seminario de bruselas 2011:
Hay que reforzar los partidos comunistas y sus organizaciones de masas.
1.Los eventos actuales ponen a la orden del día el paso del capitalismo al socialismo. El papel de los partidos comunistas es crucial para organizar la revuelta, para orientar las luchas y para abrir la vía a las causas fundamentales del sistema explotador. Es lo que se puede verificar en todos lados en las luchas pasadas y en curso. Una diferencia cualitativa se manifiesta si las masas están preparadas políticamente, si la vanguardia está organizada, si el partido es sólido a nivel ideológico y político.
2. El carácter del partido depende de la tarea estratégica que se da, a saber, la revolución socialista, en ruptura con el sistema burgués. Es por ello que una tarea esencial es desmarcarse de toda forma de oportunismo y electoralismo. Se trata de cortar toda ilusión de reforma fundamental del sistema capitalista y desenmascarar la estrategia de las fuerzas políticas reformistas que prometen la liberación de los trabajadores por la vía de reformas progresivas.
3. El carácter distintivo de los partidos comunistas es su fidelidad a la vía revolucionaria y, por mucho, a la primacía de la lucha de clases. Es a través de la lucha de clases y la confrontación con las fuerzas burguesas que el partido se refuerza y que la clase obrera toma conciencia de sus tareas históricas. La lucha parlamentaria y el trabajo en las instituciones burguesas no pueden ser más que medios preciosos para dirigirse mejor a las masas y darse más medios para dirigir las luchas de las masas. Los oportunistas que buscan beatificar el sistema capitalista, abandonan la lucha de clases y son absorbidos completamente por el trabajo parlamentario para administrar el sistema.
4. Uno de los caracteres distintivos de los partidos comunistas está en el reconocimiento de su rol de vanguardia de la clase obrera. La presencia del partido en los lugares de trabajo, en las empresas, es crucial, pues es en el lugar de trabajo que se desarrolla la batalla política e ideológica más decisiva, la batalla fundamental entre el trabajo y el capital. El partido debe reforzar constantemente su carácter proletario, prestando una atención particular al trabajo en los sindicatos, las organizaciones de masas de la clase obrera. Trabaja en los sindicatos para crear polos de luchas, de defensa del sindicalismo de lucha de clases, y para ligar las aspiraciones y reivindicaciones de los trabajadores a la lucha política, esto es, el derrocamiento del poder capitalista. La importancia y el rol de los comunistas en el movimiento sindical les imponen responsabilidades mayores, en particular en el ejemplo que deben dar de sacrificio, de militantismo y de firmeza en la defensa de la clase obrera y sus intereses, en su lucha y en el esfuerzo de información y de formación en conjunto con la práctica. Es así que cumplen siempre mejor sus responsabilidades como comunistas hacia los trabajadores.
5. El refuerzo de los partidos comunistas y la preparación para los desafíos que les espera es la tarea principal en los periodos que preceden a las luchas. Se trata primeramente de elaborar, en base al marxismo-leninismo, el análisis de la situación en cada país. Se trata de analizar las clases y las relaciones de fuerza presentes y de reforzar una estrategia revolucionaria y una política de alianza social. Se trata de crear un programa de reivindicaciones inmediatas que apoyen las aspiraciones y las necesidades de las masas trabajadoras, y que sirvan a la estrategia revolucionaria.
En el dominio organizacional, los partidos comunistas emplean el centralismo democrático como instrumento esencial y tratan de mejorar constantemente su aplicación.
6. En la preparación para las confrontaciones, los partidos comunistas deben anudar lazos más fuertes con las masas. Se trata de estar presentes donde los trabajadores están luchando, de afirmar el partido como una fuerza autónoma, con consignas movilizadores. La situación concreta es diferente de país en país y es de importancia vital que el partido pueda apreciar correctamente las fortalezas y debilidades, así como el nivel de conciencia de la vanguardia y de las masas. Se trata, además, de desarrollar una estrategia y una táctica revolucionaria que permita poner a las masas en movimiento. Es a través de su experiencia que las masas aprenden, a condición de que el partido las ayude a evitar los escollos reformistas y engañosos. Una táctica apropiada sirve para acompañar a las masas en esta toma de conciencia y de ganarse un máximo de aliados entre los estratos de campesinos medianos y pequeños, los trabajadores independientes y otros estratos populares. Sin importar su dimensión, un partido comunista se esfuerza en implantarse profundamente entre las masas laboriosas.
