Ahora, AsturCon.
"Sigo sin respuestas y como comprenderas no me voy a molestar en plantear esto mismo de otro modo."
Sabe que hay un límite para la paciencia?.
No es necesario que se moleste, las respuestas estan allí un mensaje arriba del suyo, ¿ha sido capaz de contraargumentarlas?.
No dudo de su capacidad, pero eso no quiere decir que voy a caer en la retórica meloacusativa, y el debate circular. ¿Lo entiende?. Se lo explico.
Ya escribí unos argumentos, pero ud los olvida a propósito, no lo contraargumenta a pesar que me pide debatir, cuando contesta mis citas ni las explica defiende critica, si no que los omite y se pasa a otro tema, a otro cuento, así no se progresa nada en el debate y el tiempo que tenemos es limitado.
¿Adónde me quiere llevar?, siendole sincero me parece que esta buscando la equivocacion de uno o insinuando diferentes temas a ver donde uno cae, eso es un debate rastrero y de muy mal gusto. Aquello no tiene nada que ver con ir copiando textos que a alguien le pueden servir, aquello es puro orgullo personal.
Me voy a referir a las preguntas que ud. hace de todas formas resolverlas creo que ayudará en algo para desmentir las falsificaciones de los juicios aquellos.
Empezamos, con la ayuda de Trotsky:
"Creo que ignoras que las confesiones de mas de 20 implicados son suficientes para demostrar en cualquier juicio y en cualquier parte del mundo que Trotsky y el resto de sus complices tramaron el derrocamiento de Stalin para darle un golpe de estado."
Aquello depende, ¿sabe? en un juicio de índole política represiva delictual, como el que se montaron contra unos "opositores al régimen", las dudas siempre estarán allí, es el mismo estado (incluso con un menchevique blanco zarista de fiscal) el juez y acusador. ¿Es justo aquello?.
Si a ello le sumamos que Trotsky nunca confeso su culpabilidad, y que además no existian mas pruebas que las confesiones y mucho mas aún importante que en estas confesiones se hallan descubierto mentiras y correcciones, contrariedades y contradicciones, hablan de que este juicio no tiene mas que el de una justificación para la exterminación física de los revolucionarios aquellos y la consolidacion del thermidor.
"-Los contactos del hijo de Trotsky en Berlin con la delegacion comercial de Piatakov y Shestov."
Las declaraciones de Piatakov tienen validez alguna?. Enumeremos algunos hechos:
Piatakov no mantenía relaciones con Trotsky desde hace mucho tiempo antes del juicio.
Según Trotsky:
"Piatakov declara que mi hijo Sedov le instó enérgicamente a malversar los fondos de dos empresas industriales para financiar el movimiento trotskista. Sin embargo, Piatakov se olvidó de especificar cuanto robó, de qué fábricas y a quién entregó el dinero. Todas las confesiones de los acusados se caracterizan por su imprecisión deliberada, como si cualquier referencia especifica a hechos sucedidos en el extranjero corriera el riesgo de ser terminantemente refutada.
Pero el caso presenta un aspecto todavía más importante: tanto Piatakov como los demás acusados hablaron de una alianza trotskista con Alemania y Japón, lo cual sugiere que, al concertarse la susodicha alianza, ambas naciones debieron proporcionar fondos a los trotskistas. En vista del carácter de los “aliados”, y de la magnitud de sus propósitos, los trotskistas deben haber recibido millones. Sin embargo, Piatakov tuvo la desgracia de afirmar que la conspiración fue financiada mediante los dividendos malversados de ciertas fábricas y entregados a mi hijo, quien en 1932 estudiaba en Berlín.
Señalo al pasar que los únicos ingresos del movimiento trotskista provienen de sus militantes, quienes se hallan en continua crisis económica. El Biulleten Oppozitsii se publica con el dinero que gano con mi trabajo literario, y todas las organizaciones trotskistas están en condiciones de someter sus finanzas al escrutinio de una comisión investigadora internacional. ¿Pueden hacer lo mismo las secciones de la Comintern?
Parece que ni el magistrado ni el fiscal se dignaron hacerle a Piatakov la siguiente pregunta: ¿en qué consiste, concretamente, la alianza con la Gestapo? ¿Quién estableció los contactos? ¿Qué clase de ayuda financiera y técnica dio la Gestapo, y a quién? Basta plantear estas preguntas para pulverizar el mito de la Gestapo. Precisamente por eso ni el magistrado ni el fiscal se tomaron la molestia de plantear estas preguntas inoportunas. El proceso de Moscú es una conspiración de silencio cuyo objetivo es ocultar las mentiras."
Que de aquel supuesto vuelo a Oslo, con los informantes del gobierno noruego desmintiendo la llegada de un vuelo internacional.
"Veamos el otro testimonio, que a primera vista parece mucho más impresionante: me refiero al testimonio del acusado principal, Piatakov, en relación con su viaje especial a Noruega con el fin de visitarme y recibir mis instrucciones relativas al sabotaje, al terrorismo y a la alta traición.
Un ciudadano común, acostumbrado a una vida tranquila y pacífica, pensaría que Piatakov sería incapaz de inventar una acusación que lo amenace de muerte. Los cálculos de los organizadores del proceso se basan en estas consideraciones del sentido común. Sin embargo, el propio Piatakov demostró que estábamos ante un fraude manifiesto e innegable. Piatakov supuestamente llegó a Oslo, proveniente de Berlín, por avión a mediados de diciembre de 1935. Pero las autoridades del aeropuerto de Oslo, después de estudiar sus documentos oficiales, declararon al mundo: ¡Ni un solo avión extranjero aterrizó en el aeropuerto de Oslo en diciembre de 1935!
