Sí amigo gordongekkoarg, hasta ahora le está resultando imposible explicar cómo en el mercado real dónde usted realiza sus compras, de qué forma su valoración subjetiva establece los precios de alguna de la mercancías que compra realmente, y no de forma imaginaria en un mercado imaginario.
En el mercado imaginario de sombreros, que usted propone, puede funcionar una hipótesis imaginaría como suelen ser las hipótesis de la escuela austriaca, cuando no son un plagio. En este imaginario mercado se pueden vender los sombreros, o cualquier mercancía, si producirlos antes, es decir, sin costos de producción reales. Dónde no es necesario preguntarse, ni explicar, por qué un vendedor puede vender a 110 $ y otro a 290 $, y ambos obtener la ganancia media del mercado de los sombreros. Por otro lado, en la realidad, los compradores no tienen un poder de compra ilimitado, sino que tienen un poder adquisitivo limitado, salvo en los mercados imaginarios subjetivistas.
La explicación que ofrece sobre cómo se establece el precio en el imaginario mercado de sombreros, entre 200 $ y 220 $, no solo es subjetivista también es imaginaria, como no podía ser de otra forma, y por ende, no se corresponde con la realidad y es errónea.
Veamos, solo los primeros 4 sombreros, en su supuesto, pueden venderse a 225 $ como máximo, el 5º se podrá vender como máximo a 200 $ debido al poder adquisitivo de 5º comprador, el 6º sombrero se podrá vender a 175 $, por el mismo motivo, y así el 7º a 150 $, y el 8º sombrero solo se podrá vender a 125 $, ya que el 8º comprador solo dispone de esta cantidad y no puede pagar ni 220 $ ni 200 $, por lo que, si el 8º vendedor quiere vender el 8º sombrero, no tendrá otra que venderlo a 125 $. Como ve, en su subjetivo e imaginario ejemplo, a pesar de sus grandes conocimientos en mercados imaginarios, demuestra que la valoración subjetiva de la utilidad marginal no establece un precio de mercado, como pretende, sino cinco precios diferentes de la misma mercancía, en el mismo mercado y al mismo tiempo.
De todas manera el gráfico está conseguido y es de agradecer el esfuerzo que ha realizado, por los posibles lectores del foro, para la comprensión del problema tratado.
En el mercado no solo aparecen cambistas con preferencias subjetivas sobre el precio que están dispuestos a pagar por una mercancía, sino que los cambistas tienen un poder adquisitivo y unos costes de producción reales, regidos por leyes objetivas. De lo que podemos deducir que en condiciones de libre mercado, el precio máximo al que tiende una mercancía es igual al menor poder adquisitivo que tiene uno de los demandantes, hasta completar la oferta de dicha mercancía, y se puede afirmar, sin temor a equivocarse, que esta ley objetiva del mercado se corresponderá con el valor subjetivo que los cambistas percibirán con el paso del tiempo. De igual modo desde el punto de vista de la oferta el valor mínimo de una mercancía vendrá determinado por el valor de producción de la mercancía que es igual al precio de coste más la ganancia media. En su ejemplo el precio de mercado acabará estableciéndose en 125 $, los cambistas cuyos precios de producción sean superiores serán expulsados del mercado.
En serio defiende la burrada que; la valoración subjetiva de la utilidad marginal convierte en útil a los antibióticos para respirar. Este disparate es acorde con todas las hipótesis de la escuela austríaca, pero ni en esto son originales, en la historia del pensamiento humano esta corriente filosófica se conoce con el nombre de solipsismo. Creo que usted confunde utilidad con valor de cambio, es decir, utilidad con precio de mercado.
Que desconozca la ciencia de la economía-política y no haya leído a Marx es hasta cierto punto comprensible, pero que desconozca los postulados de la escuela austríaca clama al cielo. En contra de su afirmación que las leyes de mercado son subjetivas, lo que dice Huerta de Soto es que los salarios en el mercado se establecen de forma objetiva porque las leyes de mercado son objetivas, cuestión que usted reconoce en su último mensaje al emparejar las leyes de mercado con la ley física de la gravedad, ley que es independiente de la valoración subjetiva de la utilidad marginal que sobre ella tengan nadie. Cuestión por otra parte que estableció la ciencia de la economía política cien años antes.
Ludwig von Mises en La Acción Humana, página 421 escribió:El trabajo se valora en el mercado exactamente igual que las mercancías, no porque los empresarios y los capitalistas sean duros y sin entrañas, sino porque deben someterse a la supremacía de las masas consumidoras, compuestas hoy fundamentalmente por trabajadores y asalariados.
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Para Mises aquí ya no se trata de la valoración subjetiva sobre la utilidad marginal de la fuerza de trabajo que el capitalista espera obtener, como consumidor de la mercancía fuerza de trabajo, lo que lleva implícito el reconocimiento de la plusvalía, ya que los capitalistas compran la mercancía fuerza de trabajo con ánimo de lucro, es decir, buscando el máximo beneficio de ella. Mises “descubre” e informa que son las leyes objetivas del mercado, puestas en marcha por la abyecta tiranía de los trabajadores y asalariados, la que obliga a los desprendidos capitalistas, caracterizados no por buscar el máximo beneficio sino por su buen corazón y sensibilidad social, a luchar denodada y constantemente por rebajar el sueldo a los trabajadores por ellos asalariados, para aumentar la plusvalía, rebajar los precios de mercado y así poder acumular más capital. Conociendo la gran preferencia temporal por consumir en el presente con que la naturaleza ha dotado a los trabajadores asalariados, se comprende el suplicio que han de padecer los capitalistas para extraer la plusvalía y poder aumentar su capital. De la misma forma, los capitalistas, deben estar agradecidos a aquellos que les expropien de los medios de producción y les liberen de la atroz tiranía que padecen por parte de trabajadores y asalariados, así como a todos aquellos que quieren hacer desaparecer al estado.
