Para quien sostenga que Los Hechos de Mayo fueron provocados por agentes del fascio infiltrados en CNT-FAI, pasemos a ver qué paso en esos mismos dias fuera de Barcelona, en otras localidades catalanas:
Lo ocurrido a la CNT en Tarragona (Solidaridad Obrera, 14-05-1937)
« A medida que el tiempo pasa, y una vez serenados los ánimos, se van conociendo por nuevas noticias y datos todas las ramificaciones que el vasto movimiento de provocación contra la CNT y la FAI tenia en Cataluña, Y decimos « movimiento », porque, en efecto, todo cuanto ha ocurrido obedecía, como en anteriores trabajos hemos señalado, a un plan largamente meditado por gentes de lealtad dudosa para con la revolución y Cataluña [...]
» LA CONSABIDA TOMA DE LA TELEFÓNICA. El miércoles, día 5, a las ocho de la mañana, se presentaron inopinadamente en el edificio de la Telefónica, gran número de fuezas de policía, con gran lujo de armamento y bombas de mano, dispuestos a tomar por asalto, de un modo violento, ía citada central, de la que en efecto se apoderaron, ya que por parte de los trabajadores que allí se encontraban no hubo la menor resistencia. Una vez dueños por completo del edificio, procedieron a la intervención de las comunicaciones interiores y exteriores, desconectando los teléfonos de la organización confederal y anarquista.
»Cuatro horas más tarde, se celebraba en la Comandancia militar una entrevista entre el compañero Casanovas, en representación de los camaradas de Teléfonos, y el teniente coronel jefe de las fuerzas de la costa, a quien informó detalladamente de los anormales hechas consumados. Celebrada esta entrevista, se acordó retirar la fuerza del primer piso, donde se hallaban instaladas las máquinas, aun cuando quedasen en situación de vigilancia en el vestíbulo. A los 15 minutos de tomado este acuerdo, que en parte y por mutua transigencia solucionaba amistosa¬mente el conflicto planteado, el jefe de policía comunicó a la central que el delegado de Orden público de Tarragona se negaba a cumplir lo pac¬tado en virtud de severísimas órdenes recibidas de Barcelona.
> En tanto se celebraban estas entrevistas y conversaciones telefónicas, nuestros compañeros pudieron observar gran movimiento de gente en el local de Esquerra Republicana, viéndose que numerosos individuos entraban sin armas y salían armados con fusil. Lo mismo, y no con tanto descaro, ocurría en el local del PSUC y Casa del Pueblo.
» UN INTENTO DE ASALTO Y UNA ENTREVISTA EN VANO. En la manana del día siguiente a los hechos que relatamos, comenzó el ataque violento y descarado contra nuestra organización. Determinadas fuerzas iniciaron, con intenso fuego de fusil y lanzamiento de bombas de mano, un infructuoso asalto al local de las Juventudes Libertarias. Rechazado el ataque, y ante la gravedad que la citada agresión suponía, se nombró por nuestra parte una Comisión que se entrevistara con el Comisario de la Generalidad, pidiendo una reunión de todas las fuerzas antifascistas, con el fin de evitar los hechos lamentables que más tarde se consumaron. Puestos al habla con el compañero Comisario de la Generalidad, éste convocó a los representantes de todas las organizaciones políticas y sindicales, negándose a asistir los camaradas de la UGT y del PSUC, por lo cual no se pudo celebrar dicha reunión que, sin duda, hubiera evitado la repro¬ducción sensible y aumentada de los sucesos.
» ASALTO DEFINITIVO AL LOCAL DE LAS JUVENTUDES LIBERTARIAS Y NUEVA REUNIÓN. AI objeto de informarse de lo ocurrido en Tarragona, se desplazaron a las primeras horas de la tarde, hasta la citada capital, los compañeros Castellò y Rueda. A su llegada pudieron escuchar estos camaradas un fortísimo tiroteo, comprobando inmediatamente que se trataba de un nuevo asalto al local de las Juventudes Libertarias, por parte de la fuerza pública, en colaboración con elementos paisanos de otras organizaciones. La enorme violencia de] asalto determinó que esta vez los asaltantes lograran su propósito. En vista de ello, nuestros compañeros convinieron con el delegado de Orden público en celebrar una entrevista en la Comisaría, en presencia de las autoridades. Llegados a dicho centro, conferenciaron con el capitán de aviación de Reus, cama- rada Barbeta, informándole de que sus deseos eran de evitar todo derra- mamiento de sangre, solicitando una reunión de conjunto de todas las organizaciones antifascistas. A dicha reunión acudieron representantes cíe Esquerra Republicana, UGT y PSUC, además de las distintas autoridades militares y del gobierno de la Generalidad.
