¿En qué reunión? ¿Antes o después de leerlo?
¿Antes o después de depurarlo?
Yo nunca había leído nada semejante; más bien todo lo contrario.
javicho II escribió:Dicen que el informe secreto de Krushev al XX congreso, que nada de secreto tenía porque ya la CIA había leído su contenido un día antes, está basado en el libro de A.Orlov "La historia secreta de los crímenes de Stalin".
Demofilo escribió:¿El informe de Kurschev fue aprobado por el CC del PCUS?
¿En qué reunión? ¿Antes o después de leerlo?
¿Antes o después de depurarlo?
Yo nunca había leído nada semejante; más bien todo lo contrario.
Erazmo escribió:Este Hilo espero nunca pierda el interés de los camaradas, y por ello postearé para mantenerlo en los temas del día.
Erazmo escribió:Lo que escribe Demófilo es importante pero solo una parte de la verdad, no estoy diciendo que este mintiendo y nada parecido pero olvida un hecho fundamental, al igual que el camarada Dzerjinskii, y del propio camarada hoxa que sin duda supo lo que realmente pasó, y por seguridad de la pequeña Albania se quedó callado.
Erazmo escribió: Kruschev no hizo ninguna purga en el CC, Molotov perdió su cargo de ministro de relaciones exteriores y con ello automáticamente su puesto en el CC, Malenkov destituído un año antes del congreso de marras ya no era parte del CC.
Ninguno de los dos fue ejecutado o remitido a prisión, incluso el reemplazo de Molotov, schepilov era un miembro del gobierno de Stalin y muy cercano a kaganovitch y Bulganin, era parte del CC y fue reemplazado en el ministerio de relaciones exteriores, por gromyko, después del congreso.
Erazmo escribió: Sin embargo todos los mandos militares apoyaron a kruschev, zhukov-konev-malinovsky-gruschenko, la flor y nata de los vencedores y guías del ejército rojo, todos en su momento alineados con Stalin.
Todos ellos, excepto konev, eran miembros del CC; todos ellos sin excepción esta vez apresaron a Beria, incluso varios meses antes de la versión oficial de acuerdo a lo que señaló su esposa e hija que también estuvieron presas.
Erazmo escribió: Lo más importante fué ¿que hicieron los que se tuvieron que ir?, que hizo molotov o malenkov o kaganovitch (cuñado de Stalin) o schepilov ¡nada! a la edad que tenían y si hubiésen tenido un mínimo de decencia o dignidad habrían protestado, incluso haciendo una declaración clandestina pero nada hicieron solo una partida de cobardes, rastreros y oportunistas.
No hay que ser un tarado para percatarse de que algo ocurría, inmediatamente después del congreso pravda y la propaganda soviética cargaron contra stalin, se rehabilitó a tujachevsky-blucher (petición de los militares según se rumoreó), después a zinoviev-kamenev y los demás. Pero el militante o mando medio del partido ¡que hicieron!, el obrero o el hombre o mujer del pueblo ¡que hicieron! simple y sin rodeos ¡NADA!
Erazmo escribió:Camarada Dzerjinskii, muy posiblemente tengaís razón en vuestro post, y solo un alcance a Bukharin lo "rehabilito" gorbachev y no kruschev, fué en 1988 junto con trotsky; lo curioso es que primero lo "rehabilitaron polìticamente" y después judicialmente; a trotsky lo rehabilitaron solo judicialmente al igual que zinoviev y kamenev, estos sí por kruschev.
