excedente que tenga que ser trabajado en régimen de salario, podrá ser colectivitzado con las disposiciones decretadas por el Consejo de la Generalitat.
Tercero.- Será autorizado el intercambio de brazos entre pequeños propietarios y cultivadores.
Cuarto.- Son declaradas nulas y sin efecto todas las colectivizaciones e incautacions de bienes mueblas e inmuebles que no estén de acuerdo con el Decreto de Colectivizaciones, y estas tendrán que ser reintegradas al Estado interior [o anterior?].
Cinco.- El Gobierno de la Generalitat establecerá disposiciones en breve plazo que regularán el régimen jurídico de la tierra(40). Era, naturalmente, una solución de compromiso para evitar la reproducción de incidentes como el que se había producido en La Fatarella.En cuanto al tema del orden público, que ya se presentaba conflictivo practicamente desde el inicio de la guerra, el verano de 1936, la Generalitat aprobó el día 1 de marzo de 1937 todo un conjunto de decretos de Orden Público, que disolvían la Junta de Seguridad de Cataluña, creaban un nuevo Consejo de Seguridad de Cataluña, una Dirección general de Seguridad, disolvían también los consejos de obreros y soldados y todos los comites y organismos relacionados con el orden público, como las Patrullas de Control, y creaban un Cuerpo único de seguridad interior(41). En este caso, pues, se había echado por el derecho, a pesar de que los *confiictes en el entorno de I'orden público todavíaeran lejos de resolverse, como se pondría de manifesto con los hechos de Puigcerda y la Cerdaña, que acabarían abocando en los enfrentamientos de mayo de 1937. Pero estos eran ya otros conflictos.
1. Es tracta de tot un seguit &informes i documents que es uoben dipositats a i'hiu Montserrat
Tarradellas Macia, de Poblet (a partir &ara AMTM-Poblet) i que, com veurem, recullen versions diierents
dels fets. Hem utilitzat, també, la premsa del moment i la Crbnica Diaria de la Generalitat de Catalunya que '
publicava el departament de Presidencia del govern catala.
2. Es tracta de la "Impressió personal" que acompanya la Informciópresentadapel delegat de la Junta
de Seguretat Interior de Catalunya, Toma Fabregas, referent ak fets ocoweguts al poble de La Fatarella.
Informe mecanografiat, en paper oficial, I'escut de la Generalitat de Catalunya i el segell "Generalitat de
Cataluriya. Seguretat Interior. Patrulles de Conirol", datat a Barcelona el 27 de gener de 1937. Carpeta de
"Problemes Municipals", 8A.3. AMTM-Poblet.
3. Znforme rejkrent alpoble de La Fatarella (Tawagona). 25 degener del 1937. (Que presenten ek companys
Climent del P.S.U.C. i Oller d'E.R.C.). Carpeta de "Problemes Municipals", 8A. 1. AMTM-Poblet.
4. Es tracta d'un informe anonim, mecanografiat, pero que segons tots els indicis va redactar el jutge
especial que es va ocupar d'investigar els esdeveniments, Alfons Rodríguez Dranguet, que ja havia estat jutge
especial instructor dels sumaris per rebel,lió militar del 19 de juliol, ho seria pels fets de maig del 1937 i acabaria
presidint el Tribunal d'Espionatge i Alta Traició de Catalunya. L'informe es troba a la mateixa Carpeta
de "Problemes Municipals", 8A. AMTM-Poblet.
5. L'lnforme relativo a los sucesos ocurridos en La Fatarella los dzás 25 y 26 de Enero último, citat planteja
les dues hipotesis. Mentre l'lnforwze referent alpoble deLa Fatarella (Tarragona). 25 degener del 1937.
(Quepresenten els companys Climent del PS.U.C. i Oller d'E.R.C.) destaca només que "la col,lectivitat s'incauta
no solament de les terres dels facciosos i no solament retingueren les terres que abans de la comarcal
de Móra s'havien incautat, sinó que també les dels parcers i mitjers que feia vint, trenca i fins quaranta
anys que cultivaven, i que ara la revolució les hi havia conquerit per ells".
6. "Cronica diaria de la Generalitat de Catalunya. Departament de la Presid2ncian. 12 d'octubre de 1936.
7, Informe referent alpoble de ia Fatarella Carragona). 25 degener del 1937. (Que presenten els companys
Clnnent delP.S.U.C. i 0lbd'E.R.C.). Carpeta de "Problemes Municipals", 8A. 1. AMTM-Poblet.
8 Segons l'lnforme relativo a los sucesos ocum'dos en La Fatarelka los dzás 25 y 2Gde Enero último, citat.
9, Informe referent alpoble de La Fatarella (Tarragona). 25 degenerdel1937. (Que presenten ek companys
Climent del P.S.U.C. i Oller d'E.R.C.1, citat.
1O. Informe relativo a los sucesos ocurridos en La Fatarella los días 25 y 26 de Enero último, citat.
