EL ASESINATO TERRORISTA CONTRA KIROV EN 1934 “QUIENQUIERA SE SIRVA DE LA ESPADA, DEBE ATENERSE DE PERDER POR LA ESPADA”
EL ASESINATO TERRORISTA CONTRA KIROV EN 1934, Y EL COMIENZO DE LAS EJECUCIONES EN LA EX UNIÓN SOVIÉTICA DURANTE EL GOBIERNO DE STALIN
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] El 1 de diciembre de 1934 el militante comunista Leonid Nikolayev liquida a balazos al miembro del Buró Político y lugarteniente de Stalin en Leningrado, Serguei Kirov, quien se insinuaba ya como “delfín” del Partido bolchevique. Stalin aseguró que había actuado por orden de Trotski y Zinoviev. Más tarde sería Kruschov quien sostendría que fue por orden de Stalin.
Primero se notició el 17 de diciembre, la relación de Nikolaev con Zinoviev y su “oposición de izquierda” en el XIV Congreso del Partido 1926. Enseguida TASS fue autorizada a informar el 27 de diciembre, el arresto en Moscú de Zinoviev y Kamenev, quienes habían formado con Stalin la troika gobernante entre 1923 y 1925.
Pravda agregaba que tenían “la secreta intención de restablecer el régimen capitalista” y L’Humanité de París, subió la parada internacionalmente el 25 de diciembre con alusión al “grupo terrorista de trotskistas”.
Sergéi Mirónovich Kírov fue un destacado político bolchevique, cargo importante en el gobierno de la ex Unión Soviética. Nacido Sergéi Mirónovich Kostrikov,[] se le asoció el apellido “Kírov” como un alias. Su asesinato fue el detonante de una serie de juicios sumarísimos contra varios dirigentes comunistas.
Kírov nació en Urzhum, pequeña ciudad de la provincia de Vyatka, en Rusia, en una familia de la pequeña burguesía. Su padre, Miron Kostrikov, alcohólico, abandonó a la familia. Su madre murió al poco tiempo y Kirov fue criado por su abuela pero, cuando cumplió los siete años, fue enviado a un orfanato. De 1901 a 1904 asistió a una escuela de oficios en Kazán donde aprendió mecánica. En su juventud se volvió un marxista, por influencia de los alumnos de la universidad local y pronto participó en la impresión de pequeños periódicos. Se unió al Partido Socialdemocráta Obrero Ruso en 1904, en Tomsk, convirtiéndose en un destacado activista. Participó en la distribución de armas a sus camaradas y, ya en 1905, fue elegido para el comité del partido en Tomsk.
Kírov participó en la Revolución rusa de 1905, siendo arrestado por un tiempo. Al salir, se unió a los bolcheviques. En 1906, Kírov fue arrestado de nuevo, esta vez por tres años, acusado de imprimir literatura prohibida. Al ser liberado, empezó de nuevo a trabajar en la causa revolucionaria. De nuevo fue arrestado por los mismos cargos, pero después de un año bajo custodia, Kírov se mudó a Vladikavkaz, en el Cáucaso, donde trabajó para el diario liberal Terek, tomó el nombre de Kirov y se casó con Maria Markus. Hasta la abdicación del zar Nicolás II de Rusia en 1917, permaneció en el Cáucaso.
Cuando regresó de su exilio, Sergéi Kostrikov ya se había cambiado el nombre a Kírov, esta era una práctica común entre los revolucionarios rusos. Lo seleccionó porque “Kir” era el nombre de un rey guerrero del Imperio persa, y en aquella época había sido seleccionado jefe militar de la administración bolchevique de Astracán, desde donde debía comenzar la penetración bolchevique en el Cáucaso, dominado por fuerzas hostiles a estos.
Después de la Revolución rusa de 1917, participó en la consecuente Guerra Civil Rusa hasta 1920. En febrero de 1920 fue nombrado vicepresidente de la oficina creada para extender el gobierno bolchevique al Cáucaso, encabezada por Sergó Ordzhonikidze. En abril, tras la captura de Bakú, se convirtió en uno de los cuatro miembros de la Oficina para la Transcaucasia y poco después fue enviado por Lenin a Georgia, con el fin de desestabilizar esta república controlada por los mencheviques.
En septiembre participó en las negociaciones con Polonia pero en febrero de 1921 estaba de vuelta en el Cáucaso, donde un levantamiento preparado por los bolcheviques, que solicitaron ayuda al gobierno ruso, acabó con la independencia de la república. En 1921 también, se convirtió en la cabeza del partido bolchevique en Azerbaiyán, al frente del comité central de la región hasta 1926. En 1921 fue elegido miembro candidato al comité central nacional del partido y en 1923 ingresó en él.