Saludos Revolucionarios
Dzerjinskii escribió:Me gustaría saber que opinan, pero yo sospecho que luego de la guerra y ante sus duras consecuencias, se generó en la URSS una situación similar a la que ocurrió cuando termina la guerra civil y contra la intervención y los campesinos no toleraban el comunismo de guerra. Los koljosianos se mantuvieron fieles al partido ante la amenaza nazi fascista, al igual que habían seguido a los bolcheviques ante las amenazas de Denekin, Kolchak Semionov etc. pero terminada la guerra no tolerarían un avance más del partido hacia el socialismo. Si hacia mediados de los años 30, (a pesar de que las mercancías empezaron a ser adquiridas como nunca antes y que la salud y educación publica elevaba el nivel de vida incluso más que en los países capitalistas), los campesinos se resistieron igual a la colectivización, imagínense lo que hubiera significado avanzar más y superar las consecuencias de tolerar la propiedad sobre los productos y el intercambio mercantil con el koljós luego de la guerra. Por el contrario las medidas de los revisionistas demuestran que tuvieron que dar concesiones al koljos. Imagínense las discusiones dentro del partido ante esto. ¿Nos arriesgamos a otra lucha con el campesinado ahora agrupados en koljos y en las condiciones en que nos dejo la guerra o damos concesiones? la repuesta no es para sorprenderse si tenemos en cuenta que la colectivización dejo heridas inclusive dentro del partido y que los koljosianos ya tenían mucha influencia en el partido y el Estado. Creo que el silencio de los comunistas sinceros se debe a que capitularon ante el pragmatismo revisionista que debe haber contado con más de un conflicto grabe, ante la resistencia y los reclamos de los koljosianos, para usar de ejemplo e inmovilizar y hacer dudar a los cuadros leales al socialismo. Yo he sido uno de los más críticos al revisionismo pero no me quedo solo con la explicación de “la traición”. Que hubo traidores concientes de lo que se hacía no hay duda. Pero que la situación concreta de la URSS generaba los argumentos necesarios par dejarse arrastrar por el pragmatismo tampoco deja dudas. Eso creo que explica las vacilaciones y silencios de más de uno en el PCUS. Si otros no cayeron en esto y estaban dispuesto a enfrentar a los revisionistas simplemente no creo que hayan tenido las fuerzas para hacerlo y fueron eliminados uno por uno, ya que solo la confusión que genera el golpe revisionista, como todo golpe desde dentro, le dio una ventaja decisiva a los “pragmáticos”, dejando a los verdaderos comunistas como renegados antipartido, como principistas que no comprendían la situación del momento, como aventureros, como trotskistas. No es casualidad que Kruschev haya rehabilitado a Bujarim.
Saludos
17. Tras la Segunda Guerra Mundial, el debate sobre las leyes de la economía socialista, debate que se había aplazado debido a la guerra, se volvió a intensificar. Se produjo un enfrentamiento sobre problemas específicos16 entre dos corrientes teóricas y políticas básicas, los “mercantiles” y los “antimercantiles” (tovarniki y anti-tovarniki), confrontación que implicó a cuadros del Partido y economistas.
I.V. Stalin, como Secretario General del CC del Partido, estuvo en primera línea de la discusión organizada en el seno del partido y apoyó la dirección antimercantil. Contribuyó a la formulación de las directrices políticas en esa dirección, por ejemplo la fusión de los koljoses y la disolución de las “empresas auxiliares” en los koljoses (que producían materiales de construcción). Se enfrentó a la corriente que presionaba para fortalecer las relaciones mercancía-dinero y rechazaba las propuestas de entrega de medios de producción mecanizada a los koljoses. Reconoció que la producción socialista no es producción de mercancías y, así, la ley del valor no puede reconciliarse con sus leyes fundamentales. Subrayó el papel de la Planificación Central en la economía socialista. Argumentó que los medios de producción no son mercancía, a pesar del hecho de que parecen mercancía “en la forma, pero no en el contenido”. Se convierten en mercancía sólo en el comercio exterior. También reconoció que la operatividad de la ley del valor (de las relaciones mercancía-dinero) en la URSS tenía sus raíces en la producción agrícola cooperativa e individual, que la ley del valor no regula la producción y la distribución socialistas.
La discusión se mantuvo también contra los economistas “de mercado” y los dirigentes políticos que argumentaban que la ley del valor es también en general una ley de la economía socialista. Se planteó una correcta crítica a aquellos economistas que apoyaban la completa abolición de la distribución bajo forma monetaria sin tener en cuenta las limitaciones objetivas que todavía existían en la base productiva de la sociedad del momento.
Un punto débil de este enfoque era la tesis de que los medios de consumo se producen y distribuyen como mercancía. Esta tesis era correcta sólo en lo concerniente a los productos de producción socialista que se destinaban al comercio exterior, así como al intercambio de productos entre la industria socialista y la producción cooperativa e individual. Era incorrecta en lo concerniente a los restantes medios de consumo de la producción socialista, los cuales no son mercancía, a pesar de que no se distribuyan libremente.
