Coloco una cita de lo que escribí en el otro hilo, estoy completamente en contra de los tormentos físicos, y los psicológicos (dependiendo que se entiende por estos últimos).
Me parece terrible la violación a la integridad física (la dignidad física) de una persona por parte de una organización que se dice revolucionaria, o por un Estado que se asume como tal, ya que ese tipo de prácticas son las que precisamente se aborrecen por haberlas sufridos en carne propia los revolucionarios. El intento de hacer quebrar a alguien por dolor, o de inflingirle dolor por venganza, considero que es innecesario en cualquier experiencia revolucionaria. Además, tanto el torturado como torturador se ve degradados como personas. El primero por obvias razones, el segundo por verse reducido a sacar confesiones poniendo su empeño y creatividad en ocasionar el máximo dolor a una persona indefensa y reducida.
La tortura constituye una ruptura total de la moral revolucionaria, que debe ser penada duramente. No podemos creer que haremos una revolución socialista, sin la moral revolucionaria como guía de acción. Sin ella, nos convertiremos poco a poco en lúmpenes (y el día de mañana en burócratas al mejor postor, por ser desclazados, faltos de proletarización, etc), al mejor estilo de los fascistas, pero con el aditamento de un mejor discurso.
Las organizaciones revolucionarias tenían códigos de moral muy estrictos (en el caso del PRT ERP, el denominado Libro Rojo, en la guerrilla de Guevara, también eran muy estrictos los códigos de moral), además hay sobrados ejemplos de cómo se puede establecer un nuevo sistema económico y social barriendo (o por lo menos intentándolo) las taras burguesas y prácticas fascistas. Los que le quieren achacar la "tortura" a las organizaciones revolucionarias, son los fascistas que buscan justificar su accionar para con los "rojos".
Como dije en otro momento, franqueza desde el principio, a los mercenarios del capital, ni un minuto de tormentos, paredón y listo, no los queremos, no los necesitamos.
Razion escribió:Personalmente, no me parece cuadrar al mismo nivel, lo que podría ser una práctica de rutina respecto a sonsacar información en función de posibles penalidades y castigos, que llevarlos a cabo. Es decir, si a alguien le prometo el paredón si no colabora, o le prometo que lo voy a "hacer cagar", no es lo mismo que ponerlo en un potro de tortura, hacerle el submarino, sacarles las uñas, y pasarle electricidad. No es lo mismo, en lo que se refiere al trato para con el individuo, ya que hay una violación total a su integridad física, como al que lo aplica ya que comienza a dar rienda suelta a sus deseos reprimidos. A mi entender, una ruptura total de la moral revolucionaria, moral por la que nos debemos manejar, y la que deberá tener el hombre nuevo.
En general, conociendo la modalidad y brutalidad de los regímenes anteriores, aquellos que se derrocan, los revolucionarios tienden a eliminar las prácticas de tortura. No solo en las revoluciones socialistas, también en las burguesas. En la independencia, fueron precisamente los revolucionarios quienes abolieron la tortura porque era el método de rutina de la Inquisición (luego, en las décadas siguientes -con las guerras internas por sobre todo- se fue restaurando como práctica para disciplinar al Pueblo). Nosotros, los latinoamericanos, por historia reciente, tenemos -por lo menos los que nos decimos de izquierda, y los que militamos- un gran odio hacia los torturadores y aborrecemos ese tipo de prácticas, porque sabemos lo que sufrieron nuestros compañeros caídos, de boca de los que la pudieron contar, por eso mi oposición (al igual que la de ArgentoRojo, y supongo que motivada por motivos similares) a la tortura. Es una de nuestras principales banderas y de las prácticas diferenciales entre la "izquierda" y los "milicos". Pueden adjudicarle a los compañeros combativos de los 70, acciones guerrilleras, ajusticiamientos, etc, más nunca torturas, robo de bebés, ni nada de eso. Incluso es uno de los puntos que siempre intentan contrarrestar los fanáticos pro dictaduras con inventos. El de la tortura psicológica, es uno de ellos (y similar al del caso de Ingrid Betancourt para con las FARC): como a un oficial del ejército se lo mantuvo en una celda pequeña (porque lo mantuvieron cautivo en las condiciones de la lucha guerrillera y no le dieron el trato de cautivo noble de la Edad Media) y se suicidó, alegan que fue víctima de la "tortura", psicológica claro, ya que no era maltratado de ninguna forma. ¿Es tortura psicológica cuando se mantiene a un prisionero en condiciones de lucha guerrillera, viviendo de la misma forma que los cuadros guerrilleros?¿Es equiparable y justifica las torturas por parte de la maquinaria represiva del Estado, de manera generalizada y con el único objetivo de instaurar el terror?