Diríase que la GPU escogió un mes incómodo. Yo no conocía este hecho el 27 de enero, cuando formulé mis trece preguntas dirigidas a Piatakov y al tribunal de Moscú. Pero no dudé por un instante que, al confrontar los testimonios vagos y falsos con las circunstancias concretas de tiempo y espacio, la falsificación aparecería inevitablemente. ¡No en la URSS, desde luego, donde la GPU fusila a cualquiera que intente refutar algo! Pero yo vivo en el extranjero desde hace ocho años. Todas las circunstancias de mi vida están a disposición de quien las quiera verificar. En ello radica la fuerza de mi posición y la colosal debilidad de la maniobra stalinista, a pesar de su grandiosa envergadura."
Así que podemos concluir con palabras del gran camarada:
El fraude se derrumba
"Si ningún avión vino de Berlín, eso significa que Piatakov no se reunió conmigo, ni recibió instrucciones: significa que el infortunado Piatakov mintió, mejor dicho, repitió el falso testimonio que le dictó la GPU. No sé qué dirá Moscú ahora. El fiscal Vishinski, con ese ingenio que lo caracteriza, podrá decir que las instrucciones criminales de Trotsky eran “conocidas” por otra fuente aparte del vuelo de diciembre de Piatakov. Pero si las instrucciones eran “conocidas”, ¿qué necesidad tenía Piatakov de ir a buscarlas? ¿Qué necesidad tenía de volar en un avión imaginario? ¿Quién creerá el testimonio de Piatakov, tras mentir respecto de un hecho tan elemental y que constituye la piedra angular de todo el testimonio? Una vez más: si la GPU puede obligar a Piatakov, bolchevique de la Vieja Guardia, miembro del Comité Central y alto funcionario, a presentar un testimonio tan groseramente falso, ¿qué decir de los acusados de menor cuantía?
La desgracia de Stalin radica en que la GPU no puede controlar el clima noruego, el movimiento internacional de aviones, ni mis procesos intelectuales, mi filiación política, mis actividades. Por eso, ese fraude tan sofisticado, que imprudentemente quiso volar a gran altura, se cayó del avión inexistente para hacerse pedazos. Pero si la acusación lanzada contra mí - el acusado principal, el inspirador, organizador y director de la conjura - se basa en testimonios tan groseros y falsos, ¿qué vale todo el resto del asunto?"
Vale algo ciertamente, y es la vileza del thermidor:
"Permítaseme agregar que si a mí se me acusa de trasmitir instrucciones criminales a Piatakov, a mi hijo Serguei Sedov, arrestado en Krasnoiarsk, ingeniero intachable, apolítico, se le acusa de cumplir las instrucciones de Piatakov preparando el envenenamiento en masa de los obreros... ¿Qué más se puede decir...?"
"-Shestov como encargado hasta 1927 de la imprenta trotskista para difundir la propaganda."
Que bueno que Shestov haya hecho una imprenta propagandistica, lo cierto es que Trotksy niega haberlo conocido nunca. ¿Donde estan las pruebas?. Me imagino que no tendrá que probarlo Trotsky, no?.
Sobre Dahlmann investigare y lo publicare luego, si no me confundo tiene algo que ver con los ingenieros alemanes en la URSS durante el intercambio comercial con los nazis?. De todas maneras esta contestacion es deuda.
"-La confiscacion de documentos en los domicilios de los acusados mostradas en los procesos de Moscu de la que fueron testigos las delegaciones y organismos internacionales."
Si? No aparecieron por allí capaz los archivos que le robaron gangsterilmente a Trotsky la GPU en Francia?.
"-La confesion de mas de 20 testigos y complices que coinciden en todas las acusaciones contra Trotsky."
Eso de coincidencia es relativamente falso, ya he expuesto una que otra contradiccion pero hay muchas más, que seguiré exponiendo y menciono por ahora: El Hotel Bristol, la negación de Krestinski, las correcciones hechas por el fiscal a los discursos para "arreglar las fallitas", el avión de Piatakov (mostraré aún mas evidencias), la reunión de Trotsky con Romm, y algunas otras.
"Pero supongamos que todas esas confesiones fueron falsas como gustan en insinuar los trotskistas y la comision Dewey formada en EE.UU.
Las confesiones y declaraciones de todos los imputados y testigos estan documentados en archivos y si estos fueran falsos ahora los trotskistas los estarian usando contra Stalin. Los historiadores ya habrian dimensinado este aspecto, pero lejos de eso y como dijo mi camarada Demofilo en Rebeldemule, si fueran falsos todos esos documentos reunidos, los sumarios y todo lo relacionado ya habrian sido quemados y no se habrian traducido, el juicio no habria sido publico sino a puerta cerrada y no se habrian permitido ningun tipo de presencia extranjera, con lo cual seria una estupidez archivarlos por parte del gobierno de Stalin.
Ahora supongamos que tras el asesinato de Kirov y los numerosos sabotajes y atentados terroristas que costaron la vida a trabajadores en fabricas y minas, no fueron ejecutados por los conspiradores trotskistas y que ninguna de las confesiones fue cierta, que solo se basaron en mentiras.
¿Como es posible que todas esas mentiras esten relacionadas y coincidan exactamente en la misma direccion?
Contra toda posibilidad de sospecha tenemos las confesiones de todos los testigos y acusados que coinciden en culpar a trotsky no solo acusandolo, sino presentando una completa argumentacion con todo tipo de pelos y señales dirgidas contra Trotsky.