Kírov apoyó siempre a Stalin en su ascenso al poder frente a las demás facciones bolcheviques durante los años veinte, y en febrero de 1926 se le entregó la jefatura del partido en Leningrado, tras una campaña contra Zinoviev y sus partidarios, desarrollada tras la derrota de éste en el congreso nacional del 18 al 23 de diciembre del año anterior.
Durante el proyecto de colectivización forzada impulsado por Stalin a finales de los años veinte y principios de los treinta, Kírov respaldó decididamente a Stalin, aunque expresó ciertas diferencias con éste en cuestiones internas del partido, como en el castigo a los disidentes, oponiéndose a la ejecución de algunos y procurando su recuperación en el mismo. Durante esta época, Kírov, como dirigente de la zona noroccidental, fue responsable de la construcción del famoso Canal Mar Blanco Báltico.
El 1 de diciembre de 1934, Kírov fue asesinado por Leonid Nikolaev en Leningrado, en el edificio del soviet de Leningrado antiguo Instituto Smolny. Los jueces señalaron que Nikolaev había sido apoyado por Grigory Zinoviev, posteriormente por los partidarios de León Trotski, que estaba exiliado y, más adelante Nikolái Bujarin, con respaldo de ciertos miembros de la policía secreta como Yagoda.
Tras muchos cambios en la acusación a lo largo de la década, la versión oficial final indicaba que:
El asesino, Nikolaev, había sido partidario de Zinoviev, cuyos seguidores en Leningrado habían organizado el magnicidio.
Había recibido las órdenes para el asesinato del Centro Zinoviev Trotsky, dirigido por Trotsky desde el extranjero.
Yagoda, miembro de la Oposición de Derecha dirigida por Bujarin, se había asegurado de que la policía no detendría al asesino y le facilitaría el acercamiento a Kírov.
Los hechos justificaron la detención de Lev Kámenev y Grigory Zinoviev y a otros catorce líderes soviéticos que luego fueron juzgados en juicio público y ejecutados en 1936.
Los enemigos de Stalin lo relacionaron con el asesinato de Kirov, sin que nunca aparecieran pruebas definitivas que lo involucraran con el hecho. Pese a ello, quien quiera saber algo sobre este hecho, lo único que encontrará en Internet en estos tiempos será la afirmación categórica de que a Kirov lo mandó a asesinar el propio Stalin.
Después de la muerte de Kirov, muchas ciudades, calles y fábricas adoptaron su nombre. Una estación de Metro de Moscú también recibió su nombre hasta 1990 cuando fue cambiado por los traidores del socialismo, sin embargo un busto de bronce de Kirov permanece hasta hoy en la estación.
En cambio entre 1939 y 1991, una estatua de bronce y granito de Kírov dominó el paisaje de Bakú, Azerbaiyán, hasta que este país se volvió a convertir en capitalista y la desmanteló.
Si después de más de setenta años los capitalistas y traidores del socialismo siguen odiando a Kirov, no quedan dudas realmente de quienes fueron sus asesinos, por más conjeturas e historias que se tejan y que se elucubren por ellos.
Por tratarse de unos de los acontecimientos más importantes de la época del proceso de la ex Unión Soviética, y de un periodo muy controvertido bajo la dirección de José Stalin. En el cual el asesinato de uno de los más importantes dirigentes comunistas, diera comienzo a una serie juicios y posteriores ejecuciones de otros dirigentes del partido comunista, que han sido con el tiempo motivo de condena a la figura del líder comunista.
Los documentos de la época testifican y echan luz sobre la verdad de los hechos más allá de los sucesos posteriores y del acierto o el error de las medidas tomadas por Stalin y el Partido Comunista de la Unión Soviética de aquel momento.
COMO FUE INVESTIGADO EL ASESINATO DE KIROV
En diciembre 1934 aparecía en las “Comunicaciones sobre la situación de los prisioneros políticos”.
“El primero de diciembre, el secretario del Comité Central del Partido Bolchevique Sergio Kirov, fue víctima de un atentado en Leningrado. Todo el mundo comprende la consternación y la emoción de sus amigos y camaradas, que lo consideraban como una de las fuerzas más preciosas de la Unión Soviética; nadie sería sorprendido de que la dictadura bolchevique hiciera sentir al culpable o a los culpables toda la dureza de la ley.
Quienquiera se sirva de la espada, debe atenerse a perder por la espada.
Traducido al español conforme al informe publicado por la “Izvestia”, órgano del CCE de la URSS.