Por otro lado, si las leyes de mercado no fueran objetivas, si dependieran de la voluntad subjetiva de alguien, el mercado no podrían transmitir información alguna, y caería por su propio peso la crítica de la escuela austríaca a la planificación de la economía sin mercado.
Las leyes de la oferta y de la demanda son explicadas por el subjetivismo marginal como sigue;
· Ley de la oferta; todo aumento o disminución en la oferta de una mercancía, manteniéndose constante el resto de factores, hace que aumente o disminuya su valor de cambio.
· Ley de la demanda; todo aumento o disminución en la demanda de una mercancía, manteniéndose constante el resto de factores, hace que aumente o disminuya su valor de cambio. El subjetivismo marginal hace prevalecer de forma determinante la demanda sobre la oferta.
La ciencia de la economía política explica las leyes del mercado de la siguiente forma;
Karl Marx y Frederich Engels en El Capital, tomo III, capítulo X escribió:Lo que lleva a cabo la competencia, cuando menos en una esfera, es el establecimiento de un valor de mercado y un precio de mercado uniforme a partir de los diversos valores individuales de las mercancías. Pero sólo la competencia de los capitales en las diversas esferas fija el precio de producción, que nivela las tasas de ganancia entre las diferentes esferas. Para esto último se requiere un desarrollo superior del modo capitalista de producción que para lo anterior. Para que las mercancías de la misma esfera de producción, de la misma índole y aproximadamente de la misma calidad se vendan a sus valores, son necesarias dos cosas:
Primero, los diversos valores individuales deben estar nivelados para formar un solo valor social, el valor de mercado arriba expuesto, y para ello se requiere una competencia entre los productores de mercancías del mismo tipo, lo mismo que la existencia de un mercado en el cual ofrezcan conjuntamente sus mercancías. A fin de que el precio de mercado de mercancías idénticas, cada una de las cuales, sin embargo, ha sido producida bajo circunstancias individuales ligeramente diferentes, corresponda al valor de mercado y no diverja de él, no aumentando por encima del mismo ni disminuyendo por debajo de él, se requiere que la presión que ejercen mutuamente los diversos vendedores sea lo suficientemente grande como para lanzar al mercado la masa de mercancías que exigen las necesidades sociales, o sea la cantidad por la cual la sociedad puede pagar el valor de mercado. Si la masa de productos excediese dichas necesidades, habría que vender las mercancías por debajo de su valor de mercado; a la inversa, habría que venderlas por encima de su valor de mercado si la masa de productos no fuese lo suficientemente grande o, lo que es lo mismo, si la presión de la competencia entre los vendedores no fuese lo suficientemente poderosa como para obligarlos a llevar esa masa de mercancías al mercado. Si se modificase el valor de mercado, se modificarían asimismo las condiciones en las cuales podría venderse la masa global de mercancías. Si el valor de mercado baja, se amplían en promedio las necesidades sociales (que aquí son siempre necesidades con capacidad de pago), pudiendo absorber, dentro de ciertos límites, mayores masas de mercancías. Si el valor de mercado aumenta, se contraen las necesidades sociales de esa mercancía, y se absorben masas menores de ella. Si en consecuencia la oferta y la demanda regulan el precio de mercado, o mejor dicho las desviaciones de los precios de mercado con respecto al valor de mercado, por otra parte el valor de mercado regula la relación entre oferta y demanda o el centro en torno al cual las fluctuaciones de la oferta y la demanda hacen oscilar, a su vez, los precios de mercado.
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En economía política el valor de cambio de una mercancía está determinado por el valor de la fuerza de trabajo socialmente necesaria para producir la mercancía. En condiciones de libre mercado el precio de venta de las mercancías acaba por coincidir con su valor de producción, valor que es la suma del precio del coste de producción más la ganancia media. Las leyes de la oferta y la demanda operan este proceso y es independiente de la voluntad subjetiva de los cambistas; si en la producción y venta de una mercancía la ganancia está por encima de la media, los capitales afluirán a la producción de dicha mercancía, aumentará la oferta de la mercancía lo que provoca la bajada del precio de mercado, haciendo descender la ganancia hacia su tasa media. De igual forma, si en la producción y venta de una mercancía la ganancia es menor que la ganancia media los capitales emigrarán, la oferta de la mercancía disminuirá subiendo el precio de mercado de la mercancía, haciendo subir la ganancia hacia su tasa media.
Saludos.
PD. Como veo que le resulta imposible explicar cómo su utilidad marginal forma los precios de las mercancías que compra realmente en el mercado, si lo desea puedo exponer yo en qué consiste la utilidad marginal en general, y si nos ponemos de acuerdo le explicaré como la objetivas leyes del mercado establecen los precios de las mercancías.