En su concepción original, el fin último del Marxismo es una utopía llamada Sociedad Comunista: una sociedad sin clases ni organismos de opresión que implicaría la desaparición del estado.
Pero en el Marxismo, esta utopía o fin último va precedida de una fase transitoria, el estado socialista o dictadura del proletariado.
En contraposición a esta visión de dos fases, el anarquismo propugnó ir directamente a por la utópica fase final, de hecho el llamado Comunismo Libertario o Anarcocomunismo (Una de las principales ramas del Anarquismo) es la auténtica materialización de la utopía comunista.
A día de hoy, podemos hacer un análisis histórico de la cuestión, ya que diversas revoluciones y estados han intentado llevar a cabo el ideario Marxista. Tenemos la URSS, Cuba, China, y algún otro ¿Cuáles son mis conclusiones?
Si bien el ideal último y utópico de la Sociedad Comunista tal como se presenta en la fase final del Marxismo y tal como se presenta directamente en el Comunismo Libertario me parece absolutamente deseable, el uso que hace de esta utopía el Marxismo me parece muy peligroso.
Aunque suene extraño, el plan Marxista para alcanzar la utopía deseada, aún presentándose como una concepción activamente atea, se parece sospechosamente a un planteamiento religioso (Que no espiritual), me explico:
En el planteamiento religioso tenemos la utopía deseada (El cielo, el paraíso, la resurrección, la salvación).
Marx utiliza la Sociedad Comunista de la misma forma.
En el planteamiento religioso, para conseguir ese paraíso o esa salvación, no podemos recurrir a nuestros propios medios si no que necesitamos un salvador, un intermediario, una clase clerical o sacerdotal que nos guiará a esa salvación a cambio de nuestra sumisión y obediencia. En realidad esa clase clerical está manipulándonos para explotarnos.
Marx plantea lo mismo (Y posteriormente Lenin, Stalin y Mao desarrollaron aún más esta idea sacerdotal), para conseguir esa Sociedad Comunista ideal debemos someternos al intermediario y salvador Estado Socialista dirigido por la “punta de lanza de la clase obrera” articulada en un Partido Comunista. Debemos someternos y obedecer a esta estructura estatal, que no deja de ser otra herramienta de dominio y control por parte de una élite sobre la mayoría. Claro que Marx aduce que es una fase temporal, pero también aduce la religión que nuestro paso por esta vida es temporal y merece la pena someterse a sus dictados para una recompensa eterna en la otra vida. Que decir… me suena muy parecido.
Y a las pruebas me remito, ningún estado socialista ha llegado jamás a la fase comunista, la fase transitoria se perpetúa a si misma indefinidamente como excusa para el poder, de la misma forma que el paraíso o día del juicio final tampoco llega nunca.
Por tanto diría que el Marxismo falla estrepitosamente como comunismo, ya que el comunismo nunca llega a aparecer, todo se centra en la fase transitoria que lo ocupa todo, y la utopía final parece tener escasa consideración.
También debo discrepar en la concepción de la lucha de clases como motor del progreso, lo cual es una contradicción con el fin mismo de la cuestión, la abolición de clases, si no hay clases ¿Como va a haber lucha de clases? ¿No será que esta lucha de clases es como la rueda en la que corre sin fin el hámster? ¿Podría una vez más esta lucha hacerse perpetua a conveniencia? Lo deseable, entiendo yo, es la ausencia de clases, no la lucha entre ellas.
Por tanto, debo concluir que el Marxismo y Marxismo-Leninismo no es la vía acertada hacia el comunismo, sea por error o por intencionalidad manipuladora, da igual.
El Comunismo deseado es la utopía final en si misma, no ningún sistema de control que use esta como excusa y cebo.
El auténtico comunismo no puede si no ser anarquista a su vez por definición, como el mismo Marx plantea en su fase final.
Como resultado opino que el camino más acertado al Comunismo es el Comunismo Libertario ó Anarcocomunismo, no el Marxismo-Leninismo.
Debo añadir que estoy en contra de los dogmatismos de cualquier tipo, incluso del dogmatismo de mi propia opinión.
Admito por tanto que en cualquier planteamiento, no sólo hay que tener en cuenta las ideas si no también las realidades de todo tipo (social, económica, cultural, etc.) Dado el actual estado de la humanidad y el planeta tierra, es posible que un cambio directo al comunismo libertario anarquista sea inviable y haya que conceder que el cambio deba ser progresivo, pero como hemos dicho, mucho cuidado con las religiones, de cualquier tipo