De la sesión pública de la Sala Militar del Tribunal Supremo de la URSS se abrió el 19 de agosto de 1936 a las 12 h. 10 m. en la Sala de Octubre de la Casa de los Sindicatos. El tribunal quedó constituido: Presidente Ulrich, presidente de la Sala Militar del Tribunal Supremo de la URSS, jurista militar del ejército; vocales: I. Matulevich, jurista militar de cuerpo de ejército, y Nikitchenko, jurista militar de división, vocal suplente del Tribunal I. Goliakov jurista militar de división; ponente: A. Kostiuchko, jurista militar de primera categoría.
La acusación pública está representada por A. Vyschinski, procurador de la URSS
El presidente, V. Ulrich, declara abierta la sesión al interrogatorio de identificación de los acusados y pregunta si no recusan a los miembros del tribunal y al acusador público. No habiendo hecho uso los acusados del derecho de recusación y habiendo renunciado a los defensores, el presidente declara que todos los derechos de la defensa pasan a los mismos acusados: esto es, el derecho de hacer preguntas a los testigos y a los demás acusados, a instruir diligencias durante la vista de la causa, participar en los debates, etc.
Por otro lado, conservan el derecho a hacer la última declaración.
El ponente da lectura al acta de acusación:
ACTA DE ACUSACIÓN
Contra Zinoviev, G.F. Kamenev, L.B. Evdokimov, G.E. Smirnov, I.N. Bakayev I.P., Ter-Vaganian V.A., Mrachkonski S.V., Dreitzer E.A., Goltzman F.S., Reingold I.I., Pikel R.V., Olberg V.P., Beran-Yurin K.B., Fritz David Kruglianski I.I., M. Lurie y N. Lurie acusados de los crímenes.
El 15 y 16 de enero de 1935, la Sala Militar del Tribunal Supremo de la URSS en sesión especial en Leningrado, examinó la causa del grupo contrarrevolucionario clandestino de zinovievistas llamado “Centro de Moscú” y cuyos principales dirigentes, entre los demás condenados en la citada causa eran Zinoviev G.E., Kamenev L.B., Evdokimov G.E. y Balkayev I.P.
La instrucción preliminar y el examen judicial de la citada causa establecieron que la organización llamada “Centro de Moscú” dirigió durante varios años la actividad contrarrevolucionaria de los diversos grupos clandestinos de los zinovievistas, incluida la actividad contrarrevolucionaria del grupo Nikolayev Kotolynov de Leningrado, que el 1 de diciembre de 1934 asesinó infamemente al camarada S.M. Kirov.
El Tribunal comprobó que la organización llamada "Centro de Moscú", como dirigente ideológico y político del grupo zinovievistas de Leningrado, conocía las tendencias terroristas de este grupo y las excitaba por todos los medios.
Esto también tuvieron que reconocerlo los acusados Zinoviev y Kamenev, quienes negaron toda participación en el asesinato del camarada S.M. Kirov y declararon hipócritamente ante el Tribunal que ellos no tenían más que la responsabilidad política y moral del asesinato del camarada Kirov.
Ahora ha quedado de manifiesto que hace año y medio, cuando se inició el sumario de la causa por asesinato del camarada S.M. Kirov, la instrucción y los órganos judiciales no estaban en posesión de todos los datos que descubrían el verdadero papel que, en la actividad clandestina terrorista y de guardias blancos, desempeñaron los zinovievistas de un lado, y los dirigentes de la organización clandestina trotskista, de otro.
Sobre la base de las nuevas circunstancias descubiertas por los órganos de la instrucción en 1936, en relación con el descubrimiento de toda una serie de grupos terroristas trotskistas y zinovievistas, en la instrucción ha quedado de manifiesto que, en realidad, Zinoviev, Kamenev, Evdokimov y Bakayev, condenados en la causa del "Centro de Moscú", no solo estaban al corriente de las tendencias terroristas de sus partidarios en Leningrado, sino que habían sido los organizadores directos del asesinato del camarada S.M. Kirov.
En la instrucción también ha quedado de manifiesto que Zinoviev, Kamenev, Evdokimov y Bakayev y otros acusados en la actual causa, de los cuales se hablará más tarde, eran los iniciadores y organizadores de atentados preparados contra la vida de otros dirigentes actuales del PC de la URSS y del gobierno soviético.
En la instrucción también ha quedado de manifiesto que los zinovievistas llevaron su criminal actividad terrorista en un bloque directo con los trotskistas y con L. Trotski, residente en el extranjero.
Estas nuevas circunstancias descubiertas, dejan sentado sin lugar a ninguna duda:
1.- que a finales del año 1932 se efectuó la unión del grupo trotskista y del grupo zinovievista, que organizaron un centro unificado compuesto por los acusados en la actual causa: Zinoviev, Kamenev, Evdokimov y Bakayev, por los zinovievistas, y Smirnov, L.N., Ter Vaganian y Mrachkovski, por los trotskistas.