No se trata de simplemente culpar a Trotsky, sino que hay tanta informacion salida de esas confesiones que coinciden con los movimientos y con las propias palabras de Trotsky llamando a la insurreccion armada contra el gobierno de Stalin.
Esto es evidente por mucho que los trotskistas y una comision formada por pequeños burgueses en EE.UU intentara salvarle el culo a Trotsky.
Son cosas tan evidentes que hasta un niño las podria comprender."
Comprenderá que no voy a entrar al jueguillo que ya había advertido del "que parece", "podría ser", "es evidente", porque todo aquello es mas propio de un programa chismográfico, que de una discusión o debate sano.
Todas las confesiones coinciden porque el libreto ya estaba dado, y la GPU se había encargado de escoger a los participantes, así como fusilo a otros muchos por no participar en aquel teatrillo. Así fue, las evidencias estan allí, ¿Porque desaparecion muchos de los testigos, porque no formaron parte del juicio?.
Todo aquello es tan repugnante...
Mas aún cuando justifica el asesinato del hijo de Trotsky, que no tenía
nada que ver con política y pago por su relacion sanguínea familiar. Algo así como la inquisicion católica pero esta leninista estalinista.
"Tambien debemos suponer que la liga de derechos humanos presentes en los procesos de Moscu tenian su papel en dichos juicios.
Debemos suponer tambien que la asociacion juridica internacional presente en los juicios se presto a esta obra teatral.
Debemos suponer que todas las delegaciones extranjeras que enviaron a ministros embajadores y parlamentarios como testigos del juicio tambien mienten y se han prestado a esta supuesta trama estalinista.
Las pruebas presentadas en los procesos, las declaraciones de testigos, las confesiones de los acusados tienen una enorme relacion entre si y entre un mar de detalles todos los que acudieron a los procesos de Moscu coinciden en culpar a trotsky y a los procesados como culpables:
"Estimamos absolutamente injustificada la afirmación según la cual el proceso ha sido sumario e ilegal. Se les ha propuesto a los acusados designar abogados, y cada abogado es en la Unión Soviética independiente del gobierno. Pero los acusados han preferido asegurarse ellos mismos su defensa.
No es éste el único Estado en el que los individuos implicados en actos de terrorismo son condenados a muerte. En numerosos países, incluida Gran Bretaña, no se admite apelar estas sentencias y como, en este proceso los acusados han confesado su delito, no se puede plantear la interposición de una apelación".
"Afirmamos categóricamente que han sido condenados de manera absolutamente legal. Se ha demostrado plenamente que había un vínculo entre ellos y la Gestapo. Se merecen la pena capital".
Asi son las cosas, aunque comprendemos que a los trotskistas que siguen los pasos de su maestro, no les interese reconocer todo esto. Asi como tambien comprendemos que los trotskistas de nuestros tiempos sean apoyados y financiados por la CIA igual que lo fue en su momento trotsky por el fascismo y la burguesia gringa."
!Que fanfarronada la suya!. Los que financian ( y en aquellas épocas financiaban )a los trotskistas son la CIA, (en aquella época la GESTAPO), el fascismo, la burguesía gringa pero convalidaban sus ejecuciones a manos de los estalinistas.
Y los estalinistas que son los tan laureados por la propaganda anticomunista trotskista le dan validez a las acusaciones de los burgueses, de "la liga por los derechos del hombre" bien honestos aquellos tipos. Aquel argumento en la cabeza de una persona con dos dedos de frente no hace mas que provocar una sonrisa. pero...
Dejemos a Trotsky que conteste:
El informe sobre el primer juicio de Moscú presentado por el abogado Rosenmark (¿quién se oculta tras este nombre?) es uno de los documentos más despreciables de nuestro tiempo. (El informe apareció en la edición del 15 de noviembre de 1936 de Cahiers des Droits de l'Homme.) La publicación solemne de este informe es un baldón indeleble para la Liga de los Derechos del Hombre francesa, cuyo nombre, dadas las circunstancias, parece una burla.
En Moscú, a lo largo de varios años, Stalin y su GPU prepararon, ensayaron y llevaron a cabo una cruenta farsa jurídica. Yo y muchos otros anunciamos los grandes lineamientos de la preparación del juicio a través de la prensa, no sólo antes del juicio sino inclusive antes del asesinato de Kirov. Asimismo, desde hace ocho o nueve años venimos anunciando en la prensa las etapas más importantes de los preparativos y, en particular, los métodos empleados para obtener las "confesiones".
En el extranjero viven decenas de personas, empezando por León Blum, presidente del Consejo francés, que disponen de testimonios y materiales irrefutables, capaces de echar luz sobre las actividades criminales de la GPU. Los dos acusados principales, mi hijo y yo, estamos en el extranjero. Para los Rosenmarks no existen estos hechos. Confían únicamente en los documentos de la GPU, vale decir, de los organizadores del asesinato jurídico. Se comportan como comentaristas impresionados por la acusación de Vishinski, a quien Fouche supera en habilidad, pero no en vileza.[2]
Como prueba de "objetividad" Rosenmark menciona la carrada de insultos groseros que el verdugo lanzó a sus víctimas y en tono amigable y gentil le reprocha su falta de serenidad. Esta palabra, como todo el repertorio diabólico de la GPU, pone al desnudo la duplicidad, hipocresía y tartufismo que caracterizan la "pericia" de Rosenmark, cualesquiera sean sus motivos. A la vez que reprocha la falta de serenidad de esta camarilla integrada por César Borgia, Fouche y compañía, Rosenmark descubre en esta gente ciertas ventajas con respecto a la justicia democrática, a cuyos representantes ataca.
