por MargauMonteyR Jue Mar 22, 2012 1:49 am
Que pregunta interesante.
Yo creo que soy atea, aunque no soy una atea fanática. Me explico: a los 13 años, con toda la naturalidad del mundo concluí que era imposible que hubiera un dios todopoderoso que lo controlara todo por la sencilla razón que hasta esa edad había viajado lo suficiente como para conocer distintas culturas y credos. Desde religiones en las que creen en un elefante azul hasta otras con panteones de 56 deidades. Todas tienen algo en común: la fé, la enseñanza de valores, el sentido del bien y del mal, cánticos y rituales, una confianza infinita de los fieles y la presencia de milagros y favores.
Entonces, la explicación más simple (que en ciencia se considera usualmente como la correcta) es que el proceso de confiar en un ser superior forma parte de la naturaleza del pensamiento del ser humano, es inherente a él como el lenguaje, la danza y el canto. De ahí la existencia de esta creencia en cualquier grupo humano, cualquier época, cualquier ubicación geográfica y cualquier grado de desarrollo.
No soy atea fanática porque creo que la religión le da al ser humano un contexto en el cual aprender a diferenciar entre el bien y el mal, le enseña un sistema de valores y le da un sentido de pertenencia a un grupo social.
Todo lo que he dicho es sobre la religión como experiencia humana en sí, no estoy hablando de las iglesias y las organizaciones que la regulan, ese ya es otro tema.
Ahora, ¿quien en su vida no ha sentido una vez o dos la presencia de algun fenomeno inexplicable? ¿Puede haber algo más allá, que nuestros sentidos no pueden captar? No lo sé ¿se trata de un dios unico y omnipresente? de eso sí estoy segura que no.
Sin embargo, a mi me gustan las tradiciones, y me gusta la gente que cree y me encantan las manifestaciones culturales religiosas, no veo la necesidad de exsorcisar eso de la gente. Yo misma pienso criar a mis hijos (cuando los tenga) en el contexto de la religion catolica, bautizarlos y todo, pero darles la informacion necesaria para que llegando a una edad puedan decidir por si mismos si creer o no.