2.- que la condición fundamental para la unificación de estos dos grupos contrarrevolucionarios fue el reconocimiento recíproco del terror individual contra los dirigentes del PC de la URSS y del gobierno soviético;
3.- que precisamente a partir de este momento, a fines de 1932, los trotskistas y los zinovievistas, por indicación directa de L. Trotski, transmitida al centro unificado por intermedio de agentes especiales, concentraron toda su actividad hostil al PC de la URSS y al gobierno soviético principalmente en la organización del terror contra sus dirigentes más destacados;
4.- que el centro unificado organizó con este fin grupos terroristas especiales que prepararon una serie de medidas prácticas dirigidas al asesinato de los camaradas Stalin, Vorochilov, Kaganovich, Kirov, Oryoukidze, Shdanov, Kosier, Postychev y otros:
5.- que uno de estos grupos terroristas, del que formaban parte Nikolayev, Rumianzev, Mandelstam, Levin, Kotolynov y otros, condenados por la Sala Militar del Tribunal Supremo de la URSS el 28 y 29 de diciembre de 1934, realizó, el primero de diciembre de 1934, siguiendo las instrucciones inmediatas de Zinoviev y L. Trotski y bajo la dirección inmediata del centro unificado, el infame asesinato del camarada S.M. Kirov.
Las declaraciones de Zinoviev, Kamenev, Evdokimov, Mrachkovski, Bakayev y de una serie de otros acusados en la actual causa han puesto de manifiesto sin dejar lugar a dudas que el único motivo e la organización del bloque trotskista zinovievista fue la tendencia a apoderarse del poder, costase lo que costase, y que la organización de actos terroristas contra los dirigentes más destacados del Partido y del gobierno, fue escogida como el medio único y decisivo de llegar a ello.
Careciendo de todo apoyo en la clase obrera y en las masas trabajadoras de la URSS, habiendo perdido todo su contenido ideológico, sin tener ningún programa político, impregnados de n odio salvaje hacia las victorias socialistas de nuestra patria, los jefes del bloque contrarrevolucionario trotskista zinovievista, Trotski, Zinoviev y Kamenev se han hundido definitivamente en el fango de los guardias blancos y se han asociado y confundido con los peores enemigos del poder soviético, se han convertido en una fuerza organizadora de los últimos residuos de las clases explotadoras aniquiladas en la URSS. En su desesperación y en su odio han recurrido al más cobarde medio de lucha contra el gobierno soviético y contra los dirigentes del PC de la URSS, al asesinato político.
Al principio, ante los primeros triunfos del socialismo en la URSS no habían perdido la esperanza de que surgieran dificultades que, según sus cálculos, el poder soviético no podría salvar. Pero al ver más tarde que estas dificultades eran salvadas con éxito y nuestro país salía victoriosa de esas dificultades, ellos jugaron abiertamente la carta de la complicación de las relaciones internacionales, de la guerra y la derrota del poder soviético.
No viendo ninguna perspectiva favorable, tomaron las armas, organizaron grupos terroristas clandestinos, y pusieron en acción el medio más innoble de lucha, el terror.
Actualmente, los conjurados trotskistas zinovievistas no motivan ya su lucha contra el PC de la URSS y el poder soviético con la llamada política errada del Partido y del gobierno soviético con la afirmación de que el PC de la URSS y el poder soviético llevan al país a su perdición, como antes pretendían mentirosa y calumniosamente.
Para ellos, ahora, la razón principal del empleo del terror son los triunfos de la construcción del socialismo en la URSS, el triunfo del impulso cultural y económico del país, triunfo que, al demostrar el fracaso ideológico y político de los trotskistas zinovievistas, aumentó aún más su odio contra el poder soviético y reforzó sus deseos de vengarse en el poder soviético de su fracaso político mediante el empleo del terrorismo.
A pesar de sus negativas persistentes, el acusado Zinoviev, bajo el peso de las pruebas que le presentaron los órganos de la instrucción, tuvo que reconocer que:
“...el centro trotskista zinovievista se imponía como misión principal el asesinato de los dirigentes del PC de la URSS y en primer lugar el asesinato de Stalin y el de Kirov”.
Otro miembro de este centro, el acusado Reingold, declaró en el interrogatorio el 3 de julio de 1936:
“...La cuestión principal sobre la que todos los participantes del bloque estaban de acuerdo era el reconocimiento de la necesidad de consolidar todas las fuerzas para apoderarse de la dirección del Partido. Yo he de reconocer que la misión fundamental del bloque trotskista zinovievista era suprimir por la violencia a la dirección del PC de la URSS y del gobierno soviético y ante todo a Stalin. Hacia fines de 1932, el centro tomó la decisión de organizar la lucha terrorista contra la dirección del PC de la URSS y el gobierno. Yo sé que la parte trotskista del bloque recibió de L.D. Trotski instrucciones para que emprendiera el camino del terror y preparara atentados contra Stalin”.