"Al mismo tiempo -escribe el glorioso defensor de los Derechos del Hombre- observamos una particularidad digna de elogio en el método ruso: al estar ausente, Trotsky no fue sentenciado en contumacia, como hubiera ocurrido, creo yo, en cualquier otro país del mundo. El tribunal se limitó (!!!) a resolver que, si se presenta en territorio soviético, será arrestado y juzgado."
En estas líneas -de paso- Rosenmark me condena a muerte "en contumacia"; es lo que hubiera ocurrido, según él, en cualquier otro país del mundo.
Sin embargo, la GPU se limitó a exigir mi arresto, lo cual es una "particularidad digna de elogio". ¡Qué torpeza miserable hay en este alarde de cinismo! Resulta absolutamente claro: nuestro defensor de la justicia reprocha amigablemente el lenguaje que emplea Vishinski sólo para justificar el crimen cometido y, por consiguiente, la preparación de nuevos crímenes por el estilo.
"Al estar ausente, Trotsky...": nuestro Tartufo emplea esta frase llana para ocultar ciertos hechos incómodos: Trotsky no escapó al juicio; se lo expulsó de la URSS hace mucho tiempo; se lo privó de la ciudadanía soviética; nadie le ordenó comparecer ante el tribunal. La acusación apareció con tanta demora que el nombre de Trotsky no pudo aparecer en el juicio. El veredicto, pronunciado con el método de la sorpresa; se pareció a un tiro en la espalda (otra particularidad "digna de elogio"); el gobierno de Moscú no se atrevió a exigir la extradición de Trotsky y de su hijo Sedov. ¿Por qué? ¿Por qué el gobierno -que al decir de los Pritts y de los Rosenmarks tenía tantas pruebas- por qué el gobierno no exigió la extradición de Trotsky, ni antes, ni después del juicio? Sin embargo, el vocero de los Derechos del Hombre afirma que las pruebas suministradas hubieran bastado para condenar a muerte a Trotsky en cualquier otro país. ¿Como hemos de explicar esta "particularidad" cobarde del comportamiento de Stalin, Iagoda, Vishinski y demás falsificadores? Es muy sencillo: las "confesiones" se derrumban gracias a la incoherencia de las acusaciones; el andamiaje no resiste el menor examen de la crítica libre.
Cada una de las etapas del juicio de Moscú iba dirigido únicamente contra Trotsky. Cualquier persona capaz de pensar políticamente lo comprende con claridad. Stalin no asumió la responsabilidad del acto de Caín perpetrado contra Zinoviev, Kamenev y los demás porque necesitara sus muertes. Zinoviev y Kamenev ya estaban aniquilados y paralizados por sus confesiones y por la cárcel. Sus cadáveres sólo fueron peldaños en la escalera que le permitiría llegar hasta Trotsky. Y si Stalin no se ha decidido a exigir la extradición de Trotsky, a tomar la última medida práctica que constituye la única justificación para los juicios realizados en Moscú, Novosibirsk y otras ciudades, eso se debe a que ningún tribunal público de ningún país se sometería -al contrario de lo que afirma arteramente Rosenmark- a las exigencias de Stalin. Trotsky y su hijo poseen pruebas irrefutables de la falsedad de la acusación. Por su enormidad y continuidad los archivos de Trotsky no pueden ser utilizados en la miserable amalgama.
Cuando traté de mostrar en público una parte de los documentos, mientras entablaba juicio a los fascistas y "comunistas" noruegos, Stalin obligó al gobierno noruego a decretar la inmunidad de los calumniadores. Fuera del trato concertado, ordenó a sus agentes que robaran mis archivos en París. Repetimos, toda la operación se basó en la sorpresa: tomar al mundo por sorpresa y conmoverlo con falsificaciones colosales; aniquilar a Trotsky; dificultar su defensa; encargar a los amigos Pritt y Rosenmark que blanqueen y embellezcan esta obra detestable mediante consideraciones "objetivas y puramente jurídicas".
Los Pritts y Rosenmarks están dispuestos a todo. El Kremlin cuenta con su colaboración deshonesta para preparar gradualmente a la opinión pública de los "países democráticos" para la destrucción física de personas que la burocracia considera enemigos implacables de sus privilegios, su usurpación y su corrupción.
Con toda serenidad, Rosenmark no vacila en afirmar que cualquier otro gobierno nos hubiera condenado a muerte a mí y a mi hijo, considerando que en el juicio de Moscú se habían suministrado pruebas de que yo había organizado atentados terroristas en vinculación con la Gestapo. Cualquiera que conozca siquiera mínimamente la historia de la revolución y la psicología humana, y en particular las biografías de los participantes, podría reconocer sin dificultad que hay miles de razones para suponer que Rosenmark y Pritt están al servicio del stalinismo y ninguna para creer, ni por un solo instante, que Trotsky podría ser aliado de la Gestapo. Esto último es algo que la Liga por los Derechos del Hombre jamás podrá demostrarle a nadie.