7. Dependerá de la vigilancia ideológica y política de nuestros partidos comunistas si podamos explotar todas las oportunidades que la crisis del sistema nos ofrece para propagar el socialismo. La crisis capitalista presenta grandes oportunidades para los comunistas, pues muchas de las ilusiones sobre los beneficios del capitalismo se derrumban. Es el momento para convencer a aquellos que critican únicamente al neoliberalismo que no se trata de una elección de política sino de una elección de sistema. Es el momento de convencer a aquellos que critican la ausencia de medidas firmes contra los bancos y los especuladores que el poder del capital no puede ser reformado, que sólo puede ser tumbado. Se trata de impulsar la alternativa de un sistema socialista. La propaganda por el socialismo debe estar presente en la agitación de las masas y no solamente ser una idea a sacar en el momento oportuno.
8. El avance de los partidos comunistas entre las masas dependerá sobre todo de su rol de vanguardia en las luchas contra los planes de austeridad, contra las aventuras guerreristas y para las reivindicaciones sociales y democráticas, así como para la liberación nacional y social. Los comunistas son los mejores defensores de los intereses inmediatos, pues luchan por una sociedad sin explotación de los trabajadores. La fuerza de la clase obrera y las alianzas sociales se construyen en la lucha cotidiana. Es en la lucha que el partido refuerza su autoridad y su experiencia, así como una presencia fuerte en la clase obrera. Es en las luchas inmediatas que la autoridad y el apoyo de las masas se construye, que los partidos construyen una experiencia y una implantación firme entre las masas. Esto se hará a medida que el partido tome sus responsabilidades para movilizar, concientizar y organizar a las masas. Lo hace mediante su trabajo autónomo como partido y a través de la presencia de sus miembros en los sindicatos y las organizaciones de masas.
9. Es importante hacer constantemente el balance de las intervenciones del partido en las luchas de las masas. Se trata de juzgar de manera constante tanto la política y la táctica, como los resultados de construcción del partido y de las organizaciones de masas. La práctica de crítica y autocrítica en base al marxismo-leninismo es esencial para generalizar los logros y para corregir los errores. Un partido que cultiva esta práctica materialista y dialéctica avanzará más rápido.
10. La crisis golpea a todas las capas de trabajadores de la sociedad.
- Golpea a las mujeres a través del desempleo, del subempleo, de las condiciones de trabajo, de los salarios, de los derechos específicos de las mujeres y de las múltiples discriminaciones. En Túnez y Egipto ellas estaban en las primeras filas de los levantamientos populares.
- Golpea a los trabajadores inmigrantes, a los refugiados, a los indocumentados. Saludamos particularmente las huelgas y manifestaciones militantes de los indocumentados en Francia, por un trabajo decente y con plenos derechos.
- Golpea también a los jóvenes, víctimas del crecimiento del desempleo, de los recortes a la educación y a la seguridad social, del empleo precario y del alargamiento de la carrera. Para los partidos comunistas es una oportunidad para renovar sus filas al reclutar nuevas fuerzas en una generación que está cansada de tanto abuso y que busca una salida real, que es el socialismo. Para los partidos comunistas, se trata también de renovar sus métodos de trabajo, de adaptarse a la era de la electrónica y la comunicación instantánea, en combinación con los métodos clásicos. El potencial de movilización de estos nuevos métodos ha sido ampliamente demostrado en las recientes revueltas en los países árabes y otros.
11. En todo trabajo entre las masas, el reforzar al partido a través del reclutamiento de nuevos miembros figura como una prioridad absoluta. Se trata de construir un partido inquebrantable, del que dependerán la orientación y el éxito de las luchas futuras. La inmersión en las luchas de clase constituye una excelente oportunidad para formar nuevas generaciones de cuadros y miembros. Una gran parte de la juventud actual, y ciertamente, la generación que sufrió la ola anticomunista después de 1989, no han conocido una crisis de tal importancia o gravedad. Es ahora que se preparan para asumir su rol revolucionario en el transcurso de las décadas que vienen.
12. Es imperativo acelerar la cooperación internacional entre los partidos comunistas, a nivel global y a nivel regional, a través de (re)encuentros bilaterales y multilaterales. Afrontamos el mismo enemigo, el imperialismo. Sufrimos los mismos ataques, compartimos los mismos éxitos y los mismos objetivos. Hay muchas posibilidades de concertación, de colaboración y de ayuda mutua que deben ser explotadas al máximo. Ayudarse mutuamente es sobre todo crear la posibilidad de aprender de las experiencias y las realizaciones más avanzadas. Hay que hacerlo en el dominio teórico y político, en el dominio de la construcción del partido, de la dirección de las luchas de masas, de la construcción de organizaciones de masas. Hay que intercambiar más intensivamente las experiencias de las luchas de clases, de las campañas electorales, de la comunicación de las masas y de la agitación. La ayuda mutua y la solidaridad son esenciales.
Trabajadores del mundo entero, ¡unámonos!