Este enfoque estimaba correctamente que, en la URSS, la propiedad cooperativa (koljós) y la circulación de productos de consumo individual bajo la forma de mercancías habían comenzado a funcionar como freno del poderoso desarrollo de las fuerzas productivas porque bloqueaban el pleno desarrollo de la Planificación Central en todo el espectro de la producción y distribución. Esbozaba las diferencias entre las dos clases que cooperaban, la clase obrera y la clase agraria koljosiana, pero también la necesidad de abolirlas mediante la abolición planificada de la mercantilización de la producción agrícola y la transformación de los koljoses en propiedad social20. A comienzos de los años 50, la dirección soviética estimó correctamente que los problemas a nivel económico eran expresión de la agudización de la contradicción entre las fuerzas productivas que se estaban desarrollando y las relaciones de producción que se estaban dejando atrás. El desarrollo de las fuerzas productivas había alcanzado un nuevo nivel tras la reconstrucción de la economía en la posguerra. Un nuevo impulso dinámico para un mayor desarrollo de las fuerzas productivas exigía la profundización y ampliación de las relaciones socialistas (comunistas inmaduras). El retraso en esto último afectaba a: la Planificación Central, la profundización en el carácter comunista de las relaciones de distribución, una participación obrera más enérgica y consciente en la organización del trabajo y en el control de su administración de abajo a arriba, la erradicación de toda forma de producción individual de mercancías y la subordinación de las cooperativas más desarrolladas a la producción social directa.
Había madurado la necesidad de que se ampliaran las relaciones comunistas, de manera consciente, bien planificada, es decir, preparada teórica y políticamente. También había madurado la necesidad de ganar supremacía en aquellos terrenos de la producción social en los que, en el período anterior, el pleno dominio de las relaciones comunistas no era todavía posible (desde el punto de vista de su madurez material, la productividad del trabajo).
La madurez de la ampliación de las relaciones comunistas en la producción agrícola se refiere fundamentalmente a la capacidad de la industria de proveer la correspondiente maquinaria, la capacidad de la Planificación Central para realizar tareas de mejora de la productividad agrícola, la protección ante las inclemencias del tiempo, etc. A pesar del hecho de que a comienzos de los años 50 todavía existían desigualdades en la URSS, se habían creado importantes condiciones previas de mecanización e infraestructuras que permitieron avanzar en tal dirección. El Informe de Progresos del CC al PC(b) en el XIX Congreso menciona una serie de datos que prueban la conclusión anterior – la existencia de 8.939 Estaciones de Tractores, el incremento de la potencia de arrastre de los tractores en un 59% en relación al nivel de la preguerra, la aplicación de la irrigación y los proyectos de reclamación de tierras durante la reconstrucción posbélica, los avances en la fusión de koljoses durante el período 1950-1952 (97.000 koljoses en 1952 frente a los 254.000 de 1950), etc.
No obstante, todavía quedaban pequeños koljoses que tenían que fusionarse para crear otros más grandes en la dirección de la socialización de la producción agrícola, tal como apoyaba la dirección del Partido Comunista (Bolchevique). El objetivo era sacar los excedentes de la producción de los koljoses de la distribución mercantil y su tránsito al sistema de intercambio entre la industria estatal y los koljoses. Se inició también un debate sobre las posibilidades de crear un órgano económico unificado que avanzase hacia un “sector productivo global” que tuviera la responsabilidad de asignar toda la producción de productos de consumo.
La dirección del partido y del Estado adoptó una posición clara en el debate referente al tema de las proporciones necesarias entre la Sección I de la producción social (producción de medios de producción) y la Sección II (producción de bienes de consumo). Defendió correctamente la prioridad esencial de la Sección I en la distribución proporcional planificada del trabajo y la producción entre las diferentes ramas de la industria socialista. La reproducción ampliada y la acumulación socialista (riqueza social), necesarias para la futura ampliación de la prosperidad social, dependen de esta categoría de la producción (Sección I).
Las posiciones y directrices correctas de Stalin y los economistas y cuadros “anti-mercantiles” del PC no lograron conducir a la elaboración de un amplio plan teórico y una correspondiente línea política, capaz de confrontar con las posiciones teóricas y las decisiones políticas orientadas al mercado que se estaban fortaleciendo. Contribuyeron a esto las fuertes presiones sociales, así como las discrepancias, deficiencias y fluctuaciones que existían en el seno de la corriente “anti-mercantil”.