11. Es tracta de l'acta de la reunió mecanografiada en paper sota membret de "Generalitat de Catalunya.
Seguretat Interior. Patrulles de Control". Carpeta Junta de Seguretat Interior. Patrulles de Control. 146.81.
AMTM-Poblet.
12. Informe relativo a los sucesos ocumdos en ia Fatarella los días 25 y 26 de Ewo último, citat.
13. Ibid. Ibid.
14. Informació presentada pei delegat de la Junta de Seguretat Interior de Catalunya, Tornas Fabregas,
refeaent ak fets ocorreguts al poble de La Fatarella, citat.
15. Ibid. Ibid
16. Ibid. Ibid.
17. Informe relativo a los sucesos ocurridos en ia Fatarella los dám 25 y 26 de Enero último, citat.
18. Informe referent alpoble de La Fatarella CTarragona). 25 degenerdel1937. (Que presenten els companys
Climnt del PS.U,C. i Olk d'E.R.C.), citat.
19. Informació presentada pel delegat de la Junta de Seguretat Inte?for de Catalunya, To& Fabregas,
referent ak fets ocorreguts alpoble de La Fatarella, citat.
20. Informe relativo a los sucesos ocunidos en La Fatarella los días 25 y 26 de Enero último, citat.
21. Ibid. Ibid
22. Ibid. Ibid.
23. "Solidaridad Obrera", 26 de gener de 1937.
24. En torno a los sucesos de b FatareMa. ¡Hay que onatar, y no envenenar, a las masas obreras!,
"Soiidaridad Obrera", 27 de gener de 1937.
25. Los hechos de la Fatarella, una advertencia dolorosa, "La Batalla", 27 de gener de 1937.
26. Informació presentada pel delegat de la Junta de Seguretat Interior de Catalunya, Toma Fabregas,
refcrent als fets ocorreguts al poble de La Fatarella, citat.
27. Nota del Secretariado de Cataluña de la Unión General de Trabajadores sobre los sucesos del pueblo
de Fatarella, "Las Noticias", 27 de gener de 1937.
28. Ibid. Ibid.
29. La vatat sobre ek fets de La Fatarella. El P.S.U. a tots ek treballadols, "Treball", 28 de gener de 1937.
30. Ibid. Ibid.
31. Nota de la Unió de Rabassaires sobre ek fets de La Fatarella, "La Humanitat", 29 de gener de 1937
32. Un símbol, "La Humanitat", 28 de gener de 1937.
33. Sobre lo que ha ocurrido en Fatarella, "Las noticias", 28 de gener de 1937.
34. Lo ocurrido en la Fatarella y la 5" columna con carnet, "Solidaridad Obrera", 28 de gener de 1937.
35. Alerta con lasjiltraciones burguesas. Los sucesos de Fatarella, relatados por los camaradas de las
Patrullas de Control, "La Batalla", 29 de gener de 1937.
36. Los sucesos de La Fatarella. Las patrullas de Control eaplican su intervención, "El Noticiero", 3 de
febrer de 1937.
37. "Crbnica Diaria de la Generalitat de Catalunya. Departament de Presidencia", 1 de febrer de 1937.
38. Sobre els fets de Centelles és interessant 1' INFORME RESERVADO que se emite a petición del
Presidente accidental de la Audiencia Sr. Ragasol, refmente a los sucesos ocurrsdos en Centellas los día 19
al 21 y que se despende de lo actuado por el Juzgado en el sumario desde la noche del 21 hasta la noche
del 23 del corriente. Es tracta de I'informe, presumiblement redactat també per Rodríguez Dranguet, que fou
nomenat jutge especial per aclarir els fets de Centelles i de Sant Martí, i que fou redactat el dia 24 de febrer
de 1937. Es por consultar a la carpeta de "Problemes Municipals", 8A. AMTM-Poblet. També és interessant
la crbnica dels fets que publica el diari "Ultima Hora", el dia 22 de febrer de 1937. El Consell de la Generalitat
es va ocupar d'aquests darrers esdeveniments a la sessió dels consells dels dies 22 i 23 de febrer de 1937,
segons la "Crbnica Diana de la Generalitat de Catalunya. Departament de la Presidencia", d'aquests dies.
39. "Cronica Diaria de la Generalitat de Catalunya. Departament de la Presidencia", 17 de febrer de 1937.
40. "Cronica Diaria de la Generalitat de Catalunya. Departament de la Presidencia", 20 de febrer de 1937.
41 "Cronica Diaria de la Generalitat de Catalunya. Departament de la Presidencia", 1 i 2 de marc de
1937. El ressb dels decrets a la premsa es pot seguir a través de la majoria de diaris, alguns dels quals, con1
"La Humanitat", "La Publicitat", "Diari de Barcelona", "Treball" o "El Diluvio", a les edicions del dia 3 de
marg de 1937 s'hi mostren favorables, mentre "La Batalla" i "CNT" del dia 3 de marc i "Solidaridad Obrera"
del dia 4 de maq es manifesten especialment crítics. Els decrets, finalment, van ésser publicats al "Diari
Oficial de la Generalitat de Catalunya" el dia 4 de marq de 1937.