Es la primera vez que escucho el nombre de Rosenmark. Dicen que es un político burgués hábil. No conozco las aptitudes especificas que le acuerdan el derecho de aparecer con autoridad moral y jurídica en un asunto de tanta importancia histórica. Es posible que Rosenmark -a diferencia de Pritt, quien siempre pudo aparecer en el momento y lugar necesarios- sea un filisteo mezquino absolutamente ignorante sobre asuntos de la revolución y la contrarrevolución, de la psicología de los combatientes revolucionarios y de los métodos de la burocracia termidoriana; que inclusive ha olvidado la historia de la Gran Revolución Francesa y sus amalgamas; que no comprende que los Fouquier-Tinvilles[3] y Fouches rusos son incontrovertiblemente superiores desde el punto de vista técnico a sus prototipos franceses y que hace mucho tiempo ya que están al servicio de un régimen burocrático y totalitario que no tiene nada que ver con la dictadura del proletariado. Es posible -inclusive probable- que Rosenmark no comprenda estas cuestiones. ¿Por qué le han dado una tarea demasiado pesada para sus hombros? Y aquí está el quid de la cuestión: ¿Por qué se precipitaron, con "digna impaciencia", a publicar este informe escandaloso en la primera plana del boletín de la Liga por los Derechos del Hombre? Un acto tan imprudente obedece necesariamente a alguna razón. Llegamos a la conclusión inevitable de que estamos ante un baldón más grave que el mero producto de los afanes intelectuales de un filisteo estrecho multiplicado por el cretinismo jurídico.
La mentira esencial sobre la que descansa la amalgama de Moscú (y, con ella, la "pericia" de Rosenmark y sus secuaces) es que el andamiaje jurídico -que no resiste el menor examen de un crítico honesto- no guarda la menor relación con la situación histórica y política, carece de toda psicología humana y, por así decirlo, la neutraliza químicamente. Asesinan a Kirov. Se sospecha de un grupo de personas. Al principio callan. Luego se arrepienten y confiesan crímenes abominables. El veredicto se basa en las confesiones libres de los acusados. Tal es la tesis oficial.
Todo esto es mentira y engaño. Los argumentos son insostenibles.
Rosenmark no estudia la historia del juicio de Moscú, basándose en hechos históricos conocidos por todos, ni siquiera con base en los actos y documentos oficiales del gobierno de Moscú.
La verdad siempre se abre camino entre los obstáculos. El juicio se basa en confesiones asombrosas por su tosquedad y repletas de contradicciones psicológicas. Para comprender el valor de estas "confesiones" estereotipadas de los clientes de la GPU, hay que partir del examen de las capitulaciones políticas estereotipadas, de las cuales las "confesiones" son la continuación y el desarrollo inmediato. La historia de las capitulaciones cubre los últimos trece años y, con los documentos "humanos", llenaría decenas de volúmenes. Lógicamente, Rosenmark ni siquiera sospecha este importante hecho, que domina toda la atmósfera soviética, en particular la de su aparato judicial.
El contenido de las confesiones no corresponde con las características de un "crimen", cometido o no; más bien corresponde a las diversas necesidades del gobierno. Por eso las confesiones públicas revisten un carácter puramente ritual y estereotipado. Su única importancia política es la de enseñar a todo el mundo a pensar o, al menos, expresarse uniformemente. Pero es precisamente por eso que nadie toma en serio los "arrepentimientos". Las confesiones no son tales, sino contratos firmados con la burocracia. La prueba de ello es que hasta I. N. Smirnov, hombre sincero y recto como pocos, en un par de semanas de 1929 elaboró varios textos de confesiones, flagrante y recíprocamente contradictorios. (En su momento publicamos estos textos en Biulleten Oppozitsii.) Debo agregar que la mayoría de las confesiones (que suman decenas de miles) del periodo termidoriano, tenían un solo y único objeto: el ataque a mí persona. Todo opositor, semiopositor o simple ciudadano que aspirara a ser recogido en el seno de la gran familia burocrática, o por lo menos a asegurarse el derecho a un pedazo de pan, debía denunciar al trotskismo y repudiar a Trotsky en toda ocasión. Cuanto más asombrosa la denuncia, mayor el éxito. Sus confesiones y renunciamientos se han convertido en algo muy parecido a los ritos de la iglesia. Así, las confesiones políticas han allanado el camino a las confesiones judiciales que son su consecuencia inevitable.
Repito que al escribir estas líneas me encuentro atrapado en las garras del gobierno "socialista" noruego. Me veo obligado a limitarme a los hechos más importantes.
Ruego al lector que tenga en cuenta que no tengo oportunidad de releer y corregir lo que escribo.
Debemos resaltar los siguientes hechos en particular:
Es falso que "los dieciséis acusados" han confesado su crimen. No hubo dieciséis acusados de un mismo crimen, ni siquiera sospechosos de un mismo crimen. En verdad, los dieciséis que ocuparon el banquillo fueron seleccionados cuidadosamente entre muchos cientos, entre muchos miles de "candidatos". Sólo los que se mostraron aptos para cumplir públicamente los roles asignados comparecieron en primera instancia ante el tribunal. (Véase al respecto el Libro Rojo).
¿La GPU empleó métodos de compulsión médicos o químicos? No lo sé. Pero la hipótesis es innecesaria. Basta conocer los hechos, personas y circunstancias para comprender cómo se pudo obligar a los acusados a colocarse la soga al cuello. Entre los acusados no había un solo militante de la Oposición, ni un solo trotskista. Eran todos capituladores, personas que habían confesado en muchas ocasiones, se habían acusado de realizar las acciones más vergonzosas y de tener los instintos más bajos; personas que renunciaron a sus concepciones políticas, a su razón de vivir, a su dignidad personal. (Desde luego que no me refiero a los verdaderos provocadores, perdidos en las garras de la GPU.) Durante años estos ex revolucionarios, desmoralizados y moralmente quebrados, oscilaron entre la vida y la muerte. ¿Qué necesidad había de emplear narcóticos? La mera idea (de la que Rosenmark se hace responsable) de que a esta gente las estimulaba la sed de poder es absurda. Habían renunciado a ese sentimiento hace mucho tiempo. La idea de que pudieran aspirar al poder mediante el asesinato político después de renunciar a su programa, a su bandera, a su dignidad personal, después de enlodarse públicamente en muchas ocasiones, parecería obedecer a una concepción política idiota.
