Yo soy partidario de la prohibición, directamente, sea en un estado socialista o en uno capitalista. Por mucha concienciación que se haga sobre las drogas, mucha gente querrá probarlas, y se corre el riesgo de que se enganchen. Estando ilegalizadas no es que se evite esto, pero se dificulta mucho más y se reduce considerablemente la gente que se engancha.
Y cuando uno se convierte en adicto a estas sustancias no es capaz de razonar sobre lo que hace, pueden crear enfermedades mentales en los consumidores y por lo consiguiente, personas que se dediquen a hacer daño a los otros, de una forma u otra. Se quiera o no, aunque se conciencie y se eduque a la gente, siempre habrá personas que las consuman.