» LA AVIACIÓN DEL GOBIERNO CENTRAL CONTRA LA ORGANIZACIÓN CON FEDERAL Y ANARQUISTA. Una vez reunidos, el delegado del gobierno central, capitán Barbetá, expuso que tenía órdenes terminantes del gobierno de utilizar todas las armas, incluso la aviación, para someter a la organización confederai y anarquista si ésta no entregaba antes las armas. Nuestros representantes resaltaron entonces la campaña hecha desde Solidaridad Obrera para que todas las armas largas fueran al frente, y que, por lo tanto, estaban dispuestos a entregar las armas, siempre que el desarme fuese general. A tan adecuada respuesta replicó el capitán Barbetá que no podía proceder al desarme de las demás organizaciones, por cuanto éstas se habían puesto incondicionalmente al lado de! gobierno ; a lo que contestaron nuestros compañeros que tampoco la Confederación estaba en contra del gobierno, puesto que también lo integraba.
» Continuó la discusión, y al fin, nuestros compañeros se avinieron a ceder sus indiscutibles derechos, con tal de evitar toda situación violenta que perjudicase la unidad de los trabajadores. Entregaron pues, las armas, asegurando las autoridades que se depositarían en el campo de aviación Ínterin se discutía, por los representantes con fede ral es en el gobierno, el desarme general o la devolución de las mismas, y, desde luego, bajo las condiciones siguientes:
1.) Libertad de todos los deteni¬dos;
2.) Retirar toda la fuerza pública afecta a Tarragona, así como también la perteneciente a los organismos políticos y sindicales, quedando sustituidos por soldados de aviación ;
3.) Respetar las vidas y libertades de todos los compañeros y los locales de 3a organización.
Aceptadas por todas las organizaciones presentes estos puntos, el capitán Barbetá aseguró que, por ningún concepto, permitiría extralimitación de ningún género, así como también que actuaría con toda energía, sancionando severamente aquellos casos que estuviesen en contra de estos acuerdos, fuese quien fuese el individuo u organización que los vulnerase. Con estas palabras quedaron satisfechos nuestros camaradas, en la creencia de que con sensatez y buena voluntad habían evitado hechos dolorosos para todos. Pero su satisfacción duró poco ; pronto se dieron cuenta de que habían sido engañados.
» SURGEN LAS REPRESALIAS. El resto del día en que se celebraron estas reuniones transcurrió tranquilo, pero al amanecer del día siguiente, a eso de Jas tres de la mañana, inesperadamente, fuerzas de Asalto y policía se adueñaron violentamente de la Consejería de Defensa interior, al decir de ellos, en virtud de órdenes superiores recibidas. Y como si el tai asalto fuese una señal convenida, comenzaron entonces las más duras represalias contra los militantes de la CNT y la FAI, incumpliéndose, de este modo, la palabra dada por las autoridades. Pronto las afueras de la población quedaron sembradas de cadáveres de militantes destacados de nuestra organización. He aquí algunos de los encontrados : Mario Berruti, Baltasar Vallejo (del Sindicato-del Transporte marítimo); Mateo Freixas (Transporte terrestre) ; José Gallrsa (Sindicato de la Distribu¬ción) ; Julián Martínez, Ramón Alvarez (Guardia nacional republicana); José Castellví (Sindicato de Oficios varios); Francisco Molina y cuatro cadáveres más que hasta el presente no han sido identificados. Igual-mente fue asesinado, durante esta represión, el destacado militante Rúa, joven anarquista uruguayo, que a raíz del levantamiento faccioso de julio vino a España a combatir al iado de los trabajadores españoles (siguen 22 líneas censuradas con su consiguiente epígrafe)
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Lo ocurrido en Tortosa (Solidaridad Obrera, 16-05-1937)
« El espíritu de fraternidad de nuestros compañeros. En ninguna de las diferentes comarcas de Cataluña había entre los militantes de la CNT y de la UGT mejor avenencia y buena voluntad que en Tortosa. Cuantas dificultades de orden colectivo se presentaban en la localidad y en los pueblos, eran resueltos por los representantes de ambas sindicales con el mayor respeto y transigencia, por lo cual, la armonía entre los trabaja¬dores nunca se veía interrumpida por desacuerdos o polémicas. Y a tal punto de concordia llegaban estas rotaciones, que a pesar de haberse suspendido en toda Cataluña los mítines de conjunto del pasado Primero de Mayo, los compañeros de Tortosa hicieron cuanto les fue posible para que los actos anunciados en su comarca se celebrasen. Por todo esto, nadie podía imaginarse que en Tortosa tuvieran los sucesos ocurri¬dos en Barcelona las sangrientas derivaciones que tuvieron. Nosotros, que hemos sido los primeros en extrañarnos, una vez informados debida¬mente de lo sucedido, vamos a relatarlo para conocimiento de la opinión que es en definitiva quien ha de juzgar.