Esto lo comprueban terminantemente las declaraciones del acusado Kamenev en el interrogatorio del 23 de julio de 1936. El acusado Kamenev declaró:
“...El hecho de que el país haya salido de sus dificultades, el triunfo de la política del CC del PC de la URSS produjeron en nosotros un nuevo acceso de rabia y de odio contra la dirección del Partido, y en primer lugar contra Stalin”.
“...Nosotros, esto es, el centro zinovievista de la organización contrarrevolucionaria cuya composición he dado más arriba, y la organización contrarrevolucionaria trotskista, en persona de Smirnov, Mrachkovski, y Ter Vaganian, tratamos en 1932 de la unificación de las dos organizaciones contrarrevolucionarias, es decir, zinovievista y trotskista, con vistas a la preparación en común de la ejecución de actos terroristas contra los dirigentes del CC, y en primer lugar contra Stalin y Kirov”.
“...Lo principal consiste en que Zinoviev y nosotros, esto es yo - Zinoviev, Evdokimov, Bakayev y los dirigentes trotskistas, Smirnov, Mrachkovski, Ter Vaganian, decidimos en 1932 que el único medio a través del cual podíamos esperar llegar al poder, era la organización y ejecución de actos terroristas contra los dirigentes del PC de la URSS; en primer lugar, contra Stalin. Precisamente sobre esta base de lucha terrorista contra los dirigentes del PC de la URSS se llevaron a cabo negociaciones entre nosotros y los trotskistas con vistas a la unificación!”.
A continuación, el acusado Kamenev declara:
“...nosotros habíamos jugado contando con el carácter insuperable de las dificultades por que atravesaba el país, de la situación en crisis de la economía, de la quiebra de la política económica en la dirección del Partido. Pero hacia el segundo semestre de 1932, se vio claramente que habíamos perdido.
Bajo la dirección del CC del PC de la URSS el país, venciendo las dificultades, avanzaba victoriosamente por el camino del impulso económico. Nosotros no podíamos dejar de verlo.
Podría creerse que nosotros debíamos haber cesado la lucha; sin embargo, la lógica de la lucha contrarrevolucionaria, la sed desenfrenada de poder, desprovista de todo principio, nos llevó por otra dirección. El hecho de que el país hubiera salido de sus dificultades, el triunfo de la política del CC del PC de la URSS, provocaron en nosotros un nuevo acceso de rabia y de odio contra la dirección del Partido, y en primer lugar contra Stalin”.
Esto también ha sido confirmado por el acusado Evdokimov que el 10 de agosto de 1936, hizo declaraciones detalladas sobre la organización del centro unificado y sobre sus posiciones terroristas. A la pregunta hecha por la instrucción: “¿Sobre que base se formó el bloque trotskista zinovievista?” el acusado Evdokimov declaró:
“Mrachkovski dijo: “Las esperanzas puestas en el fracaso de la política del Partido, hay que considerarlas como condenadas. Los medios de lucha empleados hasta ahora no han dado resultados positivos. No queda más que un solo camino de lucha, es el camino de la supresión por la violencia de la dirección del Partido y del gobierno... “Viendo que estaba de acuerdo con él, Mrachkovski, sin temer ya que no le apoyara, prosiguió: "Hay que desembarazarse de Stalin y de otros dirigentes del Partido y del Gobierno. Esta es la principal misión”.
Entonces Mrachkovski me comunicó que los trotskistas habían recibido de Trotski instrucciones sobre la necesidad de organizar atentados terroristas contra los dirigentes del Partido y del gobierno, que Trotski a pesar de encontrarse fuera de la URSS definía acertadamente las tareas de la lucha contra la dirección del PC de la URSS.
“Además, en virtud de la misma lógica de la lucha, Mrachkovski mismo, y otros trotskistas habían llegado a la conclusión de que el camino del terror era el único camino de lucha que les quedaba.
“Smirnov expresó la misma opinión que Mrachkovski. En conclusión, Marchkovski y Smirnov propusieron unificar las fuerzas de los trotskistas y de los zinovievistas y emprender la creación de grupos terroristas clandestinos para ejecutar actos terroristas contra los dirigentes del Partido y del gobierno”.
