Marxismo y ciencia
La pregunta del foro se puede interpretar de muchas maneras, o da lugar a muchas otras preguntas. Por ejemplo: ¿qué relación hay entre la filosofía marxista, el materialismo dialéctico, y la ciencia?
Engels dijo que la filosofía desaparecería ante la ciencia y quedaría reducida a la teoría pura del pensamiento cuando hubiera quedado imbuida de la dialéctica (1). Él no separaba la filosofía de la ciencia, convencido de que la filosofía estaba destinada a unir su suerte a la ciencia y no podría deshacerse de ella en el futuro. Pero, por otro lado, también afirmó que la ciencia debía quedar imbuida de dialéctica.
El alcance de la pregunta del foro se podría calibrar mejor si se planteara de otra forma: ¿qué ocurre cuando los avances de la física cuestionan los postulados de la física? Y también: ¿qué ocurre cuando los avances de la biología cuestionan los postulados de la biología? Expuesta de esa manera la pregunta se responde a sí misma: toda ciencia es un estado y un movimiento a la vez; toda ciencia es un reflejo del mundo y está en continua evolución. Eso es lo que el materialismo dialéctico dice acerca de cualquier clase de conocimiento: en física, en matemáticas, en economía o en sicología.
El materialismo dialéctico es materialismo porque sostiene que el saber refleja lo que nos rodea, una realidad que es exterior, anterior e independiente de nuestro conocimiento acerca de ella. Al mismo tiempo es dialéctico porque sostiene que el saber avanza, progresa, es cada vez más profundo y más exacto.
Lo que la pregunta del foro quiere plantear es esta parte dinámica del saber y, por tanto, la manera en la que el progreso del conocimiento afecta al conocimiento ya establecido.
El error de la pregunta consiste en concebir que el materialismo dialéctico se aferra a un estado determinado del saber, como si los marxistas defendiéramos el estado de los conocimientos científicos tal y como se quedaron a mediados del siglo XIX cuando escribía Engels. Así es como nos ven los burgueses. Por ejemplo, en sus apuntes sobre la Dialéctica de la naturaleza Engels habla del éter, algo que muy poco después Maxwell y luego Einstein demostraron que no existía. Parece, pues, que Engels estaba equivocado y, por supuesto, con él todos los físicos de la época. Parece que un descubrimiento científico echa por tierra todo lo anterior, como si se quedara apolillado para siempre.
Como no hay ningún conocimiento inmutable, el materialismo dialéctico no se puede vincular al acervo de conocimientos científicos existentes en el presente y, en consecuencia, su propia validez no depende de ellos. No se aferró en el pasado a la existencia del éter ni en el presente a ninguna otra tesis de las ciencias sino que trata de explicar precisamente su evolución y su progreso. Si quisiéramos expresarlo con una frase paradójica (dialéctica) diríamos que lo único que no se mueve es el movimiento, lo único que no cambia es el cambio.
Ahora bien, el materialismo dialéctico entiende el cambio de una manera también dialéctica en el sentido de que el cambio no niega la estabilidad. Lo que afirma es que toda estabilidad es relativa (2). La máxima expresión de la estabilidad es el principio de identidad: toda cosa es igual a sí misma (A=A). El cambio es la negación de esa identidad, es decir, la negación de A=A. Lo que el materialismo dialéctico defiende es que esa identidad A=A es sólo un momento, una etapa, pues siempre se transforma en su contrario: toda cosa se convierte en su contrario (A=-A). Por ejemplo, el hombre renueva todas y cada una de sus células periódicamente y, sin embargo, siempre es el mismo; se convierte de niño en adulto y luego en anciano, es decir, cambia y, sin embargo, sigue siendo el mismo. Por tanto, no se puede hablar del cambio sin tener en cuenta lo que permanece, pero tampoco tener en cuenta lo que permanece sin tener en cuenta el cambio. Luego el materialismo dialéctico defiende la unidad del cambio y la continuidad, en donde el aspecto principal es el cambio.
Sin embargo, Engels necesariamente tuvo que reflejar en sus escritos el estado de las ciencias hace siglo y medio porque en todo estudio del materialismo dialéctico hay que exponer lo que los académicos llaman el estado de la cuestión, es decir, el punto máximo de avance de los conocimientos adquiridos en un momento dado. Pero todo el esfuerzo de Engels está encaminado a demostrar precisamente que ese punto máximo al que había llegado la ciencia entonces tampoco era un punto final. Engels insiste hasta el agotamiento en que en todas las ciencias lo importante es el movimiento y el cambio: La ciencia natural moderna tuvo que tomar de la filosofía el principio de la indestructibilidad del movimiento; ya no puede existir sin ese principio (3).
(2) Engels, Anti-Dühring, pg.47.
(3) Dialéctica de la naturaleza, pg.39
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