18. La resistencia social (de los campesinos koljosianos, ejecutivos de la producción agrícola y la industria) a la necesidad de una ampliación y profundización de las relaciones socialistas de producción se expresó, a nivel político e ideológico, en la lucha interna del partido a comienzos de los años 50. El duro debate que terminó con la aceptación teórica de la ley del valor como ley del socialismo llevó a decisiones políticas con consecuencias inmediatas y poderosas en el rumbo del desarrollo socialista, en comparación con el período de preguerra, cuando el atraso material había hecho que el efecto de estas posiciones teóricas fuera menos dañino.
Estas fuerzas se expresaron políticamente a través de las posiciones adoptadas en las decisiones del XX Congreso del PCUS, congreso que demostró ser el de la supremacía de la desviación derechista oportunista. Se fueron adoptando decisiones políticas que ampliaban las relaciones mercancía-dinero (potencialmente capitalistas) en nombre de la corrección de las debilidades de la Planificación Central y de la administración de las unidades productivas socialistas.
Para solucionar los problemas que surgieron en la economía se utilizaron medios y vías que pertenecían al pasado. Con la promoción de las políticas “de mercado”, en lugar del reforzamiento de la propiedad social y la Planificación Central, de la homogeneización de la clase obrera (con la ampliación de las capacidades para la multiespecialización, la alternancia en la división técnica del trabajo), de la participación obrera en la organización del trabajo, el control obrero de abajo arriba, se comenzó a fortalecer la tendencia contraria. En tales circunstancias, el nivel de conciencia social comenzó a retroceder gradualmente. Se perdió la experiencia previa y la efectividad de la industria soviética y del movimiento stajanovista en el control de calidad, en la más efectiva organización y administración, en las intervenciones para la conservación del material y el tiempo de trabajo.
Los economistas “de mercado” (Lieberman, Nemtsinov, Trapeznikov, etc.) interpretaron erróneamente los problemas existentes en la economía, no como debilidades subjetivas en la planificación, sino como consecuencias derivadas de la debilidad objetiva de la Planificación Central para responder al desarrollo del volumen de producción, a la variedad de sectores y a la variedad de productos necesarios para satisfacer las nuevas necesidades sociales.
Afirmaban que la causa teórica era la negación voluntarista del carácter mercantil de la producción en el socialismo, la subestimación del desarrollo de la agricultura y la sobreestimación de la posibilidad de intervención subjetiva en la administración económica.
Mantenían que no era posible que los organismos centrales determinasen la calidad, la tecnología y los precios de todas las mercancías y el nivel de los salarios, y que el uso de mecanismos de mercado era necesario para facilitar los objetivos de una economía planificada.
De esta manera prevalecieron, a nivel teórico, las teorías de la “producción mercantil socialista” o del “socialismo con mercado” y la aceptación de la ley del valor como ley del modo de producción socialista (comunista inmaduro), que opera incluso en la fase de desarrollo socialista. Estas teorías fueron la base para la formulación de las políticas económicas.
Stalin, Una vez más sobre la desviación socialdemócrata en nuestro PartidoSi se toma la historia de nuestro Partido desde 1903, en que nació como grupo de los bolcehviques, y se siguen sus etapas posteriores, hasta nuestros días, puede decirse sin exageración que la historia de nuestro Partido es la historia de la lucha de las contradicciones en su seno, la historia de la superación de esas contradicciones y del fortalecimiento gradual de nuestro Partido sobre la base de la superación de esas contradicciones.
(...)
Pero, ¿de dónde proceden esas contradicciones y discrepancias, cuál es su origen?
Creo que el origen de las contradicciones en el seno de los Partidos proletarios reside en dos circunstancias.
¿Qué circunstancias son esas?
Me refiero, en primer lugar, a la presión de la burguesía y de la ideología burguesa sobre el proletariado y su Partido en el ambiente de la lucha de clases, presión a la que a menudo ceden las capas menos firmes del proletariado y, por tanto, las capas menos firmes del Partido proletario. No puede considerarse que el proletariado esté aislado por completo de la sociedad, que se encuentre al margen de la sociedad. El proletariado es una parte de la sociedad, está ligado por numerosos hilos a las diversas capas de la sociedad. Pero el Partido es una parte del proletariado. Por eso, tampoco puede verse libre del contacto y de la influencia de las diversas capas de la sociedad burguesa. La presión de la burguesía y de su ideología sobre el proletariado y su Partido se manifiesta en que las ideas, las costumbres, los hábitos y el estado de ánimo de los burgueses penetran a menudo en el proletariado y su Partido a través de ciertas capas del proletariado, ligadas de una u otra manera con la sociedad burguesa.