Análogas declaraciones hizo Reingold I.I., miembro del centro terrorista de Moscú, quien declaró lo siguiente:
“...Yo me entrevisté con Kamenev en la segunda mitad del año 1933, así como en 1934, en su domicilio, calle Karmanitski, en Moscú. Kamenev juzgaba la situación aproximadamente como Zinoviev, apoyando sus conclusiones en un análisis de la situación económica y política del país. La conclusión de Kamenev era que en todo caso no se iba hacia una catástrofe sino hacia un ascenso y que por esta razón eran vanas todas las esperanzas de un derrumbamiento automático y que la dirección actual era como una roca de granito demasiado dura para que pudiera partirse sola. Kamenev sacaba la conclusión de que habría que partir la dirección”.
“Repetidas veces Kamenev citó estas palabras de Trotski: “Todo está en la cumbre y por eso hay que derribar a la cumbre".
“Kamenev abogaba por la necesidad de una lucha terrorista, y en primer lugar del asesinato de Stalin, indicando que este era el único medio de llegar al poder. Recuerdo sobre todo su cínica declaración: "La peculiaridad de las cabezas es que no vuelven a brotar”.
Kamenev proponía preparar a los militantes del terrorismo. Decía que el nuevo bloque se distinguía del antiguo bloque de oposición, en que pasaba a las acciones terroristas activas.
Y después dice:
“...yo ya he declarado más arriba que el bloque unificado trotskista-zinovievista no tenía ningún programa político nuevo. Se partía de la vieja plataforma caduca, y nadie entre los dirigentes del bloque se ocupaba por la elaboración de un programa político, aunque fuese un tanto completo y coherente. La única cosa que unía a este bloque dispar, era la idea de la lucha terrorista contra los dirigentes del Partido y del Gobierno.
De hecho, el bloque no era más que una banda contrarrevolucionaria terrorista de asesinos que intentaban apoderarse del poder en el país, fuese por el medio que fuese”.
El acusado Smirnov I.N., en su interrogatorio del 5 de agosto de 1936, reconoció también que ya en 1931, durante su estancia en Berlín, celebró una entrevista con el hijo de L. Trotski, Sedov.
Smirnov I.N., declara:
“...durante nuestra entrevista, L. Sedov, analizando la situación de la Unión Soviética, expresó la opinión de que en las actuales condiciones, únicamente se podía llegar a un cambio de la situación general del país, suprimiendo por la violencia a los dirigentes del PC de las URSS y del Gobierno soviético”
“... yo reconozco que la orientación hacia el terror como único medio capaz de cambiar la situación en la Unión Soviética, la conocí en una entrevista que tuve con Sedov en 1931 en Berlín, como posición suya personal. Yo reconozco que esta posición, en lo que concierne al terror, fue reiterada por L. Trotski en 1932, en sus instrucciones personales que me transmitió por intermedio de V. Gaven.
"Yo reconozco que Ter Vaganian, que de acuerdo conmigo llevaba las negociaciones en nombre del grupo trotskista con los izquierdistas y los zinovievistas, formó en 1932, con Kamenev, Zinoviev, y con el grupo Lominadze, un bloque para la lucha en común contra el PC de la URSS y el Gobierno soviético y que este bloque tenía como base las instrucciones de L. Trotski sobre el terror contra los dirigentes del PC de la URSS y el Gobierno soviético”.
El acusado V.A. Ter Vaganian ha confirmado estas declaraciones del acusado Smirnov y ha reconocido su participación en el centro unificado, así como la participación de los acusados Smirnov I.N., Mrachkovski, Zinoviev y Kamenev.
El acusado Ter Vaganian ha reconocido que:
“... la organización trotskista dirigida por Smirnov I.N. en su actividad contrarrevolucionaria, cultivaba especialmente el odio y la furia contra la dirección del PC de la URSS. Este odio era lo que formaba la base de este bloque”.
El acusado Ter Vaganian ha reconocido igualmente que en 1931,
“Sedov recibió a Trotski, para transmitirle a Smirnov I.N., y a toda la organización trotskista clandestina de la URSS, unas instrucciones especiales con el fin de pasar a los métodos de lucha más activos y más agudos contra el Partido y su dirección”.
Confirmando las declaraciones del acusado Mrachkovski sobre esta cuestión, Ter Vaganian declaró:
“Mrachkovski tiene razón al decir que el bloque trotskista-zinovievista ha sido efectivamente organizado sobre la base del reconocimiento de la necesidad de la lucha contra la dirección del Partido y del gobierno por medio del terror”.
Así que está fuera de dudas que el bloque trotskista zinovievista se transformó en un grupo de aventureros políticos sin principios, un grupo de asesinos que no aspiraba más que a una sola cosa: llegar al poder aunque fuese por medio del terror.
Tal es el único y completo “programa” de esta asociación de asesinos políticos.