No, en el juicio los acusados se desmintieron a sí mismos, como ya lo habían hecho en sus innumerables confesiones. La GPU se tomó todo el tiempo necesario para arrancar "confesiones" cada vez más completas a sus víctimas. Hoy, "A" se reconoce culpable de un pequeño "hecho". Si "B" no lo confiesa a su vez, significa que todas sus confesiones y humillaciones anteriores fueron "mentiras" (esta es la palabra favorita de Stalin: de Stalin, el campeón de la "sinceridad"). "B" se apresura a reconocer lo mismo que "A" y un poco más. Y ahora le toca el turno a "C". Si desean evitar contradicciones excesivamente groseras, pueden valerse de la oportunidad de elaborar sus confesiones colectivamente. Si "D" se niega a plegarse a esto, pierde toda esperanza de salvación. Por lo tanto, en el intento por demostrar su buena voluntad, supera a todos los demás (léanse las confesiones vacilantes e histéricas de Reingold). Y ahora todos deben alinear sus mentiras con las de "E"... Y así sigue el juego infernal. Los acusados están bajo llave. La GPU no tiene apuro. La GPU tiene sus Mauser. En Les Creatures Jules Romains demuestra cómo se puede escribir una obra verdaderamente poética a partir de un juego de palabras, no de una "idea", ni de un "tema". Así trabaja la GPU. Estos caballeros, que no tienen hechos ni plan a su disposición, construyen su amalgama mediante un juego de "confesiones". Si al final alguna resulta inconveniente, se la elimina lisa y llanamente como hipótesis innecesaria. Las "criaturas" son absolutamente independientes entre sí.
De vez en cuando conceden libertad provisional a sus víctimas para que éstas abriguen vagas esperanzas.
A la primera oportunidad vuelven a arrestar a los liberados. Así, oscilando constantemente entre la esperanza y la desesperación, estos hombres se convierten poco a poco en una sombra de lo que eran.
Pero eso no es todo. A cada uno le llega el momento en que empieza a resistir. No, no puedo abjurar de mí mismo hasta ese punto. Es el momento en que la GPU fusila a los más obstinados.
Mientras tanto, continúan los aullidos unánimes de la prensa contra los "traidores", "contrarrevolucionarios", "agentes del imperialismo", etcétera. Los presos no disponen de otros órganos de prensa que los de Stalin. ¿Tortura física? Creo que no. La tortura de la calumnia, la incertidumbre y el terror destroza el sistema nervioso del acusado tan eficazmente como la tortura física. A lo cual debemos agregar las referencias constantes al peligro de guerra. ¿Son ustedes amigos de la patria (vale decir, de Stalin) o enemigos? Pravda califica al libro de André Gide de "testimonio antisoviético". Si el autor no fuera un extranjero tan renombrado, lo tratarían de agente de Hitler. ¿Qué decir de los militantes de la Oposición soviética? Gide explica cómo le obligaron a enviar un telegrama de alabanza a Stalin, cómo el célebre autor quedó reducido a la impotencia y... a la capitulación. ¿Qué decir, entonces, de los métodos de la GPU? ¿Son ustedes amigos de la URSS (de Stalin) o enemigos de la URSS? Por supuesto que ustedes se arrepintieron hace mucho tiempo; saben que no los consideramos peligrosos; no queremos hacerles mal. Pero Trotsky prosigue con su obra venenosa en el extranjero. Prosigue su obra de zapa contra la URSS (vale decir, contra la omnipotencia de la burocracia). Su influencia crece. Debemos desacreditar a Trotsky de una vez por todas. Así se resuelve vuestro problema. Si ustedes son amigos de la URSS, nos ayudarán. Si no, el arrepentimiento anterior fue una mentira. En vista de la proximidad de la guerra, nos veremos obligados a considerarlos agentes de Trotsky, enemigos internos del país. Ustedes deben reconocer que Trotsky los llevó a la senda del terrorismo. -¡ Pero nadie lo creerá!- ¡Bah! Nosotros nos ocuparemos de eso. Tenemos a nuestro Duclos y a nuestro Thorez, nuestro Pritt y nuestro Rosenmark. Trotsky los llevó a la senda del terror: ¿sí o no? El que responde "sí" está dispuesto a dejarse utilizar hasta el fin.
Al repetir continuamente las preguntas, las respuestas pueden volverse cada vez más concretas. Smirnov y Goltsman trataron de detenerse a mitad de camino, entre el "terror en general" y el asesinato de Kirov.
Otros (pero no todos) fueron más lejos. El que se resistía era eliminado en la preparación "técnica" del juicio. El hombre que cedía ante la violencia era llevado al escenario para presentarse ante Pritt en calidad de experto imparcial.
¿Puede una persona honorable hablar de "confesiones" y pasar por alto que la GPU viene preparando e "interrogando" a los acusados desde hace años, con ayuda de capitulaciones periódicas, humillaciones, autodenigración, calumnias y también represalias? Sólo un imbécil podría cerrar los ojos ante estos hechos.[4]
Afirmar que los acusados confesaron, en forma recíprocamente independiente, los hechos que los incriminaron, es mentir por partida triple. Las confesiones no se sustentan en pruebas materiales. Los acusados cayeron en la autoacusación y en la denuncia sumaria. Los aterrorizaba la posibilidad de concretar las acusaciones. No es casual que cada vez que un acusado trató de sustentar la lógica de su confesión precisando las circunstancias de tiempo y lugar, la GPU cayó en contradicciones flagrantes. En cuanto a los elementos concretos de las confesiones, los acusados se contradijeron recíprocamente y a sí mismos. El Libro Rojo, cuya lectura les hace rechinar los dientes a Pritt y Rosenmark, sólo presenta una mínima parte de estas contradicciones.