Me refiero, en segundo lugar, a la heterogeneidad de la clase obrera, a la existencia de diversas capas dentro de la clase obrera. A mi modo de ver, el proletariado, como clase, podría ser dividido en tres capas.
Una capa la compone la masa fundamental del proletariado, su núcleo, su parte permanente; es la masa de proletarios "puros", que rompió hace ya mucho los lazos con la clase de los capitalistas. Esta capa del proletariado es el apoyo más seguro del marxismo.
La segunda capa la componen gentes salidas hace poco de clases no proletarias, de los campesinos, de las filas pequeñoburguesas, de los intelectuales. Esas gentes proceden de otras clases, hace poco que han pasado a formar parte del proletariado y llevan a la clase obrera sus hábitos, sus costumbres, sus vacilaciones, sus titubeos. Esta capa ofrece el terreno más propicio para el surgimiento de grupos anarquistas, semianarquistas y "ultraizquierdistas" de toda índole.
Finalmente, la tercera capa la compone la aristocracia obrera, la elite de la clase obrera, la parte más acomodada del proletariado, con sus tendencias al compromiso con la burguesía, con su aspiración predominante a adaptarse a los poderosos del mundo, con su afán de "hacer carrera". Esta capa ofrece el terreno más propicio para los reformistas y oportunistas declarados.
A pesar de su diferencia exterior, estas dos últimas capas de la clase obrera constituyen un medio más o menos común, que nutre al oportunismo en general: al oportunismo declarado, cuando predominan las tendencias de la aristocracia obrera, y al oportunismo encubierto con frases de "izquierda", cuando predominan las tendencias de las capas semipequeñoburguesas de la clase obrera, que no han roto aún por completo con el medio pequeñoburgués.
Hubo dos grandes puntos de ruptura en la URSS: el informe Jruschov de 1956, que supone el inicio del rechazo a los principios leninistas, y el programa de reformas de Gorbachov de 1990, que supone el paso a la economía capitalista. El proceso de degeneración comenzó en 1956 y culminó tres décadas más tarde.
El revisionismo de Jruschov inició un periodo de transición del socialismo al capitalismo. Durante este periodo transitorio, los elementos socialistas siguieron luchando contra los elementos capitalistas. Plantear el problema en términos de “dictadura del proletariado o dictadura de la burguesía” es un enfoque escolástico e idealista. Los elementos burgueses, nuevos y antiguos, necesitaron treinta años para consolidar sus posiciones en el terreno político, ideológico y económico y para acabar, etapa por etapa, con todos los elementos socialistas en la sociedad soviética.
La tesis según la cual Jruschov estableció un modo de producción específico – el del capitalismo de Estado, forma superior del capitalismo donde la “nomenklatura” posee colectivamente los medios de producción – era errónea. La experiencia ha demostrado que no se trataba de un sistema de explotación con base económica propia que le permita enfrentarse a los demás potencias burguesas. Durante los periodos de Jruschov y Brezhnev, los nuevos elementos burgueses forjaron sus armas. Cuando fueron lo suficientemente fuertes, se lanzaron al combate por la propiedad privada de los medios de producción.
Si la lucha principal se desarrollaba entre dos fracciones de la gran burguesía, los gorbachovistas tendrían que haber dirigido la punta de lanza hacia el capitalismo de Estado de Brezhnev. Pero sus ataques se dirigieron principalmente contra Stalin y los principios socialistas que él defendió. Gorbachov tuvo el papel de terminar la lucha iniciada por Jruschov y de eliminar definitivamente los últimos elementos socialistas establecidos bajo Stalin.
Sí, pero ni Stalin ni ningún marxista conscuente abstrae de esa forma tan idealista la "psicología de masas" de su base social y material. Como tampoco separa tan arficialmente el análisis dialéctico del análisis materialista.así que el estado de ánimo es una influencia nefasta para ciertas "capas" del proletariado, eso significa que la psicología de masas está presente y es parte del análisis dialéctico, acá suscribo a Stalin sin duda alguna.