El acusado Pikel R.V. ha hecho igualmente en la instrucción previas declaraciones de las cuales se desprende que el terror fue la única base de la unificación de los trotskistas y zinovievistas en 1932. En el interrogatorio del 23 de julio, Pikel declara:
“De acuerdo con la información que nos comunicó Reingold a principios del año 1934, el Centro contrarrevolucionario unificado del bloque trotskista zinovievista para toda la URSS decidió dar, mediante los esfuerzos de los trotskistas y zinovievistas, un golpe fulminante al PC de la URSS por medio de una serie de actos terroristas cuyo fin era decapitar a la dirección y apoderarse del poder.
El centro del bloque trotskista zinovievista para toda la URSS planteó resueltamente en ese momento la cuestión de la necesidad de una “intervención quirúrgica” comprendiendo con ello el terror, para cambiar radicalmente la situación del país. Con ese fin, el Centro dio instrucciones de emprender una selección de hombres llenos de odio contra la dirección del Partido, dotados de una gran fuerza de voluntad capaces de cometer atentados terroristas contra los jefes del PC de la URSS”.
De conformidad con la línea del bloque clandestino trotskista zinovievista que tendía a apoderarse del poder por todos los medios, los participantes en este bloque, han practicado ampliamente la doblez como método especial y fundamental en sus relaciones con el Partido y el gobierno, llevando esta doblez hasta proporciones monstruosas y convirtiéndola en un sistema que podrían envidiar cualquier Azef y Malinovski, cualquier Okrana con sus confidentes, sus provocadores y sus agentes encargados de actos de sabotaje.
Una de las tareas más importantes del bloque trotskista zinovievista era disimular por todos lo medios posibles su actividad contrarrevolucionaria y la organización de actos terroristas.
El acusado Reingold declaró sobre esta cuestión:
En 1933, 34, Zinoviev, en su domicilio, me dijo, estando solo con él: “....la principal tarea práctica es organizar el trabajo terrorista de modo suficientemente conspirativo para no comprometerse en nada”, “....delante del juez de instrucción, lo esencial es negar toda ligazón con la organización. En caso de ser acusado de actividad terrorista hay que negarlo categóricamente, argumentando que el terror es incompatible con las opiniones bolcheviques marxistas”.
L. Trotski, daba también análogas instrucciones, recomendando que en caso de cometerse actos terroristas había de desolidarizarse con ellos y “adoptar una posición análoga a la que adoptó en su tiempo el comité central socialista revolucionario, frente a madame Kaplán”, que disparó contra V. I. Lenin.
El centro unificado había recurrido a la conspiración más profunda y enmascaraba del modo más cuidadoso su actividad terrorista por la misma razón de que su misión era igualmente engañar la vigilancia de la clase obrera y de las masas trabajadoras. Al mismo tiempo que preparaba el asesinato del camarada Stalin y de otros dirigentes de P. C. de la U. R. S. S. el Centro unificado predicaba por todos los medios su lealtad e incluso su abnegación al Partido y al gobierno soviético, su arrepentimiento por sus errores pasados y su voluntad de servir honestamente a la revolución proletaria. Los dirigentes del Centro unificado contaban con aprovecharse del hecho de haber sido “perdonados” para poder llegar al poder después del asesinato del camarada Stalin. El acusado Reingold declaró sobre este propósito:
“. . .se creía hablo de los dirigentes del centro trotskista-zinovievista que el hecho de haber sido perdonado y de haber reconquistado la confianza aún en vida de Stalin, nos aseguraría el acercarnos a la dirección y al poder y que seguidamente después de la subida al poder de Zinoviev, Kamenev y sus partidarios, estos habrían asegurado a su vez el regreso de Trotski al poder”.
Esto lo ha confirmado el acusado Kamenev en la instrucción.
“... hemos discutido esta cuestión en varias ocasiones. Habíamos trazado y establecido dos variantes de la llegada al poder de los dirigentes del bloque trotskista zinovievista.
Según la primera variante, que nos parecía la más plausible, la ejecución de un acto terrorista contra Stalin produciría una confusión en la dirección del Partido y del gobierno y entonces se establecerían negociaciones con nosotros, los dirigentes del bloque trotskista zinovievista, en primer lugar con Zinoviev, Kamenev, y Trotski.
Pensábamos que durante estas negociaciones, yo y Zinoviev ocuparíamos tanto en el país como en el Partido, una posición predominante, pues aún en vida de Stalin habíamos conseguido por nuestra política de doblez que el Partido perdonase nuestras errores y el regreso a sus filas. En cuanto a nuestra participación la mía, la de Zinoviev, y Trotski en los actos terroristas, permanecería desconocida al Partido y al País.
Según la segunda variante de la toma del poder que nos parecía menos segura, después del acto terrorista contra Stalin debería producirse la incertidumbre y la desorganización en la dirección del partido y del país; los dirigentes del bloque trotskista zinovievista conseguirían aprovecharse de la confusión y obligarían a los demás dirigentes del Partido a admitirnos en el poder, o les forzarían a que nos cediesen su puesto.