¿Es necesario que volvamos sobre las confesiones de Goltsman? De todos los acusados de la vieja generación, Goltsman es el único que se "entrevistó personalmente" conmigo; se dice que le di instrucciones "terroristas". Se dice que mi hijo León Sedov fue el intermediario y organizador de la entrevista. El testimonio afirma que se reunió con Goltsman en el Hotel Bristol. Este es el eje de la confesión.
¡Ay!, mi hijo jamás estuvo en Copenhague. Se puede demostrar en forma incontrovertible que no estuvo allí en 1932: contamos para ello con visas y telegramas y con los testimonios de más de treinta personas pertenecientes a distintas nacionalidades y tendencias políticas. El Hotel Bristol, supuesto escenario de la entrevista, fue demolido en 1917. ¿Qué significa la confesión de Goltsman?
Las declaraciones de Berman-Iurin, Fritz David y Olberg están repletas de afirmaciones igualmente absurdas e irracionales. No obstante, es sobre la base de estas confesiones que los defensores de los Derechos del Hombre (y de los intereses de la GPU) me consideran merecedor de la pena de muerte. ¡A tal grado llega la bajeza humana!
Pero, por escandalosas que sean las confesiones de Goltsman y los demás, sus contradicciones y sus inventos groseros no parecen ser sino adornos destinados a decorar las paredes de este extraño monumento a la mentira y al error.
La acusación y las confesiones se centran en el asesinato de Kirov. Sin embargo, la organización de éste fue una cadena en la lucha contra la Oposición. La GPU organizó el atentado contra Kirov con el fin de golpear a la organización zinovievista de Leningrado. Stalin, Iagoda y el propio Kirov estaban en estrecho contacto con los conspiradores. Esto surge con absoluta claridad en el juicio de Medved, ex jefe de la GPU de Leningrado. La conspiración contra Kirov debía ser esencialmente ficticia, teniendo por objeto golpear a la Oposición.
Stalin no quería la muerte de Kirov; Kirov no quería morir; pero Nikolaev, a pesar de estar rodeado por agentes provocadores, asumió su papel con excesiva seriedad. Escapó a su control y disparó antes de que la GPU pudiera completar la amalgama (véase mi trabajo, La burocracia stalinista y el asesinato de Kirov). Lo que allí se dice acerca de la preparación de los juicios de Moscú (el primero y los siguientes) es el resultado de la deducción lógica. Desde principios de 1929 he desenmascarado los planes de la GPU mes a mes, año a año, etapa por etapa. He seguido los rastros indelebles de su preparación sistemática en los artículos de la prensa soviética, en las entrevistas concedidas por Stalin y Molotov, en las declaraciones "antiterroristas" de Litvinov en Ginebra (a propósito de los asesinatos del rey Alexander y de Barthou) y en toda una serie de documentos, declaraciones y pistas que en su momento parecían incomprensibles, pero que en la actualidad revelan plenamente su significado criminal.
En resumen, podría decirse que no se juzgó a los terroristas por el asesinato de Kirov, sino que el asesinato de Kirov fue un "accidente" en la preparación febril de los atentados contra los terroristas.
Los sicofantes de la calaña de Pritt y Rosenmark consideran que es absurdo que la virginal GPU de Stalin haya organizado juicios que fueron meras dramatizaciones criminales, en las cuales el papel de cada autor fue fijado de antemano. En cambio, les parece muy natural que la Oposición -una tendencia comunista con larga tradición, cuadros experimentados, un programa acabado y abundante literatura política- realice un viraje inesperado de ciento ochenta grados hacia el terrorismo individual, al cual siempre ha rechazado por considerarlo un método aventurerista que no conduce a nada. Esta tendencia, con sus muchos miles de simpatizantes, realiza este viraje increíble en silencio, sin discusión previa, sin declaraciones, sin críticas, sin luchas internas, sin propaganda terrorista, sin literatura.
Pero esto no es todo. Esta tendencia, que se ha demostrado capaz de realizar los mayores sacrificios en la lucha por su programa, ¡mantiene vínculos con la Gestapo! ¡Y eso por su "ansia de poder"! ¡Como si en la URSS se pudiera acceder al poder con ayuda de la Gestapo! ¿Cómo se puede atribuir esta "ansia de poder" a decenas de miles de militantes de base de la Oposición, obreros miembros de las organizaciones juveniles comunistas, que sufren represalias y privaciones inauditas? Sólo un burgués estrecho y sobrealimentado, que no sabe nada sobre la lucha revolucionaria y está dispuesto a lamerle las botas a cualquier gobierno que esté en el poder, podría dar crédito a una mentira tan vil.