La lucha de clases es el motor de la historia mientras no alcancemos la sociedad comunista sin clases. La lucha de clases no solo "está correcta para tomar el poder", sino que continua bajo el socialismo y debe ser profundizada para alcanzar el comunismo. La clase obrera tiene capas diferenciadas según sus condiciones materiales de vida, incluso durante el socialismo. Por tanto, las contradicciones entre estas capas y la posibilidad de que algunas de estas sean arrastradas por tendencias burguesas son verdades que sólo un oportunista negaría. Que esta verdad haya sido utilizada para justificar determinados excesos (y no solo en la URSS, ojo), no significa que bajo el socialismo y en el seno mismo de la clase obrera no haya lucha de clases. Precisamente son los revisionistas como Jruschov y compañía quienes se amparan en los excesos de la etapa anterior para proclamar por decreto el fin de la lucha de clases. De hecho, ése es el contenido principal de su Discurso Secreto. Y, por lo que se ve en tu comentario, parece que tú te posicionas con Jruschov.La lucha de clases está correcta como una manera de tomar el poder, pero no para ser usada para liquidar al camarada de trinchera que porque opina distinto debe ser vencido, esa nefasta política aportó varias paladas de tierra a la muerte del socialismo en la URSS en 1956, y su liquidación administrativa en 1991.
Nadie ha negado la dialéctica del asunto. O no me he explicado bien o descaradamente manipulas lo que digo. Es evidente que, previo al XX Congreso, hay una consolidación progresiva de posiciones por parte de los elementos oportunitas. Pero el caso es que la línea política del PCUS hasta 1956 era proletaria y comunista en lo esencial. La línea oportunista se instaura en 1956. No se trata de cómo nos caigan determinadas individualidades, sino de qué línea política defienden y a qué grupo social representan. Dirás lo que quieras de Molótov o Malenkov (cuyos errores soy el primero en criticar), pero ellos se posicionan contra la línea oportunista del XX Congreso y tratan de reinstaurar la línea comunista en el PCUS. Esto es innegable. ¡Cayeron en desgracia por ello! Otra cosa es que cometieran errores graves debido a la situación que bien ha descrito Dzerjinskii más arriba. Cometieron errores a la hora de combatir el oportunismo, sí, como también los han cometido otros grandes comunistas como Mao, Hoxha o Líster. Pero su posicionamiento fue con la línea comunista y contra las tendencias revisionistas, contra las tesis pro mercado, contra la conciliación con el imperialismo en la arena internacional, etc... Malenkov, de hecho, ya plantea denuncias contra determinadas tendencias burguesas de los directores de fábrica (ya que algunos tendían a considerar las fábricas soviéticas como suyas) en el XIX Congreso.vamos camarada Shenin, el gordinflón kruschev era parte de la capa "en estado puro" antes de 1956; y sobretodo ese diciembre de 1926 cuándo Stalin se "mandaba el discursito descerebrado", y no solo el obeso ucraniano y ¡los demás? acaso estaban pintados; porque malenkov y molotov eran dos parásitos oportunistas ¡todo ese CC en 1956 eran "estado puro", dependiendo del observador tan simple como eso.
Menos mal, entonces, que Stalin no siguió tu consejo. Porque no fue la caballerosidad, sino desarrollar la industria pesada lo que derrotó a los nazis. No eran tiempos muy propicios, con la amenaza de invasión y la quinta columna, para ser caballeroso. Una vez más, tu idealismo histórico nos vende una moral revolucionaria separada de sus condiciones históricas concretas, una conciencia sin ser social que la determine. Y esto no es negar la importancia de la moral revolucionaria, es ponerla en su justa medida, en lugar de elevarla al nivel de un catecismo.Todo eso es relativismo moral, por eso reitero y sostengo las trasgresiones grotescas a la moral revolucionaria marcaron la muerte de la URSS, "Hay que cuidar las cosas pequeñas, como la caballerosidad y buena disposición y amabilidad, porque las grandes, las metas de producción o la preparación de un plan quinquenal, se cuidan solas".
Gagarín escribió:Siempre tuve una duda respecto a una de las polémicas derivadas de este informe y que nadie ha sido capaz de responderme a día de hoy y es: ¿Cómo puede continuar la lucha de clases dentro de un estado socialista si no hay bases materiales para ello(es decir,aceptamos que los medios de producción están socializados totalmente o en su mayoría) y como surge esa contradcción?
Gagarín escribió:Siempre tuve una duda respecto a una de las polémicas derivadas de este informe y que nadie ha sido capaz de responderme a día de hoy y es: ¿Cómo puede continuar la lucha de clases dentro de un estado socialista si no hay bases materiales para ello(es decir,aceptamos que los medios de producción están socializados totalmente o en su mayoría) y como surge esa contradcción?