La aparición de Trotski y su participación activa en la lucha por la toma del Poder, era considerada como cosa natural”.
Bajo la influencia directa de León Trotski, el centro trostkista zinovievista unificado, emprendió el camino del terror. Trotski personalmente, dio a los miembros del Centro unificado una serie de instrucciones verbales y escritas en este sentido.
En el interrogatorio del 20 de julio de 1936 el acusado Mrachkovski S. V., declaró:
“Nosotros, los trotskistas, adoptamos la orientación del terror, bastante antes a la creación de nuestro bloque con Zinoviev y Kamenev. En 1931, durante su estancia en Berlín I. N. Smirnov se había puesto en relación con L. Trotski y nosotros recibimos de este último instrucciones de emprender la organización de grupos de combate trotskistas”.
El mismo Mrachkovski declaró:
“...de acuerdo con las instrucciones de L. Trotski recibidas por I. N. Smirnov en 1931, nosotros debíamos asesinar a Stalin, Vorochilov, Kaganovich. Stalin debía ser asesinado en primer lugar”.
En lo que se refiere a la actitud de Trotski en la cuestión de la creación de un bloque trotskista zinovievista unificado y del paso a los métodos de lucha, el acusado Mrachkovski declara lo siguiente:
"Hacia mediados del año 1932, I. N. Smirnov planteó ante nuestro núcleo dirigente (de tres personas), la cuestión de la necesidad de unificar nuestra organización con los grupos Zinoviev Kamenev y Chatskin Lominadze. . . Fue entonces cuando se decidió consultar a Trotski y recibir instrucciones suyas. L. Trotski consintió en la formación de ese bloque, a condición de que los grupos que entrasen en el bloque reconociesen la necesidad de la supresión por la violencia de los jefes del P. C. de la U. R. S. S. y en primer lugar de Stalin”.
Estas declaraciones de Mrachkoski están plenamente confirmadas por el acusado Dreitzer, quien declaró en el interrogatorio:
“...en virtud de las instrucciones directas de Trotski nuestro Centro del bloque trotskista zinovievista para toda la U. R. S. S., debía preparar y cometer el asesinato de Stalin y de Vorochilov, con el fin de decapitar a la dirección del P. C. de la U. R. S. S. y del Ejército Rojo”.
El acusado Dreitzer, recibió personalmente en 1934, de Trotski por intermedio de Sedov, hijo de Trotski, instrucciones escritas de preparar y ejecutar un acto terrorista contra el camarada Stalin. Esta carta estaba escrita por Trotski en persona. Según las declaraciones de Dreitzer, el contenido de esta carta era el siguiente:
"... Querido amigo, transmita que en la hora actual se nos plantean las siguientes tareas fundamentales:
1. Suprimir a Stalin y a Vorochilov:
2. Desplegar un trabajo de organización de células en el ejército;
3. En caso de guerra, aprovechar todos los fracasos y toda confusión para apoderarse de la dirección”.
“La carta, declaró el acusado Dreitzer, terminaba con la indicación de tener a Trotski al corriente del cumplimiento de estas instrucciones. Debo agregar que estas instrucciones de Trotski confirman por completo las que yo había recibido de Mrachkovski en mayo de 1934”.
Por supuesto lo dicho es solamente una pequeña parte de un largo juicio celebrado en la ex Unión Soviética durante un periodo que va de 1934 a 1936 previo a la Segunda Guerra Mundial. Recordar a Kirov ha sido nuestro objetivo principal, héroe de la Revolución Rusa, constructor proletario del socialismo real, y mártir del odio de los fascistas y contrarrevolucionarios. Pero resultaba imposible mencionar a Kirov, sin tocar siquiera por encima los acontecimientos y el escenario de aquel atentado, del cual poco y nada se recuerda en estos días, y en cambio mucho se habla por hablar, intencionadamente y otras veces sin conocer una milésima parte de la verdad de los hechos posteriores.
ES POR ESO QUE SIEMPRE LE DECIMOS A NUESTROS JÓVENES QUE ESTUDIEN.
QUE SE INFORMEN.
QUE RECURRAN A LOS DOCUMENTOS DE LA HISTORIA.
Y AÚN ASÍ INVESTIGUEN, DUDEN, NO SE QUEDEN CON LA PRIMERA VERSIÓN QUE SE LES OFREZCA.
NO EXISTEN MUCHAS VERDADES NI HAY VERDADES A MEDIAS.
LA VERDAD SIEMPRE SERÁ UNA SOLA, Y HABRÁ QUE MIRARLA DE FRENTE POR DURA Y DOLOROSA QUE ESTA SEA.
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