El neodarwinismo utiliza la figura de Darwin como si fuere un tótem, se autodenominan herederos de él y no existe nadie que pueda arrebatarles ese “derecho”. Darwin y el neodarwinismo son la misma cosa. Está claro que Darwin nada puede hacer al respecto, pero al contrario que con el revisionismo, estos nunca consiguieron apropiarse del legado de Marx, salvo que llamemos revisionistas a las diversas tendencias que existen en el movimiento comunista. Esta es una notable diferencia que se materializa en la práctica cuando nos referimos al ideario darwinista en sus relaciones con el neodarwinismo.
Es del todo imposible por parte de un marxista, no oponerse a la SN , al gradualismo, al concepto que tienen del “Azar”, a la visión social (sociobiología) de la ciencia y de la linealidad del proceso evolutivo. Conceptos asumidos en su totalidad por el neodarwinismo. En consecuencia, en la práctica cuando criticas estos aspectos que he citado se te tiran a la yugular y te tildan de creacionista (conmigo o contra mí). El Darwinismo es la Biblia de la Teoría Sintética, aunque casi nadie se haya leído el libro de los “orígenes” (para ellos el génisis), ya que se ha convertido en cuasi una religión que se pelea contra otra religión, el creacionismo (polémica artificial)y así evitan la discusión real, su filosofía y su mecanicismo cientificista. Todo esto y aunque les comentes que le están enmendado (tergiversando) la plana al mismísimo naturalista, ellos contestan que el que tergiverso soy yo. Ni te cuento cuando me declaro marxista, entonces apaga y vámonos. Hablar del materialismo dialéctico para argumentarles que no existe ningún fenómeno que se transforme solamente cuantitativamente es lo mismo que hablarles en chino, decirles que el concepto de azar que sostienen es una barbaridad, porque no puede haber mutaciones al azar (acausales) para que la SN las fije después, porque el azar no viene del cielo, tendrá que tener una causa y no podrá ser otra que la interacción del organismo con su hábitat. Demofilo, han convertido el Azar en su Dios, cuando para Darwin, la casualidad (azar) era simple ignorancia. “Hasta aquí he hablado algunas veces como si las variaciones, tan comunes en los seres orgánicos en domesticidad, y en menor grado en los que se hallan en estado natural, fuesen debidas a la casualidad. Esto, por supuesto, es una expresión completamente incorrecta, pero sirve para confesar francamente nuestra ignorancia de las causas de cada variación particular”. “El Origen de las Especies”, pag. 199.
En fin, sólo tienes que pasearte por los foros darwinistas y verás que es lo que dicen de Máximo Sandín, Margulis, Vallejo, Ruse, Lewontin, etc. no es de extrañar que Margulis utilice un lenguaje diplomático para no soliviantar a las hordas neoliberales, aunque últimamente esté “saliendo del armario”.
Está claro que esto ya no se sostiene y, además están saliendo voces autorizadas que claman por un cambio de paradigma, aunque se resisten apañando los nuevos avances en biología evolutiva para que les cuadren las cuentas de su teoría sintética.
Naturalmente que la precaución es poca cuando se olvida lo esencial. Conozco las diferencias que hacen ciertos evolucionistas; los hay solamente gradualistas (cuantitativos), exclusivamente mutacionistas (cualitativos) y los hay que unen el proceso evolutivo admitiendo el gradualismo con el mutacionismo azaroso, dándoles una importancia desigual (por separado) dependido a qué “escuela” se adhieran. Lo que no acaban de asimilar es lo que apuntaba Lenin, la unidad dialéctica; el proceso es cuantitativo en momentos determinados hasta constituir una cualidad “diferenciada”, donde el “todo” no se reduce a la suma de las partes, sin olvidar que la transformación de la cantidad en cualidad se realiza también inversamente.
Otra de mis “guerras” es con el todopoderoso azar al que los darwinistas en general dan un poder cuasi semejante al Dios creacionista.
Una anécdota; "Para ser descarnadamente honesto, pienso que pocas cosas destruirían más mi visión del mundo que la demostración de la necesidad de volver a la teoría de la evolución que se atribuye tradicionalmente a Lamarck. Es una de las pocas circunstancias en las que me ofrecería a comerme mi sombrero" Richard Dawkins: The extended phenotype. Entero posiblemente no tendrá que comérselo, pero por lo menos la mitad seguro que sí. Saludos.
PD; no sé si habrás leído en ensayo de Juan Manuel Olarieta Alberdi “Lysenko – La teoría materialista de la evolución en la URSS”. Por si interesa paso el enlace