»El miércoles de la nueva «semana trágica», en que tantos sucesos dolorosos se desarrollaron, y en las primeras horas de la mañana, el jefe de la Guardia nacional republicana de Torlosa, teniente coronel Domenech, al mando de 50 números del citado cuerpo, tomó por asalto el edificio de la Telefónica, previa rotura de la puerta, posesionándose de todas las dependencias y comunicaciones. En vista de semejantes hechos, se destacó una comisión compuesta por compañeros de la CNT al objeto de parlamentar con el jefe de la fuerza, en tanto que los demás camaradas se disponían, ante esta situación de violencia cuya finalidad desconocían, a tomar cuantas posiciones creyeran oportunas para evitar una nueva sorpresa. Puestos al habla nuestros compañeros con los asaltantes de la Telefónica, consiguieron llegar a una avenencia, acordándose que las fuerzas se retirarían del edificio, deponiendo su actitud provocativa, como así en electo lo hicieron. Después de esto, la calma volvió a renacer, sin que hubiera desgracias que lamentar.
»Poco tiempo hubo de durar esta tranquilidad, ya que al anochecer, y amparados por las primeras sombras, comenzaron algunos elementos de la fuerza pública, en unión de otros individuos, militantes de deter¬minados partidos, a disparar reiteradamente contra nuestros compañeros, que temiendo un golpe de mano patrullaban por las calles. Generalizóse el tiroteo por ambas partes, logrando los camaradas de la CNT dominar prontamente a los insurgentes, con lo que se restableció la tranquilidad. Los guardias promotores del conflicto quedaron en calidad de prisioneros, siendo no sólo respetadas sus vidas, sino atendidos de modo que nada les faltase. En cuanto a la dirección y demás servicios de la localidad, encargáronse provisionalmente, v en tanto se aclaraba lo sucedido, ios organismos de la CNT.
»Una vez dominada y normalizada la situación, se recibió en Toríosa la noticia de que a pocos kilómetros de la ciudad se hallaban fuerzas armadas del gobierno de Valencia, y que, según órdenes concretas del Comitc regional de la CNT, no había que oponer a su paso resistencia alguna. Así lo hicieron nuestros compañeros, dando con ello muestras de acatamiento y disciplina a las consignas de la organización. Pero su ieai conducta no se vio correspondida, por cuanto apenas llegadas las fuerzas comenzaron a efectuar detenciones de aquellos a quienes encontraban el carnet confederal. Con esto se iniciaron las represalias.
»Al entrar las fuerzas del gobierno de Valencia por las primeras calles de la ciudad, y como si su llegada constituyese un hecho esperado, salie¬ron de los locales de la UGT, así como de los de todos los partidos, numerosos elementos que, convenientemente armados, comenzaron a efectuar cacheos, detenciones y registros, de tai modo que en pocos minutos el desorden y la confusión adquirieron grandes proporciones. Por su parte, las fuerzas recién llegadas, en vez de restablecer el orden, se sumaron decisivamente a los revoltosos, quedando prontamente la tranquila y laboriosa ciudad de Tortosa a merced de unos cuantos individuos. Comenzaron entonces los registros, los saqueos y las deten-ciones. Las viviendas de los afiliados a la CNT eran asaltadas, apoderán¬dose los nuevos invasores de cuanto dinero, prendas de vestir, objetos o subsistencias encontraban.
»Entre los individuos que más se destacaron en estos actos de pillaje y barbarie, figura un conocido por « Chaparro ». Este sujeto, capitaneando un nutrido grupo, asaltó el edificio donde está instalada nuestra Federa¬ción local de Sindicatos, quemando la bandera de nuestra organización confederal y rompiendo las pancartas de los balcones. Por último, y cumu remate de todo esto, arrancaron y destrozaron una placa que da el nombre de Durruti a una de las calles principales. No contentos con esto, se trasladaron a los pueblos de la comarca, donde continuaron sus saqueos y desmanes, sobre todo en cuantas colectividades campesinas posee la CNT. Incluso en uno de los pueblos por los que atravesaron, en Tivcnys, publicaron un bando según el cual cuantas propiedades habían sido requisadas habían de ser devueltas, a partir de aquel momento, a sus antiguos dueños. Naturalmente, nadie tomó en serio tal desatino : pero este detalle es suficiente para juzgar la ideología de los revoltosos.
A fin de tener más libertad de acción, los provocadores, constituidos en autoridad, dieron en encarcelar a todos aquellos que su capricho determinaba. De este modo, bien pronto los calabozos se vieron atestados ; la matanza vendría después.
» En efecto; en la noche del jueves día seis, el citado « Chaparro », en unión de otros elementos de su cuadrilla y de un guardia de Asalto, cuyo nombre se desconoce, se personó en los calabozos del ayuntamiento, donde estaban detenidos unos veinte compañeros, en unión de un cabo de guardias de Asalto que se encontraba preso por no haber querido disparar contra los trabajadores. Ya en los calabozos, hicieron salir de los mismos, bajo pretexto de que tenían que llevarlos a declarar, a unos cuantos compañeros, entre los que se encontraba el mencionado guardia de Asalto, apellidado Febrer, Antonio Odena y el conocido militante Rogelio Tena. A todos se los llevaron en dirección de Tarragona, conve¬nientemente atados y custodiados. Y ya no podemos decir más, sino que, en efecto, en Tarragona fueron encontrados ; pero cadáveres y arrojados como perros en las afueras. »