Sin embargo, supongamos por un instante que lo imposible es posible. Reconozcamos que los trotskistas, en contradicción con su doctrina, programa, escritos actuales y correspondencia privada (que está a disposición de cualquier comisión investigadora honesta), se han vuelto terroristas... sin luchas internas ni escisiones, sin las inevitables deserciones y denuncias. Reconozcamos que necesitan del terrorismo para restablecer el capitalismo. ¿Por qué todo el mundo aceptó el nuevo programa en silencio, sin reprobación, crítica, ni oposición? Reconozcamos además -un disparate más o menos no tiene importancia- que para garantizar el restablecimiento del capitalismo y la victoria del fascismo (si, sí, inclusive del fascismo) los trotskistas firmaron un pacto con la Gestapo y realizan actividades terroristas por lo menos desde 1931 hasta mediados de 1936. ¿Dónde? ¿Cómo? No tiene importancia. Todo sucedió en la cuarta dimensión. Constantemente trataban de asesinar a todos los "líderes", desorganizar la economía, preparar la victoria de Hitler y del Mikado.
Supusimos que estos viles absurdos eran metal de buena ley y, ¿con qué nos encontramos? Conque a mediados de 1936, los dirigentes de esta extraña tendencia, acusados de haber participado en estos crímenes, se arrepienten repentinamente, todos al mismo tiempo y confiesan los crímenes que habían cometido (que no habían cometido). Cada cual se precipita a enlodarse lo más posible, cada cual trata de superar a los demás en cantar las alabanzas de ese mismo Stalin a quien hasta ayer quería asesinar. ¿Cómo explicamos este milagro de San Iagoda? Contrarrevolucionarios, terroristas, fascistas enloquecidos se trasforman en flagelantes histéricos. Que Pritt y Rosenmark expliquen el misterio.
Por último, supongamos que en algún momento éste y otros grupos de capituladores aceptaron la idea del terrorismo y que en sus confesiones ante el tribunal se escucharon algunos ecos de la verdad (supuestas conspiraciones del tipo "¡Al diablo con Stalin!"). En ese caso, ¿por qué arrastran a los trotskistas y al propio Trotsky al asunto? Esta gente no oculta su objetivo: poner fin al absolutismo de la camarilla de Stalin, no mediante aventuras terroristas individuales, sino mediante los métodos de la lucha de clases revolucionaria. Dadas las circunstancias, nos parece lógico que un jurista "objetivo" se preguntara: ¿el gobierno no les habría prometido a estos capituladores deshonestos una suerte menos rigurosa con tal de que aceptaran involucrar de alguna manera a Trotsky, el enemigo número uno de la camarilla stalinista?
¿Qué podría ser más lógico que la hipótesis de que había un grano de verdad en las confesiones? Pero no: vean ustedes, para nuestros juristas es imposible que los acusados abrigaran esperanzas de perdón. Por eso pidieron la sentencia de muerte. Renunciaron "libremente" al derecho de defensa legal. ¡ Qué hipocresía siniestra! ¡ Qué vergüenza!
Estos infelices, humillados y quebrados, pidieron la muerte para cumplir mejor con su oprobioso papel, con la esperanza de salvar sus vidas. Constaba en el contrato. El gobierno necesitaba las ilusiones de hombres miserables y quebrados, a cualquier precio.
Conocido el veredicto, el corresponsal del Daily Herald, órgano del partido al cual pertenece el deshonesto Pritt, escribió: "Existe un rumor muy difundido de que cinco días antes se había promulgado un decreto especial que les otorgaba el derecho de apelación, con el fin de salvar sus vidas."
No sé a qué decreto se refiere. Quizás no hicieron más que difundir el rumor de que existía tal decreto. Sea como fuere, Stalin hizo todo lo posible por engañar a los acusados.
El ministro de justicia acaba de comunicarme que nos embarcamos para México mañana. La travesía dura veinte días. Desde hace una semana vengo solicitando que se me permita ver a mis amigos, adoptar medidas de seguridad para el viaje y, específicamente, que se permita que me acompañen algunos camaradas.
El ministro de justicia vino a visitarme el día domingo trece; me prometió una respuesta; prometió que el camarada H. y su esposa nos acompañarían. Solicité una entrevista preliminar con H. Meyer y K. Knudsen. Me prometió una respuesta para el lunes. En lugar de la respuesta recibí la orden del gobierno: partimos mañana en un buque especial dotado de dos plazas.
Le dije al ministro de justicia: es cierto que ustedes pueden vengarse físicamente de nosotros, pero pagarán un precio moral muy alto, el mismo precio que la socialdemocracia alemana pagó por el asesinato de Liebknecht y de Rosa Luxemburgo. Si los obreros les permiten seguir aplicando la misma política, en tres o cinco años los ministros deberán salir al exilio... Salí sin darle la mano. Natalia Ivanovna está empacando nuestras maletas. ¿Por enésima vez?
No sé si les llegará esta carta.. En todo caso, arrojo esta botella al mar.
¡Un cálido saludo a todos los amigos!
L.Trotsky
Sobre la Comintern, allí estan las palabras de Stalin, allí estan las declaraciones de Dimitrov, ¿de que falsificacion hablas?. Por allí las de Stalin diciendo semejantes patrañas para disociarse del internacionalismo proletario que nunca practico. Pero todo aquello en aquel sujeto es esperable.
En una declaración a Harold King, de la agencia "Reuter", Stalin afirmó que la disolución era "justa y oportuna" y que "desenmascaraba la mentira nazi de que Moscú quería interferir en la vida de los demás Estados, es decir, "bolchevizarlos"... facilitaba también la acción de todos los patriotas para unir todas las fuerzas progresistas, independientemente de los vínculos de partido y de las opiniones políticas... era particularmente oportuna, ya que la "bestia fascista" estaba tocando fondo en cuanto a energías debido a que las naciones amantes de la paz organizaron contra ella un asalto común salvando así a todas las naciones del yugo fascista...".
Las repito sus palabras por si hay dudas.
Luego continuare.. por ahora
Salu2 internacionalistas.