verdadyreconciliacion escribió:El partido comunista, el partido de los proletarios, debe ser el último partido en ostentar un poder representativo. Por lo tanto estoy de acuerdo en la política de partido único, como medio de organización de la clase proletaria.
Ahora, el partido una vez en el poder tiene tareas concretas, ir gradualmente otorgando el poder al proletariado entero, azuzando la participacion de las masas en el proceso de construccion socialista, y luego trasladarlo en una fase avanzada a los individuos mismos, cuando no existan clases sociales ya.
Yo opino que primero en comites revolucionarios, luego ya avanzado en el tiempo, y desarrollado el socialismo, en comunas mismas. Todo esto mediante revoluciones culturales sucesivas.
Insistir en el partido único es saltarse los datos entregados en la realidad cómo funcionó y funcionaron los sistemas de "partido único" tanto en el socialismo del siglo XX, como los Estados nazifascitas como en diversas dictaduras de derecha e izquierda en el siglo XX, y las consecuencias del monopartidismo fueron desastrozas para la paericipación popular efectiva y para elevar los problemas y anhelos de las masas, incluyendo al teórico proletariado en el poder, el cual no ejercía el poder, aunque eso estuviera en la Constitución, en el estatuto del Partido, en las canciones, en el arte, la TV, el diario, etcétera.
El partido único en la URSS fue coyuntural, inclusive algunos bolcheviques se opusieron a la dictadura del proletariado con partido único como Kollontai y la Oposición Obrera.
La dictadura del proletariado es el proletariado como clase detentadora del poder y capaz de imponer su voluntad efectiva, eso no quiere decir que sea necesario un ÚNICO partido político, una cosa no lleva a otra ni menos aún a un único frente como sucede aún en China y Norcorea, aunque en el caso norcoreano la cosa es más absurda pues TODOS los partidos son jucheanos y kimilsungistas, en la práctica sólo hay un partido, a pesar de las formas. Algunos marxistas critican las formalidades capitalistas y no son capaces de ver más allá de las formalidades en los supuestos regímenes socialistas. En el Caso de China al menos se permite partidos no marxistas, pero sí comprometidos con el socialismo como el Comité Revolucionario del Koumintang Chino.
El partido de vanguardia único con sus revolucionarios profesionales no eliminó la explotación ni fue el mejor medio para lograr la democracia efectiva, por el contrario fue un excelente medio para una nueva forma de explotación. El poder efectivo debe ser ejercido por la clase trabajadora organizada y soberana, no por un puñado de iluminados.